Robert Aldritch en cine, podría compararse con escritores como Edgar Allan Poe en literatura de terror. Al igual que Poe ha influenciado enormemente a otros escritores a lo largo del tiempo hasta nuestros días, Aldritch consigue con ésta película crear un modelo en cine. El director con la maravillosa interpretación de Bette Davis y Joan Crawford, crea una atmosfera de misterio inquietante con pinceladas siniestras al más puro estilo Hitchcockniano. OBRA DE ARTE.

Se trata de una película que remueve en la conciencia más acomodada de los ciudadanos del denominado "primer mundo". Su trama que se desarrolla en los paises más pobres del éste, gira entorno a la desamparada situación que viven allí miles de niños como consecuencia de la pobreza.

Impresionante, la manera de transmitir sensaciones que consigue Aronofsky en Requiem for a Dream. Homenajeando a las adicciones, el director destaca lo facil que es caer en el pozo de la autodestrucción partiendo de una misma base: Alcanzar la felicidad. No se puede dejar de ver.

La película, sin una sóla escena de fútbol, consigue reflejar la otra cara del deporte rey en Inglaterra. Un negocio, entorno al que giran grandes intereses económicos, camuflados de idealismos radicales que harán a muchos perder la razón amparandose en el anonimato. Muy buena.