El tópico de las series españolas, un guion que toma por tonto al espectador. Supongo que los guionistas y productores imaginan al público español como niños que ven fuegos artificiales y simplemente abren la boca y miran al cielo embobados, que la audiencia pasa por alto con facilidad unos recursos de guionista de telenovela y escenas que son calcos cutres de otras series. Los productores han declarado que se han tomado tantas licencias como las que se tomaron en El cantar del mío cid, el problema no radica en tomarse tantas licencias, sino tan malas. Un Cid que habla con los pájaros como si de Harry Potter hablando pársel se tratase, unos diálogos que intentan emular la profundidad de los de Juego de Tronos y no pasan de Física o Química y, sobre todas las cosas, unas pelucas sobrecogedoras.

El tema de los anacronismos y las soflamas ideológicas descaradas dejémoslo aparte. Muy mala.