Haz click aquí para copiar la URL
España España · Valladolid
You must be a loged user to know your affinity with Marcos B
Críticas 78
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
8
18 de enero de 2018
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La capacidad de un cineasta no reside sólo en su mirada, sino en la experiencia global provocada en el espectador. Cuando asisto a los territorios de Terrence Malick, siento que mis sentidos se agudizan: necesito más tiempo para observar cada plano, necesito más tiempo para comprender sus palabras; para compartir sus diálogos, y fundirme con sus canciones. El tiempo se dilata y dejo de percibirlo tal y cómo es, si es que realmente existe un durante.

Me siento mecido en lugares de ensueño que parecen mucho más extensos, mientras me pierdo en mis propias experiencias vitales, sin dejar en ningún momento de sentirme hechizado, por las hiperrealistas situaciones que viven sus intérpretes. A veces puede ser un lugar, otras una mirada o un gesto; acompañadas por sentimientos y actitudes, que no pueden ser otra cosa que La Vida. La Vida, ese estado permanente de consciencia, que se adereza con la compañía de otras personas. Con el rozar de otra piel. Sintiendo que te deslizas, en una espiral de amores y desamores, casualidades y traiciones. Encuentros, desencuentros y muerte.

Malick nunca ha dirigido estrictamente a sus actores. Prefiere inocular estados de ánimo, y a partir de breves indicaciones dejar que el torrente de emociones empiece a fluir. No permite permeabilidad, y prefiere que las situaciones crucen cauces con distintos grados de profundidad. Y en esta ocasión más que nunca, decide arrullar yendo de canción en canción, mientras nos esboza con pinceladas largas el ascenso y la caída dentro de la industria musical. Una muy poco banal excusa, para seguir desnudando almas solitarias, en un permanente estado de soledad habitada. En el que conocer a alguien, lleva a otra persona, mientras que sin darte cuenta estás conociendo a la siguiente. En un juego de decisiones, que parecen seguir un extraño hilo invisible con destinos, muchas veces inexorables.

Un demiurgo que juega a su antojo con sus criaturas, permitiendo en ocasiones que escuchemos sus pensamientos. A veces lejanos, otras cercanos. Con abundancia de planos largos, minuciosamente planificados; cuidados hasta el último detalle. Cámara que parece captar lo más íntimo, y que provoca cierto reparo a mirar, por miedo a que podamos interferir dentro del relato. Todo en un mundo de incesantes cambios. Repleto de picos y miserias, en el que la sensación de espejo es inevitable. Malick no nos deja ver, nos exige Mirar. Más que nunca quiere que escuchemos y dejemos de oír. De productor a compositor, de cantante a oyente. Susurrando. Viajando de un escenario a otro, de concierto en concierto; boca con boca y a corazón abierto. Mimetizándome con canciones que palpitan, mientras acaricio tus mejillas.

Más allá del mundo entero, más allá del universo. Pasó una noche, pasó una mañana; la siguiente pista del reproductor había comenzado. Madre, Vida, Pareja y Caballero. Y bajo su sombrero tejano, parecía oírse sólo un “te quiero”.
11 de mayo de 2023
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una ballena aparece varada en la playa de San Sebastián. Este gran ser vivo es presa de su propia inmensidad, inmóvil, mientras permanece a la espera en su lecho de arena. Una muchedumbre curiosa acude a las inmediaciones para contemplar al cetáceo, desorientado, cuya única actividad se reduce a un gran ojo que escudriña con su mirada impávida a la congregación del gentío. Allí, junto al peso inamovible de la criatura, se cruzan las miradas de Lara (Loreto Mauleón) y Daniel (Iñigo Gastesi); ojos de tiempos pasados que, de algún modo, quedaron varados en otra época, lugar, compartiendo un mismo y melancólico pesar. Una vuelta de página que arrastra una profunda cicatriz, emborronando palabras pretéritas: las que se dijeron y aquellas que quedaron en el tintero.

Lara y Telmo deciden volver de París para asentar su domicilio en San Sebastián. El azar hará que se crucen con Daniel y Vera cuando buscan piso a través de la inmobiliaria familiar, propiedad de la madre de Daniel.

