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Críticas ordenadas por utilidad
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8,1
55.819
10
10 de julio de 2010
10 de julio de 2010
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda, "Toro salvaje" es la obra maestra de Martin Scorsese y la mejor actuación de Robert de Niro. Considero que ambos están mejor aquí, que en "Taxi driver".
Brillantemente dirigida, tanto en lo formal como en lo dramático, con fotografía en blanco y negro, y utilizando distintas técnicas fílmicas (pero en su justa medida). La película tiene una sobriedad formal y narrativa, que Scorsese ha ido perdiendo con el tiempo, y que se echa de menos.
No menos brillante, es la actuación de Robert de Niro, que realmente se funde en el personaje de Jack La Motta, la violencia que lleva dentro y que desata en el ring, la cual lo lleva al triunfo y al fracaso. Con una transformación psicológica y física sorprendente; y que va mucho más allá, del cliché de subir o bajar varios kilos de peso, para ganarse un Oscar.
Los secundarios, también están estupéndos: Joe Pesci, como el (generalmente) racional hermano y manager de La Motta (y no como el caricaturésco matón, que suele interpretar) y la estupenda Cathy Moriarty como la sensual, problemática y al mismo tiempo estóica esposa del protagonista.
Hay que tener presente, eso sí, que "Toro salvaje" es mucho más que una película sobre el boxeo, ni siquiera es sobre superación personal (del tipo "Rocky"); es en realidad una película sobre la violencia del ser humano y la posibilidad de redención, en un sentido casi religioso.
En fin, sólo se pueden decir alabanzas de este filme; que con justa razón, es considerado por muchos críticos, como una de las mejores películas de la historia del cine.
Brillantemente dirigida, tanto en lo formal como en lo dramático, con fotografía en blanco y negro, y utilizando distintas técnicas fílmicas (pero en su justa medida). La película tiene una sobriedad formal y narrativa, que Scorsese ha ido perdiendo con el tiempo, y que se echa de menos.
No menos brillante, es la actuación de Robert de Niro, que realmente se funde en el personaje de Jack La Motta, la violencia que lleva dentro y que desata en el ring, la cual lo lleva al triunfo y al fracaso. Con una transformación psicológica y física sorprendente; y que va mucho más allá, del cliché de subir o bajar varios kilos de peso, para ganarse un Oscar.
Los secundarios, también están estupéndos: Joe Pesci, como el (generalmente) racional hermano y manager de La Motta (y no como el caricaturésco matón, que suele interpretar) y la estupenda Cathy Moriarty como la sensual, problemática y al mismo tiempo estóica esposa del protagonista.
Hay que tener presente, eso sí, que "Toro salvaje" es mucho más que una película sobre el boxeo, ni siquiera es sobre superación personal (del tipo "Rocky"); es en realidad una película sobre la violencia del ser humano y la posibilidad de redención, en un sentido casi religioso.
En fin, sólo se pueden decir alabanzas de este filme; que con justa razón, es considerado por muchos críticos, como una de las mejores películas de la historia del cine.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La película entera es destacable; pero en lo personal, me quedo:
- Con lo bien filmadas que están las escenas de pelea en el ring.
- Cuando Jack llama a su hermano por teléfono, para disculparse, pero no es capáz de hablarle.
- Cuando es encerrado en una celda y descarga toda su furia, dando golpes contra la pared, rompiéndose los puños.
- La escena final, donde La Motta recuerda un parlamento de la película "La ley del silencio" de Elia Kazán (sin duda, hay gran influencia de Kazán en toda la filmografía de Scorsese).
Me sorprendió, que a pesar del fracaso personal total del protagonista, éste lograra "perdonarse", pedir perdón a su hermano (bueno, a su manera), encontrar paz en su vida y en definitiva la redención.
- Con lo bien filmadas que están las escenas de pelea en el ring.
- Cuando Jack llama a su hermano por teléfono, para disculparse, pero no es capáz de hablarle.
- Cuando es encerrado en una celda y descarga toda su furia, dando golpes contra la pared, rompiéndose los puños.
