Ver una cinta de Tati, es como si vieras varias a la vez, es tal la profundidad de campo, todos los campos son aprovechados, y en todos ellos hay acción en la que nos dice o cuenta algo. En Play Time esto está muy especialmente expresado, contado y cuidado. No hay plano desaprovechado.

Todas acciones son como un círculo, que se vuelven a encontrar una y otra vez, hay que ver como se nos cuenta el comportamiento humano en el devenir de sus vivencias, en varios lugares distintos, todos narrados de forma ágil y con un decorado espléndido. El montaje de las acciones es de maestro, con momentos tiernos y graciosos.

Los actores sobresalientes, y un Tatí con su sorprendente interpretación, que ha sabido crear al personaje característico y que conoceremos siempre (Me viene a la memoria Charles Chaplin). Manejar los innumerables actores que aparecen en cada fotograma es todo un mérito.

En fin toda una obra maestra, que se disfruta plenamente, y para ver una y otra vez, descubriendo detalles nuevos en cada visionado.