Álex de la Iglesia maneja bien la cámara y muestra una fotografía impecable. Pero creo que ya va teniendo edad suficiente como para poder dejar atrás la escatología y el mal gusto, y centrarse en un guión más desarrollado y menos atolondrado. Me pregunto qué tienen de artísticos esos filmes de Álex llenos de basura, situaciones grotescas, comentarios soeces y totalmente evitables, y personajes que rayan el paroxismo de lo absurdo. Ese cine me produce verdadero dolor de cabeza y no pienso abrir la puerta a ninguna migraña más.

Venga, va! La vi precavidamente atendiendo a las malas críticas que aquí se han vertido. Y me entretuvo sobremanera, descartándolas por tanto de un plumazo. Hacía tiempo que no me sentaba con mi familia delante del insolente y publicitario televisor, un domingo cualquiera, de ésos en los que el aburrimiento existencial hace acto de presencia de manera dolorosa, vaya usted a saber por qué. Decir que tiene aires de telenovela al uso está de más, pues es evidente. José Luis rueda con escaso presupuesto, se arriesga con el mito inglés y se divierte trayéndola a un Madrid siempre sugerente. Gracias, Sr. Garci, y a todos los estupendos actores que en ella intervienen.
Elemental, querido lector:
El amor se sobrelleva mejor así —e incluyo también esos entrañables ratos en familia—, ante esos domingos de pavorosa niebla.

Cine sin pretensiones. Pues el asqueante mundo del narcotráfico ha de ser denunciado sin aspavientos cinéfilos. Del Toro borda el papel y muestra el rostro de una realidad que da miedo de verdad. Dé gracias de vivir en un país donde, a pesar de sus imperfecciones, reina cierto orden y cordura.

Una delicia de película encontrada y disfrutada entre el vertiginoso marasmo del streaming. Una historia del auge y caída de una gran idea en el voraz mundillo de las nuevas tecnologías; del contraste entre el joven frikismo que inventa genialidades y la necesaria, y a menudo ilícita pero perdonable, actitud de un tiburón de las finanzas que ha de recorrer todos los rincones que hagan falta para buscar la máxima rentabilidad antes de que llegue la debacle.

Hay momentos de humor geniales y mucha mala leche con la que se acaba simpatizando, pues no transcurre esta vida por un lecho de ros... zarzamoras. Y se requiere actuar deprisa.

Esperaba mucho más de la película. La he visto por respeto a Clooney y a la Ciencia ficción. Tras no decirme nada, me sumerjo en la perspectiva psicológica para sacarle algún provecho… Y es así como veo una historia que versa sobre la vida truncada por orgullo, y que quiere ser redimida en un más allá deseado, científico y esperanzador.