La mirada es delicada y tierna, sobre todo el enfoque de la anciana y la cuidadora Filipina, pero le falta ritmo, además no bucea en las circunstancias del Moldavo, la Filipina ni siquiera del payes y la prostituta sabemos algo por el diálogo que mantiene pero creo que podía haber mostrado mediante diálogos algo más de información de unos personajes que sabemos su presente y suponemos cosas de su pasado pero la empatía y carga emocional hubiera sido mayor, creo.
Además la indefinición entre documental y ficción en que se mueve la hace perder significado en algunos tramos.
Con todo es un hermoso y triste documento de realidades que no suelen reflejarse.
Hay momentos de gran ternura y todas las partes del geriátrico están muy bien filmadas aunque titubea a la hora de meter la tijera en algunas escenas excesivamente largas, a mi modo de ver.
Lo dicho, humanidad a torrentes que es de lo que más careceremos, en un mundo cada vez más robotizado y falto de cariño.

Es capaz de extraer la idiosincrasia bufonesca, grotesca, de Hitler y su pléyade de acólitos incondicionales.
Jerarcas sumisos conectados entre sí por la infinita estupidez, amor megalomaníaco henchido de banalidad, adoración perruna por un ser maniático, esclavo de sus caprichos, enfermo de grandeza, podrido de si mismo, narcisista hasta la náusea, un dechado de virtudes, este Adi, como lo llamaba su Eva Braun.
Amante de los perros, vegetariano, no quería que los cangrejos sufrieran, que sensibilidad tan exquisita, provocó una guerra mundial, masacres, sembró odio, lo alimento con sus serviles subditos en el lavado de cerebro más siniestro y perfecto a sus fines que se conoce.
El tono elegido es la parodia y creo que no resbala en un género donde el castañazo es frecuente.

Moloch era un dios fenicio, asociado por medio de los sacrificios de niños a través del fuego.
Puede parecer pretenciosa y si no entras en el ritmo contemplativo de la acción posiblemente aburra o desagrade.
Pero tiene algo que reconoces como valioso y después de verla deja un aura de, algo así sería.
Abusa en el arranque con la larga secuencia de Eva Braun, quiere mostrar el tedio que reinaba en la existencia de la persona más cercana emocionalmente al dueño de Alemania.
Logra captar la inmensa banalidad, el aburrimiento del poder, de un puñado de gerifaltes que reían cualquier payasada que se le ocurriera al perturbado dios de Alemania.
La escena de la cagada campestre es de un humor ácido, Berlanguiano.
Tiene la magia de amplificarnos con algunos ejemplos el lado grotesco, acercarse a la parte esperpéntica de estos seres que jamás debieron nacer.

Sátira social animada, con apenas diálogos y un muestrario de estereotipos de lo más reconocibles, nos enlaza dos historias que se entrecruzaran de una manera muy creativa.
La boda de un mafioso con hilarantes momentos entre escabrosos y sarcásticos, que rezuman un grato humor negro negrísimo.
La música que suena en la boda elegida con travieso humor.
Divertido, mordaz retrato de algo tan establecido como una boda y sus posibles consecuencias.
Como dice el refranero:
La juventud es el único defecto que se cura con la edad.

Cuesta un poco entrar en la historia pero tiene momentos de humor canalla graciosos.
Sería una especie de road movie rumana moldava grotesca, con personajes esperpénticos rulando en un país ridículo, miserable como el que nos presenta.
Toques de picaresca con humor agrio y unos seres perdidos en su entorno.
Posee algunos golpes humorísticos que pueden hacer estallar la carcajada de puro grotescos.
En conjunto, una curiosidad sin mucha chicha con ácidez estrambótica.

El peso de las tradiciones es una lápida sobre todo para las mujeres:
Pueden ser secuestradas con el beneplácito de la comunidad.
Los matrimonios concertados están bien vistos y aceptados. La mujer es la esclava del hombre.
Si se queda viuda también puede ser secuestrada y los hijos se quedan con la familia del marido muerto.
Tienen todo el rato a dios en la boca y todo lo que sucede es por qué dios ha querido.
Si se enferma alguien, un niño por ejemplo pasan un pollo vivo por encima en un ritual de santería.
Lo mejor con diferencia son las localizaciones, unos paisajes montañosos pintorescos y hermosos.
Son campesinos y ganaderos en su forma de buscarse el sustento.
Las mujeres son muñecas, juguetes rotos para el deseo y capricho del hombre.
La supersticiones son la filosofía de esta gente junto a una religión oxidada como sus costumbres.
El final no me gusta nada, hace una aprobación de las costumbres patriarcales, imposibles de cambiar.
Contaré más en el spoiler.
Me sorprende el conformismo de la directora.
Es la típica película que cualquiera pone por las nubes por los excelsos paisajes y el sitio de procedencia.
Ahora el ritmo es plomizo y se hace pesada y el final da grima como su contenido machista y patriarcal.
No tiene alma esta historia y una frialdad pareja a las nieves de sus montañas.
Si Stalin levantará la cabeza aplaudiría los ritos del medievo de sus paisanos.