Alberto Gastesi, filma su primer largometraje localizado en las calles y rincones de una nostálgica y humeda San Sebastián. Después de varios trabajos en corto (‘Istmo’, 2005; ‘Tempest’, 2012; ‘Cactus’, 2018), desembarca en una reflexiva y evocadora historia en la que dos parejas ven como algo trastoca sus vidas, haciendo aflorar sentimientos y sensibilidades aparentemente enterrados. Un bello poema de la memoria, rodado en blanco y negro con pinceladas de color, que nos habla del pasado, las oportunidades, el abandono, la pérdida y el olvido.

— Nos encontramos ante un panorama de montañas rusas y peces atrapados —, atendiendo a las palabras del propio Gastesi, presente en el pase previo antes de que la película se estrene el próximo viernes. Un trabajo que confía en un equipo familiar, haciendo el tipo de cine que en ese momento querían hacer.

Alberto Gastesi se muestra hábil entretejiendo atmósferas contrastadas y diálogos. Sabe imprimir un carácter especial a la ciudad, transformándola en un personaje más en consonancia con los personajes que maneja y sus estados de ánimo. Momentos del pasado y presente hilvanan una narración ágil, situando al espectador en diferentes épocas y dimensiones, enriquecidas recíprocamente por los detalles sembrados en su guion. Emocionan esos rostros que se miran reencontrados y sin reproches.

Las calles son versos por los que caminan sus protagonistas. Los interiores son confesionarios estructurados en los que se apuntala la palabra. La música brota desde el pasado, propiciando la pausa y el balance necesario para poder continuar hacia delante. El jazz articula una melodía improvisada capaz de fusionar las diferentes capas de la estructura narrativa.

Todo fluye con calma en mitad de una potente tormenta interior. El espectador se ve obligado a bajar el ritmo planteando sus propios interrogantes, mientras los protagonistas lidian con los suyos cobijados de la lluvia en una oscura noche.

Aquellos momentos que no serán y pudieron haber sido. Las miradas rotas de toda una generación desorientada, varada por las vicisitudes caprichosas de los hechos impredecibles de la vida. Un notable debut que acaricia con respeto y honestidad.



https://cinemiamor.wordpress.com/2023/05/11/cines-casablanca-ojala-te-hubiera-hablado-la-quietud-en-la-tormenta-2023-alberto-gastesi/
7 de agosto de 2022 4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos encontramos en la Viena de 1906. Hanna Leitner (Maresi Riegner), esposa y madre de dos hijas, se mueve en los estratos de la alta burguesía, bajo la opresión de un mundo en el que no termina de encajar. Enferma de asma, y en medio de una crisis respiratoria, el reposo parece presentarse como única alternativa a su dolencia; una enfermedad que la postra y la limita física e intelectualmente, relegándola a un mundo de mera observación, objeto de rutina sexual y fotógrafa no realizada, conformándose a solo mirar la actividad profesional de su marido.

Con nocturnidad, decide marchar al Sanatorio de Monte Verità, en la ciudad de Ascona al sur de Suiza. Con rapidez se encontrará inmersa dentro de un ambiente magnético, rodeada por una naturaleza acogedora que conecta directamente con su sentir y ser más profundos. Allí, en Monte Verità, empieza a encontrarse consigo misma, hallando poco a poco la realización personal.

El director, Stefan Jäger, toma como punto de partida los hechos reales de Monte Verità, en el distrito suizo de Locarno. Fundado por Henri Oedenkoven e Ida Hofmann, a medio camino entre el sanatorio y comuna primitiva, caminamos a través de un mundo etéreo y bohemio a principios del Siglo XX, mucho antes de que surjan los movimientos de liberadores que aglutinan a personas y artistas de toda índole. Jäger, utiliza el personaje de Hanna Leitner como eje vertebral para articular la acción; dando cita en un mismo lugar a personajes reales y de ficción. Con exquisita sensibilidad, asistimos a la plasmación del guion escrito por Kornelija Naraks, inundado de un mensaje inspirador que nos sacude hondo, gracias a la riqueza y los matices de los intérpretes. Desde la real y misteriosa Lotte (Hannah Herzsprung), a las vidas de la bailarina Isadora Duncan, el escritor Hermann Hesse o el terapeuta Otto Gross.

