Haz click aquí para copiar la URL
You must be a loged user to know your affinity with Sandro Fiorito
Críticas 372
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
8
23 de diciembre de 2009
34 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ópera prima de Mel Gibson (Braveheart, La pasión de Cristo)que se estrenaba como director en el año 1993 con este notable drama sobre la relación amistosa que entabla un ermitaño profesor con la cara desfigurada y un niño incomprendido que vive soportando las angustias que le brinda su familia.

El bonito cruce de dos historias elevadas por un agradable guión que esconde tras de sí multitud de mensajes, está perfectamente representado por la buena interpretación de Gibson y de Nick Stahl.

James Horner, quien también fue el encargado de componer la banda sonora de la cinta posterior a la presente comentada, Braveheart, gusta con una música suave que no busca demasiado protagonismo, pues de eso ya se encarga en si la propia película, de la que no voy a seguir hablando debido a que lo realmente interesante de este film es el descubrimiento, minuto a minuto, de cada una de sus escenas, que sin sorprender demasiado y siendo incluso livianas, transmiten mucho más de lo que parece y su conjunto acaba dejando una buena sensación.
1 de enero de 2011
31 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Probablemente la carrera de Gore Verbinski no sea de las más dilatadas de Hollywood, pero hay que reconocer que el director -o más bien sus películas- ha conseguido hacer mucho ruido dentro de su limitada pero intensa filmografía. Fue en 1997 cuando hizo las delicias de pequeños y mayores con “Un ratoncito duro de roer”, película precedida por la discutible “The Mexican” (2001), seguida ésta de la incursión del director en el género de terror con “La señal (The Ring)” (2002). Pero fue con la primera entrega de la saga de acción y aventuras “Piratas del Caribe” con la que el nombre de Verbinski se impulsó hasta adquirir un ligero reconocimiento como un director que garantiza gozosos momentos de entretenimiento con unas películas que, si bien no figurarán habitualmente en un listado de las mejores de la historia, son de agradecida factura y de muy fácil digestión.

Y esto a pesar de la larga duración de cintas como la que aquí se comenta, con casi dos horas y media de metraje a sus espaldas, llevadas en volandas por un reparto que brilla entre la calidad de su faceta histriónica y la corrección que se espera de los actores de una película de estas características: todo controlado palmo a palmo por su principal productora, la Walt Disney Pictures, quien trata que nada se le escurra entre las manos para cumplir con su objetivo de ofrecer un film apto para toda la familia, que es lo mismo que para toda la taquilla. Pero detrás de la atmósfera comercial de esta trepidante película se esconde un conjunto con carácter, ritmo alocado, una historia central rica en diversas ramificaciones sin desperdicio, mucha acción, diversión, humor, abordajes, efectos especiales de impagable resultado, encuadres maravillosos y la vida pirata ofrecida desde un tono más liviano y simpático que documental, que huye de lo sangrante y lo calamitoso en beneficio de un retrato universal -con todos los tópicos que se adjudican a los corsarios- bañado aquí en lo fantástico.

(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El rumbo de la historia lo encauza el argumento protagonizado por el genial, inimitable, sarcástico, amanerado, valiente y extravagante capitán Jack Sparrow, que surca los mares bajo la imponente bandera negra con calavera y dos huesos cruzados, en busca de aventuras, emociones y situaciones que puedan hacer crecer su riqueza. Pero donde hay un gran pirata, hay un gran enemigo: el Capitán Barbossa (Geoffrey Rush), quien se ha apoderado del navío de Sparrow, el Perla Negra, lleva hasta el extremo sus malvadas intenciones arrasando Port Royal y secuestrando a Elizabeth Swann (Keira Knightley), la hija del Gobernador Weatherby (Jonathan Pryce). El amor que el Comodoro Norrington (Jack Davenport) y el herrero Will Turner (Orlando Bloom) demuestran sobre la bella mujer, chocará convirtiéndose en una persecución a través de las aguas para lograr rescatarla y frenar el objetivo del Capitán Barbossa, que no es otro que el de servirse de la guapa mujer para encontrar una pieza de oro azteca que romperá, mediante un ritual, la maldición que durante años ha afectado a su tripulación… Mientras el Comodoro basará su principal obsesión en atrapar a Jack Sparrow, Will Turner, quien siente un gran desprecio por los piratas, acabará compartiendo barco con el citado Jack, pues las intenciones de ambos apuntan en la misma dirección: mientras el pirata desea volver a tomar su navío, Turner sólo quiere recuperar a quien va en él: Elizabeth.

