Tenía muchas ganas de ver esta película y mis expectativas eran altas, pero tras su visionado he salido de la sala de cine con sentimientos encontrados, os cuento por qué. Las primeras 2 horas de película me han tenido enganchado, la representación de un planeta moribundo es magistral, los personajes son interesantes y están bien desarrollados, te llegan, te importan y sus motivaciones son sólidas. La historia va creciendo, se va desgranando lentamente y te va dejando migajas que esperas poder encajar según se vaya acercando al final, y lo hacen, a su forma. Durante estas dos primeras horas la historia es emocionante a varios niveles, tanto por las escenas más trepidantes como por el cúmulo de sentimientos que experimentan los protagonistas y que tan bien transmiten a los espectadores, y te va arrastrando a una aventura donde te inunda un sentimiento de asombro, te sientes testigo de un momento histórico, de un viaje de descubrimiento llevado a otro nivel, y todo esto salpicado con algún que otro giro argumental, que si bien se ven venir en cierta medida no por ello desmerecen a la película. Para mi el problema viene cuando nos acercamos al final, y es que si hasta este punto la historia presume de precisión científica, de una ficción con sólidas bases de realismo hasta el punto en que en ningún momento te cuestionas que lo que estás viendo pueda suceder de verdad, y de repente... de repente entramos en el terreno de la fantasía, casi en lo onírico, de golpe, sin avisar... y me encuentro fuera de la película... paso de estar totalmente inmerso en una aventura increíble, emocionante, absorbente, a estar en una terrenal sala de cine preguntándome qué coño está pasando, y desde ahí caída libre hasta que aparecen los créditos. No tengo muy claro qué pretendía Nolan con este final lleno de paradojas y de preguntas sin responder, pero para mi falla enormemente en una película que podría haber sido legendaria y que se queda en entretenida.

Kick Ass debe ser de las pocas adaptaciones de comics de la que no he leido la obra original, quizás por eso me ha dejado una impresión tan grata, aunque en cualquier caso es innegable que el estilo de Mark Millar se respira en cada minuto de metraje, lo que se agradece cómo un soplo de aire fresco en pleno Agosto. Me ha sorprendido gratamente el tratamiento del personaje principal, Dave Lizewski, cuyo alter ego da nombre a la película, ya que podría tratarse de (casi) cualquier adolescente que se encuentre en la etapa de búsqueda de su identidad y que tenga facilidad para desconectarse de una realidad que le golpea duro a cada paso que da, sin concesiones a la fantasía, en contraste con Hit Girl y Big Daddy, personajes totalmente inverosímiles. El resultado de esta mezcla es explosivo, dando lugar a una combinación de situaciones hilarantes y de violencia explícita y sin complejos.