La cinta se sigue con cierto agrado, pues la interpretación de Duvall es extraordinaria, pero está ciertamente desaprovechada, pues se echa muchísimo de menos una crítica al establishment religioso norteamericano.

La he visto y me ha gustado, punto. Vale que no es de lo mejor de Woody, pero no defrauda pese a sus intenciones moralistas y, como resaltan otros cinéfilos, a la mejorable (que no mala)actuación de Colin Farrell. Buena música, buenos escenarios y buena fotografía. A mi entender lo peor es el precipitado final, parece que a última hora Woody quería despachar el film por la vía rápida y eso puede producir al espectador -como en mi caso- una sensación un poco frustrante, como de insatisfacción, un coitus interruptus intelectual o algo así.

Bajo mi opinión, hay que ser bastante insensible para que no te guste esta película, que trata de personas normales en situaciones verosímiles. Sí, de acuerdo, son cuatro abuelas, un abuelo y un cincuentón, pero el mundo está lleno de abuelas y cincuentones cuyo bagaje vital, por nimio que sea, es completamente respetable (si Dios no lo remedia antes, con el tiempo todos llegaremos a cincuentone/as y a viejo/as).
Es obvio que esta película no puede gustar a los adolescentes fanáticos de la saga de Crepúsculo, pero a los espectadores medianamente maduros debe hacerles reflexionar un poco sobre la vejez y sobre el respeto. Como alguien ya ha comentado aquí muy acertadamente, este film es un monumento a la buena educación y yo añadiría que también a la tolerancia y a la paciencia, todos ellos valores poco atractivos para la juventud actual e incluso para buena parte de la población adulta, al menos en estos lares.
Ojalá se hicieran más películas de este tipo, más películas sociales que enaltezcan la amistad y las verdaderas relaciones entre las personas (al margen de las que proporcionan los ordenadores e internet).