La inspiradísima banda sonora de Volker Betelmann, se transforma en un personaje mayor más, consiguiendo que las secuencias con partitura crezcan a niveles absolutamente místicos y cautivadores; atravesando los paisajes montañosos con una sobrecogedora fotografía de Daniela Knapp, dando vida a los entornos y bosques.

Cada elemento nos conduce de forma inexorable hacia la conversión de Hanna Leitner. Su disciplinado cariz como fotógrafa del lugar, nos traslada a bellas fotografías en blanco y negro. Emociona cada vez que destapa el objetivo de las antiguas cámaras fotográficas y, con cariño, coloca las planchas fotosensibles como si de un preciado tesoro se tratase. De menos a más, haciéndose enorme en medio de la inmensidad, controlando los tiempos de exposición para obtener un resultado perfecto.

La historia de una joven mujer, que en silencio grita en rebeldía para conseguir la preciada y justa libertad personal. Una mujer que no olvida sus orígenes, escribiendo y manteniendo el contacto con su familia aun a riesgo de no ser correspondida.

Un pasaje a mirar de frente y sin miedo, recorriendo esas fotografía que retratan una época. Un atardecer que augura nuevas y excitantes fotografías, atrapados por una mirada optimista, en un trabajo cinematográfico repleto de valentía; donde las épocas se unen, el alma vibra y nos agita en la butaca del cine henchidos de puro gozo.



https://cinemiamor.wordpress.com/2022/08/07/la-libertad-te-pertenece-la-fotografa-de-monte-verita-2021-stefan-jager/
Comuneros
Documental
España2022
7,1
511
Documental
7
22 de junio de 2022 4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sus nombres: Juan Bravo, Juan de Padilla y Francisco Maldonado. Para algunos, héroes; para el Reino de Carlos I, un hatajo de traidores a exterminar. La Guerra de Comunidades en el corazón de la España del Siglo XVI, se convierte en un evento histórico de primera magnitud. Sanguinario, atroz, visionario e inspirador; con ecos que retumban, no solo si aguzamos el oído en la tierra de la Campa de Villalar, sino en muchos hechos acontecidos durante los siguientes cinco siglos de la Historia Europea.

‘Comuneros’ es una película multidisciplinar, que aúna en su desarrollo: documental, investigación, animación y enseñanza. Pablo García Sanz, (‘¡Folk!, Una mirada a la música tradicional’, 2018) construye un relato apasionante a la vez que instructivo, dotando a la narración documental de recursos cinematográficos, muchas veces más propios del cine de ficción, que nos conducen al cine histórico, con intrigas y revueltas, y un tono épico y emocionante que consigue atrapar al espectador a través de la fascinación de la época. Para ello reúne a un equipo de 18 historiadores que irán desgranando sus puntos de vista, ofreciendo sus conocimientos para comprender esta batalla. A la vez, intercalará imágenes de los emplazamientos originales en los que tuvieron lugar los sucesos.

La película se transforma en una enorme batalla de risk, repleta de nombres y apellidos para la eternidad. Un proyecto que se alarga en su proceso de creación durante más de dos años, para conseguir un acabado pulido y potente al mismo tiempo. Las sobresalientes secuencias de animación, resplandecen dando vida a los personajes del momento, consiguiendo una profunda inmersión histórica. Es la contundente voz en off la que estremece, la que se mezcla con las bellas composiciones de El Naán, potenciando, más si cabe, la sucesión de acontecimientos. Se nos muestra, de forma minuciosa, los parajes de Tierra de Campos y sus imponentes fortalezas. Las construcciones y la arquitectura de Castilla adquieren vida; a veces sus casas, sillerías y artesonados parecen hablar más allá de su condición inanimada, saltando las fronteras de la propia pantalla de la sala de cine.

Un film que se beneficia de un atronador diseño de sonido, cautivando con sus muchos matices en la atenta escucha; aderezado con una soberbia dirección de arte, mimada en cada uno de sus ángulos, sorprendiendo con su acabado visual. Suma al conjunto una gran dirección de fotografía que destaca en las localizaciones exteriores. Bellos cuadros de los campos castellanos y su entorno, testigos de ancestrales batallas. El montaje, pletórico de destreza en su elección, otorgando un ritmo dinámico.

