No me importa lo que otros digan sobre la lentitud de la película. He visto películas lentas pero que eran enormemente buenas.
Esta el problema es que no dice nada. O que el mensaje es tan flojo o tan simple que el resto del tiempo no lo justifica.
He visto multitud de escenas que aparecen y desaparecen porque sí: parecen escenas juntadas a lo bruto sin transiciones y muchas incluso sin demasiado sentido.
Los personajes no están desarrollados para nada. La historia tampoco.
Es una historia de domingo por la tarde, dramón sensiblero de sobremesa.
Y sobre el mensaje, está excesivamente visto y no aporta una visión o alguna sutileza nueva.
Yo me quedo con "Kiseki", que me pareció muy buena. "Una pastelería en Tokio" no me aportó nada nuevo.

Pues sí: cuando algunas personas me preguntan: ¿me podrías recomendar una película feminista? Yo siempre pienso bien, y digo: "Alien".
¿Por qué? Bueno, no creo que tenga que explicar mucho: ahí está Sigorney Weaver diciendo "Chúpate esa, monstruo de las narices".
Todos queríamos ser Sandokán de pequeños. Ahora se quiere ser como Harry Potter. ¿Porque eran muy buenas personas? ¿Muy amigos de sus amiguitos? No: todos esos valores se daban con el personaje. No hacía falta explicitarlo todo. Como en Alien.

Dejando de lado esto, qué puedo decir que no se haya dicho ya de esta película. Extraordinario ritmo, historia fantástica, ambientación, personajes... todo!
Y lo mejor y que más me gusta: preguntas. Y más preguntas. Las respuestas ya te las buscarás tú. Y eso es lo más inquietante.

Olé las narices de Scott de hacer una película y dejarlas sin explicaciones, para que nos meemos en la cama por las noches pensando y pensando.

Genial.

Pues eso: que si no fuera por los efectos especiales, sería una película de Serie Z de los años 60.

Después de toda la saga Weaver, que iba añadiendo cosas algunas mejores y otras no tanto, nos viene el telefilm este donde los personajes son ineptos, las decisiones son estúpidas y se intenta rellenar todo con bichos saltando entre sangre y visceras.

Vaya pena que hayamos acabado así.

Lo mejor que tiene es la duración: siendo una película tan pausada y sin acción, si hubiese estirado más se hubiese hecho pesada. La duración la hace perfecta.
Una pareja de espías en un enrevesado mundo.
Las actuaciones son espléndidas, sobre todo Cate Blanchett, que para mí se come la pantalla cada vez que aparece. Y Fassbender, que es inquietante: parece que no está ahí, un mueble, pero que cuando clava la mirada la clava hasta el corazón.

Es una película para paladear, sin prisas, dejándose llevar, a donde conducirá la trama. Y deleitarse con las grandes actuaciones. Para mi es una de esas películas que incluso cuando se ve posteriormente, sabiendo el resultado, se disfruta el camino.

Pues sí: ¿qué le pasa al expolicía-proxeneta? ¿Que está atontado? Tratando a todo el mundo como a porquerías, liándose a mazazos con quien le da la gana... y con todo el equipo policial mirando hacia otro lado con cara de tontos.
Es un peñazo: no me creo nada de lo que pasa, y solo me falta el flautas ese pegando mamporros a diestro y siniestro.
La idea original, es decir la que sale en el resumen de Filmaffinity, promete mucho. Desgraciadamente, todo se va por el retrete a los 15 minutos de la película. El guión tiene más agujeros que mi cuenta corriente. Y la violencia salvaje... pues no sé qué les ha dado a los coreanos por estas bestialidades, pero a mi me están empezando a preocupar.