- La escena final, donde La Motta recuerda un parlamento de la película "La ley del silencio" de Elia Kazán (sin duda, hay gran influencia de Kazán en toda la filmografía de Scorsese).
Me sorprendió, que a pesar del fracaso personal total del protagonista, éste lograra "perdonarse", pedir perdón a su hermano (bueno, a su manera), encontrar paz en su vida y en definitiva la redención.

7,3
1.454
10
1 de junio de 2011
1 de junio de 2011
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran película de Jean Renoir, algo subvalorada en comparación con sus obras del "realismo francés" anterior a la II Guerra Mundial, tales como: "La golfa", "Los bajos fondos", "La bestia humana", "La gran ilusión" y "las reglas del juego" (aún cuando en esta última, ya se vislumbra el gusto de Renoir por el tono de vodevil).
"French Cancan", es un exquisita comedia musical, que nos cuenta de manera libre la creación de ese ícono de la diversión de París, que es el Moulin Rouge, durante la llamada Belle Epoque (que abarca desde el fin de la guerra franco-prusiana hasta el inicio de la I Guerra Mundial); período histórico marcado por el optimismo y la fe en el avance de la humanidad gracias a la paz, la ciencia y la tecnología; y al mismo tiempo marcado por el imperialismo de las potencias europeas, que luego de repartirse el mundo, se estaban armando hasta los dientes para destruir al país vecino. Tal vez, por ésta razón Renoir nos entrega una película en tono de comedia musical y filmada integramente en decorados de estudios (tanto los interiores como los exteriores), por que claramente nos entrega una visión nostálgica e idealizada de la época; lo cual se agradece, tanto por su honestidad como autor, como por la coherencia y belleza visual de la película; que transmite realmente, una sensación de pintura impresionista en movimiento, con claras referencias a los cuadros de su padre, el famoso pintor Pierre-Auguste Renoir, así como también a los conocidos cuadros y carteles de creación de Touluse Lautrec (continúo en "spoiler")
"French Cancan", es un exquisita comedia musical, que nos cuenta de manera libre la creación de ese ícono de la diversión de París, que es el Moulin Rouge, durante la llamada Belle Epoque (que abarca desde el fin de la guerra franco-prusiana hasta el inicio de la I Guerra Mundial); período histórico marcado por el optimismo y la fe en el avance de la humanidad gracias a la paz, la ciencia y la tecnología; y al mismo tiempo marcado por el imperialismo de las potencias europeas, que luego de repartirse el mundo, se estaban armando hasta los dientes para destruir al país vecino. Tal vez, por ésta razón Renoir nos entrega una película en tono de comedia musical y filmada integramente en decorados de estudios (tanto los interiores como los exteriores), por que claramente nos entrega una visión nostálgica e idealizada de la época; lo cual se agradece, tanto por su honestidad como autor, como por la coherencia y belleza visual de la película; que transmite realmente, una sensación de pintura impresionista en movimiento, con claras referencias a los cuadros de su padre, el famoso pintor Pierre-Auguste Renoir, así como también a los conocidos cuadros y carteles de creación de Touluse Lautrec (continúo en "spoiler")
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En cuanto al guión y los personajes, como señalé arriba, Renoir nos entrega una historia ficcionada de la creción del famoso cabaret parisino Moulin Rouge. Pero a Renoir, más que los hechos históricos, le interesan los sentimientos de sus personajes; y en esto demuestra su gran maestría narrativa y visual, para desarrollar en una película relativamente breve y de clara simplicidad técnica, tantos sentimientos y emociones cruzadas entre sus personajes. Destacando un genial Jean Gabin como el hedonista Monsieur Danglard, un tipo maduro con buen ojo para el negocio artístico, pero un adolescente en términos amorosos que busca en cada nueva artista que descubre una nueva amante. Ese espíritu de amor y sexualidad libre y sin prejuicios, llena la película y sorprende para una película de los años 50", y sería casi impensado de ver en una película de Hollywood de la misma época. Pero esta película es francesa, así que el espectador se puede divertir con los sabrosos enredos que provoca éste libertinaje amoroso. También tenemos a Francoise Arnould como la encantadora y para nada santurrona Nini, la nueva estrella del cancán francés, que Danglard quiere poner de moda. Mención especial para la diva mexicana María Félix, que llena la pantalla con su imponente belleza, personalidad y sensualidad en cada una de sus apariciones como la temperamental Lola de Castro.
