Es como cuando te piden que definas un genérico, es lo que es sin agregados, sin matices. Una película de acción. Balas, un reto, música enérgica y personajes compenetrados en sus roles: buenos, malos, más malos, funcionarios de la ley.
No llega lejos, no cava profundo, pero cada una de sus decisiones las acierta y las cumple en un buen tiempo. No promete más de lo que puede cumplir, no abarca más de lo que muestra, no es ambiciosa, no presume, no exagera, no abusa de los diálogos, es todo lo visual que necesita ser sin siquiera caer en efectos especiales y lo mejor: no idiotiza a los villanos o plaga las escenas de ellos. Todo esto aporta a su seriedad y credibilidad y la convierta en una película justa y de sana duración. Son los cinco puntos del 5 sobre 10 de mi puntuación.
No tiene errores, pero no tiene errores porque no tiene excesos y eso le juega en contra.
Como película policíaca: Funcional, pero no toma riesgos. Tres días y la olvidamos.
Como película de acción: Aburrida. Supongo que a quien le gusta la acción un poco también le gusta que le mientan.

Buena, de ideas memorables, no del todo explotados los desenlaces pero aún así contundente. Un poco abusiva al darle tanta omnipotencia a su protagonista, demasiado Deus ex machina que hizo que aquel espectador que arrancó tomándosela seriamente se perdiera en el camino, un poco decepcionado y ya desencantado al terminar de correr los 120 minutos de film. La archivaremos como una película entretenida cuando pudo ser una que rompiera el molde.

Cómo me molestó el error de continuidad en la escena final.

La película no merece insultos, no es mala. Los intervalos animados le dan actitud y levantan bastante el ritmo que tiende más que nada a bajar y a volverse sentimental. Thomas Sangster lo hace bien, muy natural su actuación; la representación y la interacción con los vívidos y complejos pensamientos que le atraviesan la mente.

Pésima mezcla de la estética de Valhalla Rising y la acción de Los juegos del hambre, con una banda de sonido psicológica mal usada, poquísimos (nulos) momentos de tensión aún siendo el nudo de la historia una persecusión, actuaciones opacas y saltos en el desarrollo que hacen que avance todo de manera poco creíble. Y lo peor: el hilo conductor se pierde unas cinco o seis veces, volviéndose tedioso soportar esas idas y venidas del guión, el foco de tensión primero está en la vida familiar del que luego será el protagonista, luego aparece el tinte violento, luego todo se vuelca al modus operandi de estos vikingos que cazan almas inglesas puras, luego a la convivencia de los capturados, luego a la relación entre el protagonista y una de las capturadas, luego a uno de los rituales de la tribu, luego a convertir al protagonista en héroe.

No convence, no gusta, aburre.