El trabajo de todo el reparto es notable, y la interpretación de Johnny Depp (“Sleepy Hollow“, 1999), bañada en el histrión, estupenda. Toda una lección de personalidad propia para un personaje sencillamente arrebatador. Depp está en su salsa. Geoffrey Rush (“El discurso del Rey“, 2010) como el capitán Barbossa, aterra con su mirada dentro de un rol que pocos podían haber superado, mientras Keira Knightley desarrolla su labor con un temple admirable, anticipando lo que vendría dos años más tarde con su maravilloso papel protagonista en “Orgullo y prejuicio” (2005). Orlando Bloom (“El reino de los cielos“, 2005) demuestra corrección y algunos momentos de fugaz brillantez, aunque no me resulta para nada indispensable, y Jonathan Pryce (“Regeneration“, 1997) regala momentos y miradas sin desperdicio desde su personaje del Gobernador.

El compositor alemán Klaus Badelt (“La máquina del tiempo”, 2002) ofrece unas partituras entusiastas, con un nivel de acción similar al de las escenas de la cinta y con un fascinante resultado que sería reconocido fácilmente mucho tiempo después del estreno de esta película, hasta convertirse en una de las bandas sonoras más afamadas de las últimas décadas.

Un fenomenal viaje a través de los mares y una gran película -a pesar de sus pertinentes limitaciones- de aventuras, piratas y emociones.
19 de enero de 2010
30 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un extraño, singular y opaco personaje lleno de misterio, seriedad y soledad, vive desde hace ocho años en un hotel de Suiza. El personal y otros huéspedes del hotel se refieren a él como “el doctor” a pesar de que todo el mundo desconoce su ocupación profesional, si es que la tiene. Su nombre auténtico es Titta di Girolamo. Y está lleno de secretos que la película irá desvelándonos durante su desarrollo de una forma original y entretenida, con las características propias de su director, Paolo Sorrentino, que cuatro años más tarde dirigiría la peculiar cinta sobre la vida de Giulio Andreotti, Il divo (2008), de la que como sucede en Las consecuencias del amor, su protagonista principal está interpretado de manera magistral por Toni Servillo, actor que también dejó constancia de su gran calidad en Gomorra (2008) y otro puñado de cintas.

Pero no todo en esta película es Di Girolimo, aunque éste sí sea lo más importante de la misma. Por el hotel en el que reside, otros huéspedes también forman parte del elenco de curiosos protagonistas que hacen su aparición en la cinta, todos con una historia interesante, tales como la camarera del bar del vestíbulo, muy bien interpretada por la preciosa Olivia Magnani y un matrimonio entrado en edad y frustrado que pasó de tenerlo todo a no tener nada.

El film está rodeado de una atmósfera tranquila y reconfortante que apenas es interrumpida por algún sobresalto, y está reinado por la calidad y la narración del guión de esta película, acompañada por una banda sonora que supera las expectativas. Una cinta que merece realmente la pena ver y que supone una de esas pequeñas joyas que a pesar de su imperfección (destacando por ejemplo el poco jugo sacado a su historia romántica) constituyen un bello ejercicio repleto de curiosidades bien representadas del que no nos olvidaremos fácilmente.
14 de abril de 2010
32 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tercer mediometraje de la serie de diez capítulos de sesenta minutos de duración que Krzystof Kieslowski realizó para la televisión pública polaca entre 1989 y 1990 basándose en los diez mandamientos.

