Debo admitir que esperaba ver la película. Al hacerlo, sinceramente, me aburrí bastante. Sin bien la química de Stewart y Hoult es lo que sobrelleva al tímido guión, ello no es suficiente para darle un sólido argumento a la historia. Muchos interrogantes sin responder, escasas conversaciones profundas. Cuando la película podría haber tenido un giro contundente, culminó. Poco más para decir.

Eso es lo que saca el cierre de la película. Las actuaciones son sinceras; la historia engancha rápido. El argumento no es enorme, aunque permite quedarnos a pensar sobre las dificultades del muchacho para sobrellevar con humor ácido su terrible enfermedad. No más que eso. Ganas de ver algo para entretenerse. No hay profundidad en la cuestión. Quizá con esa pretensión se hizo la película. Pulgar arriba. Interesante actuación de Craig Roberts.

Otra de las tantas películas que uno espera ansioso por varias razones: los avances previos, la historia y los actores/actrices. Todo por la borda, luego de unos interesantes primera media hora. La historia se va tensando, pero nunca termina de dar un salto a su resolución definitiva. Es contada muy lentamente y nunca parece enganchar en el público (al menos en mí). Espera mucho más. No recomendable

Sentarse a contemplar el film requiere no sólo tiempo, sino también una disposición plena hacia lo que Scorsese pretende plantear. Ahondar en lo más profundo de la naturaleza humana, como es nada más ni nada menos que la FE (en este caso, la católica). El Padre Rodrigues (Garfield) es una imagen de nosotros mismos. A lo largo del filme es imposible no preguntarnos qué postura tomaríamos nosotros ante cada situación vivida por el protagonista. Y con ello, los cuestionamientos propios. ¿Yo apostataría? ¿Sería capaz de hacerlo por un "bien superior"? ¿Y luego? Todos esos interrogantes quedan flotando en la atmósfera aun luego de concluida esta gran película. Con un clima de suspenso sublime. A quien le gusta el cine y a quien el mismo puede generarle interrogantes no puede dejar de mirarla.

Los cinéfilos de superhéroes esperábamos su llegada, pero nos quedamos con las ganas de más. Es que, luego de ver "Hombre de Acero", tenía la impresión de seguir descubriendo más sobre el lado humano del alienígena. Y si bien la primera escena de acción de la película lo deja a uno boquiabierto, sus siguientes largas horas no terminan de entusiasmar. Demasiada inteligencia y contrainteligencia para mi gusto. Si hubiese ido más en profundidad con la acción (como por ejemplo, la última media hora) habría tenido otro tinte la calificación. Se destaca el papel de Amy Adams (Louisa Lane) y si bien Affleck es uno de mis actores preferidos, aquí no termina de encajar en el papel del murciélago (mala elección del director). Lo demás, nada más que correcto. Esperaremos la "Liga de la Justicia" para volver a entusiasmarnos.