Acostumbrados que multitud de series y películas donde se persigue a asesinos en serie ofrezcan vueltas de tuerca cada vez más inverosímiles y personajes retorcidos hasta la caricatura, "Manhunt: Unabomber" presenta un guión más que sólido, excelentes interpretaciones y una trama clásica de identificación entre cazador y presa. Si estuviésemos ante una película diríamos que es gran cine. Permite además conocer los inicios de la disciplina llamada lingüística forense, donde el análisis de los textos y el idiolecto se convierte en parte fundamental de las pesquisas. Adictiva, divertidísima y apasionante en muchos momentos. Encierra un peligro: si se empieza es de esas series que no se pueden dejar hasta que se acaban. Cuidado si tienen que trabajar al día siguiente porque pueden ir con dos horas de sueño a fuerza de poner un episodio detrás de otro.

El cine español, desde que existe democracia, parece una filmografía dedicada al eterno destape. Actrices y actores van acumulando escenas sexuales hasta tener una carrera paralela en el porno ligero. Directores pervertidos y guionistas salidos se ocupan de ello, y rara es la obra que no tiene ya a una joven enseñando sus pechos al minuto de empezar. Ante semejante rijosidad, el llamado cine de destape de los 70 se erige como una obra de mirada ingenua.

Junto a ello, es muchas veces habitual que los realizadores de las películas tomen un asunto relacionado con las ideas sistémicas para obtener prebendas de la crítica o presencia en los festivales.

En esta ocasión se funden ambos criterios, y se toma de manera farisaica la minusvalía, perdón, el director y guionista seguro que la llaman diversidad funcional. Diálogos y situaciones se quedan en procacidades propias de adolescentes pervertidillos, decantándose la película desde el principio por la superficialidad tóxica en lugar de por la hondura requerida.

De esta manera, un asunto que solicita delicadeza, elegancia y profundidad, como las necesidades sexuales de los discapacitados, queda reducido a diálogos grotescos dentro de las consabidas escenas eróticas constantes del cine español. Eso sí, desde el propio título de la película se la intenta consagrar, nunca mejor dicho, a fines superiores. Se trata, en resumidas cuentas, de una hipócrita sordidez.

Compruebo además que la actriz principal se ha llevado algún premio, lo cual resulta sorprendente, ya que realiza una interpretación más bien aficionada.

Esto quiere decir que en España uno escoger un asunto políticamente correcto, lo salpimenta con pornificación y se rinde el personal ante la magna obra.

Sigo es spoiler

Tenía pendiente desde hace tiempo esta película. Es una combinación chocante de dirección prodigiosa (fotografía cuidadísima, planos seleccionados hasta el milímetro, ángulos imposibles) con un guión simplón y en ocasiones incoherente, en líneas generales muy poco trabajado. El resultado es la mezcla de una realización de obra maestra con una historia de aficionado. ¿Recomendable? Sí para todo aquel que no la haya visto y quiera completar la filmografía de Welles o para estudiar por curiosidad su increíble puesta en escena, algo que se puede hacer si se quiere "a cachos", aunque este consejo parezca una herejía tratándose de uno de los cineastas más famosos de todos los tiempos.

Segunda película apocalíptica que veo en la que el protagonista intenta salvar a su gato a toda costa. La primera fue Apocalpisis Z, una de zombis en Galicia, y la segunda esta precuela de 'Un lugar tranquilo'. Si en la española era absurdo, en esta ocasión incluso hay un pasaje en el que sacrificar al gato salva la vida de un hombre. Pero la protagonista decide no realizar esa acción. Además es un gato que no maúlla, interfiere sólo lo justito.

Esta defensa de las mascotas en contextos sin sentido no es casual, y se une a los mensajes políticamente correctos en otros ámbitos. No descartemos que dentro de nada, en otra película, el padre de familia opte por la tortuga o el canario en lugar de por sus hijos.

La precuela en sí no aporta nada, su argumento resulta burdo y cuenta con numerosos fallos de guión. Totalmente innecesaria.

'Orígenes secretos' parece el episodio piloto apresurado de una futura serie totalmente prescindible. Es como si quitasen un cacho del planteamiento, otro del nudo y otro del desenlace confiando en que diversas gracias y la presentación paródica de unos modelos de personaje autocompleten en el cerebro del espectador lo que falta por no haberlo trabajado. Tiran por la borda una serie de ideas buenas a fuerza de no engarzar las escenas cómicas con nada sólido, como si a los guionistas les diese pereza hacer su labor. A pesar de la duración de hora y media se hace eterna y va en una absoluta cuesta abajo.