Después de ver Star Wars: Los últimos Jedi, he descubierto que no soy fan. Tras ver no menos de cien veces la trilogía original, 50 la segunda (a pesar de sufrirla en ocasiones, sobreviviendo a los gorgoritos insoportables de Jar Jar Binks entre otras lindezas), creo que esta nueva trilogía está sirviendo como una criba para seleccionar los que son "auténticos fans" de los que no lo son. En la anterior se justificaba a una película poco original (copia cara exacta a "Una nueva esperanza") con personajes planos y carentes de todo de interés o algún matiz que los resultaran empáticos e identificables con el espectador, en el hacer un homenaje a la película original, a mí no me coló, pero bueno, aceptamos Barco como animal acuático. En esta segunda película se justifica un bodrio de dimensiones galácticas en que es una película sólo para fans. Pues bueno, pues vale, pues me alegro. Pues resulta que no soy fan de Star Wars. A pesar de ello, veré las siguientes películas que filmen en ese universo, compraré cómics y algo de merchandising. Pero seguiré sin ser fan, ya que ésta película, que sólo gustará a los fans, me ha parecido una mala película y punto.

Visualmente muy efectiva, pero que se pierde entre tantos giros, hipnosis varias y estados mentales de los protagonistas (uno acaba sin saber cuándo está soñando, cuándo está en trance, quién engaña a quien...). Muy liosa. No recomendable para mi gusto.