Sí, no sé si es sensación mia pero noto últimamente tanto a Gutierrez Aragón como a otros veteranos de nuestro cine algo cansados. Me da la sensación en las últimas películas que antes de empezar ya quiere terminarla. Las noto lineales. Es decir, en el caso de " Todos estamos invitados" nos pone una historia sobre la mesa: profesor valiente que no duda en hablar alto y claro, chica que le quiere mucho pero se ahoga, etarra amnésico que retoma su vida... perfecto, los ingredientes son magníficos, pero ¿por qué nos cuenta la historia como si de una sipnosis se tratara?, ´¿por qué apenas ahonda en unos personajes que me parecen podrían ser increiblemente ricos tanto de matices como de vivencias?? no sé, creo que se dedica a sobrevolar la historia y nada más. Los actores están bién y la historia es correcta.

Es de agradecer que pese a abandonar en buena parte de su programación el lema no oficial de "antes la calidad a la cantidad", TVE de vez en cuando apueste por propuestas arriesgadas en las que, por encima de la audiencia, prime la pedagogía y el buen gusto. Y por desgracia es de las pocas televisiones que aún sigue haciéndolo aunque, como ya dejé entrever en el inicio de este comentario, cada vez menos.
La propuesta es ingeniosa, aunque no novedosa, y no es otra que traer a los personajes a través del tiempo para entrevistarles hoy en día, lo que conlleva perplejidad entre los entrevistados y por consiguiente, hilaridad en el espectador. Esto lo combina perfectamente con cine convencional trasladado al siglo de oro.
El resultado me parece simplemente genial. Lo tiene todo, Una cuidada forma en lo artístico: fotografía, vestuario, etc... junto con unas interpretaciones magníficas, a destacar, cómo no, el grandísimo Gutiérrez Caba, junto a una gran dirección del veterano Manuel Huerga.
Gracias por, de vez en cuando, regalarnos estos trocitos de historia televisiva junto a los "Ministerio del tiempo", "El caso", y alguna más de estos tiempos modernos tan...tan...

Supongo que cuando alguien lo ha sido todo en su oficio y más en uno como el del protagonista, fama incluida, se debe llegar a la libertad casi total para decir lo que se piensa, aunque sea política o socialmente incorrecto. Y eso es lo que le pasa a este viejo escritor en esta estupenda película. Con un guión casi insuperable que está al nivel de "Los lunes al sol".
La interpretación es simplemente magistral del gran José Sacristán, y la dirección en este pequeño gran film... impecable.

He terminado por preguntarme eso, a ver si es que llevo tiempo conviviendo con transmutados como los de la peli y se me ha hecho tan normal que no sólo no me doy cuenta de ello si no que voy a ver un film como este, según la casi totalidad de la prensa de mucho miedo, (hay que tener amigos hasta en el infierno), y salgo partiéndome la caja y como vivo con la novia que es bastante asustadiza me hace reafirmarme en ello pues a los dos nos dolía el estómago de tanto reirnos...

Y ahora más en serio, es cutre, muy cutre. Silencio en el pasillo, no se oye nada y de repente de una habitación nos sale una señora que no quiere pegarles el "bocao", si no que lo que quiere es asustarnos y para demostrárnoslo sale despavorida dando gritos y con las manos en alto cúal zombi de Romero.

La cámara del periodista en un momento dado mira por el rellano de la escalera desde el tercero y comprueba como todos los poseídos miran al unísono hacia arriba gritando y con la cara ensangrentada, que les faltaba sólo decir " uuuuhhhh, qué miedo que doyyyy".

En fin, lo mejor sin duda el primer cuarto de hora, cuando no ocurre nada pero al menos la actuación de la prota te hace pensar que en realidad estamos viendo un programa de tv.

Si quieren un consejo, guárdense los 7 euracos para invitar a la novia/o a un buén chocolate con churros, que entras más en calor que con esta gélida película y alimenta mucho más tanto cuerpo como espíritu... dónde va a parar ¡¡

Para mi gusto estamos ante una de las mejores comedias de las 4 últimas década, y no me acomplejo en absoluto al decirlo. Tiene la chispa que aún hoy en día falta a las comedias, españolas o USA, tanto en situaciones como, sobre todo, en guión. Un duelo dialéctico simplemente magistral. A Pere Ponce me costó una barbaridad verlo en papeles serios, sin duda, o mejor dicho, gracias a esta exquisita comedia que recomiendo ver sin prejuicios.

Una delicia.