Los nombres que nos acompañan en plazas, calles y monumentos cobran una nueva dimensión. Los Tres Comuneros, el Sacro Imperio Romano Germánico. El Obispo Acuña y María Pacheco, pionera y continuadora del espíritu comunero. Una película que habla, diferenciando con sapiencia, de revolución, revuelta y rebelión. De la lucha por unos ideales, con libertad y sin nacionalismos, que aún reverberan desde el fragor de la encarnizada batalla y posterior ajusticiamiento. El Mito, ese que pasa por tres fases: paraíso, caída y redención. Ramales de nuestra historia que nos hacen comprender el presente, con los intrincados y complejos instrumentos puestos en las manos del cine. El cinematógrafo, testigo de excepción para la Historia.
13 de mayo de 2022 4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera toma de contacto que tiene el espectador con la película, es la ventana que pertenece a la habitación de María Lejárraga, mientras Kiti Mánver, apasionada, da voz a la vida de nuestra protagonista; aunque realmente, sin lugar a dudas, es la voz de muchas. Una voz que traspasa los límites del encuadre y nos habla con sutileza y calidez de una vida, de su vida.

María Lejárraga. Es posible que no hayáis oído hablar de ella, y si lo habéis hecho, es más que probable que lo hayáis hecho con otro nombre. Porque la vida no siempre es justa y los tiempos que nos tocan vivir pueden ser tremendamente invisibilizantes. Al igual que el de ella, el de otras tantas; desterradas, exiliadas, condenadas al ostracismo y olvido más cruel. Ahora bien, si hablamos de Gregorio Martínez Sierra seguramente tengáis mucha más suerte en la búsqueda, porque Gregorio era, es y será María; por fortuna el paso del tiempo reclama a los originales y la justicia, demasiado lenta pero implacable, reclama nombres verdaderos. Restablecer la identidad como arqueología de devoción y fe.

María Lejárraga, escritora, docente, política dramaturga, letrista y mujer en libertad. Firmando sus trabajos con el nombre de Gregorio, su marido. María, mujer que ilumina las vidas de Juan Ramón Jiménez, otorga letra a la música inmortal de Manuel de Falla, encandila a García Lorca o firma ‘Canción de Cuna’, al lado neutralizante de su gestor, que vende con labia meritos que no le corresponden en Broadway y Hollywood. Hombre de palabras impenitentes entre los bastidores de la Metro y la Fox, rondando las faldas de Catalina Bárcena, llevándose los triunfos y hurtando vilmente voz, nombre y puño y letra.

Laura Hojman (Tierras Solares, Los Días Azules) filma con habilidad un retrato que resplandece, instruye y termina emocionando. Una película repleta de luz en medio de las sombras de una mujer inspiradora. Un trabajo documental con tramos ficcionados por Cristina Domínguez, interpretando a María con una imborrable sonrisa en el rostro; da paz, destila amor. Espléndido resultado en la utilización de las cámaras Cine Alta de Sony, obteniendo una luz y definición abrumadoras. Bellos son los textos del guion de la propia directora. Una preproducción e investigación que se alarga a lo largo de más de seis meses; buceando en infinidad de archivos, llamando a multitud de puertas, sumergidos y empapados en documentos e imágenes de archivo que dan contexto al tejido de la película.

Amplía los conocimientos complementando con las intervenciones de Vanessa Montfort, Remedios Zafra, Juan Aguilar, Rosa Montero, Manuela Carmena, Isabel Lizarraga y Antonina Rodrigo. Allí, en El Palacio de Longoria, una vez presidido por aquel hombre que no escribió una sola línea.

Emociona en su alegato final, rindiendo homenaje a ellas, a todas ellas. Aquellas que aún están en un segundo plano y los libros de texto se niegan a recoger con rotundidad. Ilumina y traspasa la gran pantalla, a aquella que nunca debió perder su máquina de escribir. María, esa luciérnaga alumbrando en medio de la noche.



Publicado originalmente en: https://cinemiamor.wordpress.com/2022/05/13/nombres-robados-a-las-mujeres-de-espana-maria-lejarraga-2022-laura-hojman/
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para