En fin una película para disfrutar en grande, tanto por el encanto de su historia y personajes, como por su belleza estética y por su tono alegre y optimista. Esto último, algo poco habitúal en el cine francés.
En fin una película para disfrutar en grande, tanto por el encanto de su historia y personajes, como por su belleza estética y por su tono alegre y optimista. Esto último, algo poco habitúal en el cine francés.

6,4
4.286
8
16 de diciembre de 2010
16 de diciembre de 2010
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de ver la película "El cielo protector", leí la maravillosa novela de Paul Bowles; por lo que me fue difícil quitarme los prejuicios literarios para disfrutar de la película. De todos modos me gustó la película; que considero es una obra poco reconocida de Bernardo Bertolucci, quién me pareció el director más indicado para adaptar la novela, ya que es una historia esencialmente sobre la sensualidad, no sólo en el ámbito sexual, sino en todos los ámbitos del ser humano que son receptivos a los estímulos del ambiente que los rodea. Y pocos cineastas han sabido transmitir al espectador, algo tan intangible como la sensualidad, como lo ha hecho éste cineasta italiano.
La película trata de como un matrimonio norteamericano, interpretado por Debra Winger en el personaje de Kit y John Malkovich como Port y un amigo de la misma nacionalidad Tunner (Campbell Scott) viajan en los años "40 a Marruecos, para encontrarle un nuevo sentido a sus vidas y revitalizar su matrimonio; suena bastante cliché, sin embargo, tanto Bowles como Bertolucci nos muestran como los personajes caen en una trampa, ya que no pueden buscar soluciones a sus problemas personales en medio de una cultura tan distinta y que jamás entenderán. El paisaje es demasiado abrumador y potenciará sus problemas en vez de ayudarlos; despertarán sus sentidos y les nublarán la razón. En esto se agradece que Bertolucci no muestre una visión paradisiaca de Marruecos y del Sáhara (como el desierto idílico y romántico de películas como "El paciente inglés") ni tampoco haga exotismo de tarjeta postal (como en su película posterior "El pequeño Buda"). Al contrario, hará sentir el desierto a los personajes y al espectador tal como es: lleno de moscas que se les pegan a la piel, el calor, la suciedad de las cuidades, la enfermedad; sin perjuicio, de la belleza del paisaje con sus dunas y atardeceres.
Formalmente destacaría la elegancia de los movimientos de cámara, que resaltan la geografía y la sensualidad del ambiente y además, la maravillosa pieza musical de Ryuichi Sakamoto, que es realmente hermosa y conmovedora (continúo en "spoiler").
La película trata de como un matrimonio norteamericano, interpretado por Debra Winger en el personaje de Kit y John Malkovich como Port y un amigo de la misma nacionalidad Tunner (Campbell Scott) viajan en los años "40 a Marruecos, para encontrarle un nuevo sentido a sus vidas y revitalizar su matrimonio; suena bastante cliché, sin embargo, tanto Bowles como Bertolucci nos muestran como los personajes caen en una trampa, ya que no pueden buscar soluciones a sus problemas personales en medio de una cultura tan distinta y que jamás entenderán. El paisaje es demasiado abrumador y potenciará sus problemas en vez de ayudarlos; despertarán sus sentidos y les nublarán la razón. En esto se agradece que Bertolucci no muestre una visión paradisiaca de Marruecos y del Sáhara (como el desierto idílico y romántico de películas como "El paciente inglés") ni tampoco haga exotismo de tarjeta postal (como en su película posterior "El pequeño Buda"). Al contrario, hará sentir el desierto a los personajes y al espectador tal como es: lleno de moscas que se les pegan a la piel, el calor, la suciedad de las cuidades, la enfermedad; sin perjuicio, de la belleza del paisaje con sus dunas y atardeceres.
