Lasse Hallström consigue llevar esta película con magistral sencillez, como el que cuenta su vida. La historia es sencillamente abrumadora. Los personajes no son perfectos, precisamente por eso, porque no llegan a parecer personajes sino vidas. Es verdad, no es una gran obra del cine, pero de eso se trata, del poder de lo sencillo.

Walter Mitty busca esa fotografía perdida durante toda la película, esa quinta esencia. Pero la verdad es que nosotros encontramos esa fotografía desde el primer fotograma gracias a Stuart Dryburgh, magistral trabajo, magistral fotografía. Pero poco mas que añadir, la historia creo que se pierde ella sola y nose si acaba por encontrarse sin saber como. No se quien dijo que esta película tenia ni siquiera algo que ver con Forrest Gump, pero desde luego esta no es ni siquiera comparable a aquella mítica.

Si esperas ver aquí una gran historia con un gran guion como Forrest Gump he de decirte que Forrest a pasado a Walter como liebre a una tortuga. Ahora si, ve a verla, aunque solo sea por disfrutar de cada fotograma.