Cuando vi Stigmata pensaba encontrarme una chorrada más, como tantas otras sobre supuesto terror, miedo, etc. Y ya si mezclamos iglesia, Dios, estigmas, exorcismos y demás ideas de bombero, tenemos un coctel dificilmente controlable.

Y ahi está la clave de Stigmata, para mi, en el control que el director y le productor toman del factor Thriller y el factor Ciencia Ficción, sin perder de vista que para que la película sea visible y no pierda el sentido, debe tener cierto equilibrio en estas cuestiones.

Como decían en otra crítica, raro es, pero a veces entre tanta mierda se cuela una joyita. No diré que sea una joya, pero si una pequeña luz en el cine de misterio o cine esotérico (como quieran catalogarlo).

... la película es un asco, el guión parece sacado del fondo de un cajón muy hondo y la verdad, seguro que estaba allí por algo.

Sin embargo, he de reconocer que gracias a esta película descubrí a la encantadora Brittany Murphy hace unos años y por eso no puedo menos que perdonarle el 1 y ponerle un 2.

La película, para mí, cae en un melodrama bastante poco elaborado pero muy tópico y cansino. Abre demasiados frentes para volcarse en uno, y ni siquiera llegar a terminarlo. Sin embargo, la actuación de Amy Adams y Emily Blunt es lo que sostiene esta película, lo que le da la vida, lo que me hizo verla y al final, lo único que salvé y me hizo puntuarla más alto de lo que merecería.

A primera vista comienza con una gran fotografía, una acción bien medida, planos largos sobrecargados y mucho, mucho movimiento.

Pero quizás a esta película, que ya venía con miles de prejuicios y agravios comparativos inevitables, le ha faltado eso, movimiento, dinamismo, fluidez. Le han sobrado parones innecesarios, que si bien explican mucho, no están bien elegidos y cortan las escenas.

Por otro lado: una película épica no se puede hacer sin épica ninguna. Me explico: una escena de lucha a la que le calzas unos planos lejanos de un (apartado, eso sí) grupo de niños en ponys (sí, la imagen es de todo menos épica, niños con ponys corriendo alrededor de hombres fornidos en caballos de guerra, toda una amenaza); lo siento, pero no es épica. Parece de coña.

O los forzados clichés emotivos de honor, salvación y devoción al protagonista, con subida de plano hacia la luz... No convence. Lo siento, pero aquí Ridley Scott decepciona.

Que un cantante polémico, acusado en multitud de ocasiones de racista y xenófobo, seguido por miles de chavales (y no tan chavales) como a un ídolo, es algo a lo que estamos acostumbrados. Pero yo no salía de mi asombro cuando además, me entero de que para aumentar el ego de la joyita, se hace una película (financiada en gran parte por la discográfica del raperito) sobre sus inicios.

Y perdonen. Pero a mi esto me olía mal, y cuando la vi, peor. No está mal el comienzo, si no fuera porque tras los primeros veinte minutos es un despropósito tras otro puestos en fila, la verdad.

Quizá lo único que me sorprendió fue ver que Brittany Murphy se prestaba a esta película. Y no, no le favoreció.