Formalmente destacaría la elegancia de los movimientos de cámara, que resaltan la geografía y la sensualidad del ambiente y además, la maravillosa pieza musical de Ryuichi Sakamoto, que es realmente hermosa y conmovedora (continúo en "spoiler").
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Luego de la muerte de Port durante el viaje, producto de una apendicitis, su esposa Kit querrá dejar todo atrás y olvidar su cultura, la muerte de su marido, la inquietud que le produce su atracción por Tunnner. A partir de ese momento, se dejará llevar absolutamente por sus sentidos y la sensualidad a un mundo totalmente desconocido para ella; uniéndose a un tuareg, al cual se entregará sexualmente una y otra vez, sin siquiera entenderle una palabra. Este hombre, la llevará en una caravana al corazón mismo del Sáhara; pocas veces tan bellamente fotografiado, pero que puede resultar un infierno para un occidental. Cuando finalmente la encuentran y la llevan de vuelta a "la civilización", parece haber perdido la razón y no tener control de su voluntad. Sin embargo, ante la posibilidad de reencontrarse con Tunner y el pasado, reacciona y decide escapar nuevamente hacia un destino incierto. Destino que aquellos que leímos la novela o vimos la película nunca conoceremos.........

7,1
2.986
8
31 de julio de 2010
31 de julio de 2010
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Considero que "Romeo y Julieta" de Franco Zeffirelli es la mejor versión que se ha realizado de la obra de Shakespeare y, a la vez, la mejor película de éste director italiano (considerando que "Jesús de Nazaret" es en realidad una miniserie de tv).
En primer lugar, fue un acierto (y una polémica en su época) poner como protagonistas a dos actores adolescentes desconocidos, pero que se ajustaban a la edad de los personajes literarios; esto le dio mayor realismo y naturalidad a las interpretaciones. Leonard Whiting estuvo muy bien en su rol de Romeo: bello y apasionado; pero sin duda, la gran revelación fue Olivia Hussey con su arrebatadora belleza angelical y no por ello menos sexi. La escena donde ambos aparecen desnudos, resulta incluso hoy arriesgada (no hay que olvidar que eran menores de edad), pero Zeffirelli le da a la escena un aura de amor puro que quita todo morbo. El resto del elenco, en su mayoría actores británicos, también muy correctos en sus roles, destacando el actor que hace de Mercuccio, tal vez la mejor interpretación de la película.
En cuanto a la puesta en escena: grandiosa, es aquí donde Zeffirelli saca a relucir sus dotes de director de ópera: los suntuosos vestuarios y decorados se funden con el relato y no son un simple adorno; la fotografía de exteriores en Verona son de una belleza impagable.
En cuanto al estilo fílmico, aquí Zeffirelli mantiene el esteticismo de su maestro Visconti, pero con un estilo de cámara más cercano a Pasolini: con abundantes primeros planos, el uso del zoom y cámara en mano (cuando es necesario). Lo interesante del estilo de dirección de cámara de Zeffirelli, es que sigue cada gesto o expresión de los actores para amplificar la intensidad de los mismos y es así como logra crear la atmósfera de tensión trágica requerida.
Otro aspecto a destacar de la película, es la hermosa composición musical del maestro Nino Rota, realmente la pieza principal logra emocionar hasta las lágrimas.
Se podrían criticar ciertos excesos melodramático e histriónicos en las interpretaciones, cosa habitual en el cine de Zeffirelli, quién a veces olvida que no es lo mismo la interpretación en el teatro que frente a una cámara; pero son detalles dentro de los grandes méritos de la película.