Desde el argumento de este episodio, inspirado en el mandamiento "Santificarás las fiestas", director y reparto dibujan la Nochebuena vista desde la perspectiva de la soledad y la melancolía, mostrando la otra cara del festejo de una forma tan real como la más característica de tan señalada fecha. Las sonrisas, los villancicos y la muchas veces postiza sensación de unión son cambiados por lamentos, miradas que buscan compasión y situaciones desesperadas, vistas desde los ojos de Janusz (Daniel Olbrychski), un taxista que se dispone a celebrar la navidad en una plena armonía que se ve interrumpida al recibir una llamada a su casa desde el portero automático, a pesar del empeño del protagonista de aislarse (desconecta el teléfono de la línea) en esos momentos por completo del exterior. Abajo, ante ese portal de la característica urbanización de gigantes bloques de hormigón, le espera Ewa (Maria Pakulnis), un amor pasado que vuelve pidiendo ayuda ante la reciente desaparición de su marido.

Con todo, la película ofrece como ya he dicho la panorámica de la navidad desde otro punto de vista, en el que las calles desiertas y sólo acompañadas por la nieve, son para los solitarios y los que tienen que trabajar durante esas horas, destacando de entro todos los personajes que componen estos momentos la figura de un médico de urgencias somnoliento, los policías o la vigilante de seguridad de la estación. La atmósfera en la que se ve inmersa la película es inmejorable, apoyado esto por la buena fotografía de Wieslaw Zdort y Edward Klosinski, que consiguen trazar de manera natural el reflejo desolador e introspectivo que radian todos sus fotogramas.

El reparto dota de mayor credibilidad al ya de por sí realista argumento. Daniel Olbrychski y Maria Pakulnis empatan en calidad gracias a unas interpretaciones cargadas de gestos, miradas y excelente narrativa. Artur Barcis, ese simbólico extra que tan intrigado me tiene, vuelve a hacer su aparición estelar en uno de los momentos más impactantes de la cinta.

Como siempre, la buena aportación musical de Zbigniew Preisner engrandece el conjunto del mediometraje compartiendo la fuerza de sus notas al mismo nivel del argumento y las interpretaciones, no teniendo intención los compases de pasar desapercibidos, pero tampoco pretendiendo llevarse un protagonismo excesivo, hecho que confluye en la igualdad general de todo el producto.
14 de enero de 2010
32 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con un trasfondo bélico, la película, que posee un extraño encanto, es un más que aceptable y emotivo retrato sobre la amistad más sincera, representada por dos jóvenes atletas amateurs que se conocen durante una competición de carreras que supone el pistoletazo de salida de una fuerte amistad que incluso les llevará a compartir uniforme bajo bandera australiana, en la batalla de Gallipoli, en la península turca del mismo nombre, que tuvo lugar en 1915 durante la Primera Guerra Mundial.

Una vez en el frente, los soldados reciben con indiferencia el combate al no percibir los efectos del mismo y su inconsciencia les lleva a desarrollar su vida cotidiana con alegría, tomándose la misión como una aventura vacacional de la que sólo más adelante se darán cuenta que será muy difícil salir airosos de la misma.

Recordando -quizá sin darse cuenta- a la película de Stanley Kubrick, Senderos de gloria (1957), critica la guerra mediante el uso de sus escenas, donde la retrata como algo absurdo e irracional, consiguiendo hacer llegar al espectador una consecuente sensación de impotencia y frialdad.

Su banda sonora combina la excelencia y el acierto del uso del Adagio de Albinoni que, cada vez que hace presencia, estremece, y lo extravagante (que en este caso me encanta) de la inclusión del casi futurista Oxygene (2ª parte) de Jean Michel Jarre. Correcto trabajo de todo su reparto.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para