En primer lugar, fue un acierto (y una polémica en su época) poner como protagonistas a dos actores adolescentes desconocidos, pero que se ajustaban a la edad de los personajes literarios; esto le dio mayor realismo y naturalidad a las interpretaciones. Leonard Whiting estuvo muy bien en su rol de Romeo: bello y apasionado; pero sin duda, la gran revelación fue Olivia Hussey con su arrebatadora belleza angelical y no por ello menos sexi. La escena donde ambos aparecen desnudos, resulta incluso hoy arriesgada (no hay que olvidar que eran menores de edad), pero Zeffirelli le da a la escena un aura de amor puro que quita todo morbo. El resto del elenco, en su mayoría actores británicos, también muy correctos en sus roles, destacando el actor que hace de Mercuccio, tal vez la mejor interpretación de la película.
En cuanto a la puesta en escena: grandiosa, es aquí donde Zeffirelli saca a relucir sus dotes de director de ópera: los suntuosos vestuarios y decorados se funden con el relato y no son un simple adorno; la fotografía de exteriores en Verona son de una belleza impagable.
En cuanto al estilo fílmico, aquí Zeffirelli mantiene el esteticismo de su maestro Visconti, pero con un estilo de cámara más cercano a Pasolini: con abundantes primeros planos, el uso del zoom y cámara en mano (cuando es necesario). Lo interesante del estilo de dirección de cámara de Zeffirelli, es que sigue cada gesto o expresión de los actores para amplificar la intensidad de los mismos y es así como logra crear la atmósfera de tensión trágica requerida.
Otro aspecto a destacar de la película, es la hermosa composición musical del maestro Nino Rota, realmente la pieza principal logra emocionar hasta las lágrimas.
Se podrían criticar ciertos excesos melodramático e histriónicos en las interpretaciones, cosa habitual en el cine de Zeffirelli, quién a veces olvida que no es lo mismo la interpretación en el teatro que frente a una cámara; pero son detalles dentro de los grandes méritos de la película.
8
2 de julio de 2010
2 de julio de 2010
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que hermosa y dolorosa película es "Pelle, el conquistador", creo que es una de las películas, que mejor ha reflejado el dolor del desarraigo, que sienten los inmigrantes: el adaptarse a las costumbres de otro país, otro idioma, la explotación por parte de las clases poderosas, muchas veces el rechazo explícito de los habitantes del nuevo país y la nostalgia por su país de origen y lo que dejaron allí. Por que la película transcurre en la Dinamarca del siglo XIX, con la llegada de miles de suecos que escapan del hambre en su país, pero claramente la película tiene un sentido universal.
Gran actuación del gran Max Von Sydow, como un hombre ya mayor y débil de carácter, al cual su hijo le va perdiendo paulatinamente la admiración, pero no así el cariño; en este sentido, gran actuación también del niño (en ese entonces) Pelle Hvebegaard, con su dignidad a toda prueba, su búsqueda de una vida más digna, y no conformarse con la miseria como su padre.
Por otra parte, destaco la reconstrución de época del mundo rural, con el magnífico uso del paisaje y cambios de estación y una cámara que apenas se da a notar.
Objetaría eso si, que Bille Ausgust, cae en ocaciones en el maniqueísmo en la construcción de personajes (pero sin exesos, como en la fallída "La casa de los espíritus"), y que desarrolla ciertas historias paralelas que no aportan mucho a la historia.
En resúmen, una película que hay que ver.
Gran actuación del gran Max Von Sydow, como un hombre ya mayor y débil de carácter, al cual su hijo le va perdiendo paulatinamente la admiración, pero no así el cariño; en este sentido, gran actuación también del niño (en ese entonces) Pelle Hvebegaard, con su dignidad a toda prueba, su búsqueda de una vida más digna, y no conformarse con la miseria como su padre.
Por otra parte, destaco la reconstrución de época del mundo rural, con el magnífico uso del paisaje y cambios de estación y una cámara que apenas se da a notar.
Objetaría eso si, que Bille Ausgust, cae en ocaciones en el maniqueísmo en la construcción de personajes (pero sin exesos, como en la fallída "La casa de los espíritus"), y que desarrolla ciertas historias paralelas que no aportan mucho a la historia.
En resúmen, una película que hay que ver.
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