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7,3
17.006
7
11 de agosto de 2024
11 de agosto de 2024
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Holdovers empieza lenta y aburrida, para qué engañarnos. Pop rock buen-rollista, un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra con un internado para pijos de los 70 y mucha nieve, que pega para estrenarla en estas fechas. Mocosos malcriados que se tienen que quedar en la sala común a pasar las vacaciones de Navidad con otros mocosos malcriados.
Un profesor bizco, tímido y desaseado, que interpreta un Paul Giamatti pasado de carajillos nos mantiene interesados durante los primeros 45 minutos. Giamatti ya cooperó con Alexander Payne en “Sideways (2004)” y es cara conocida del mejor indie americano. Borda su papel, que es siempre parecido por otra parte.
La peli va cogiendo envergadura a medida que conocemos al trío protagonista y desde que se quedan solos el profesor Hunham, la gruesa cocinera Mary y el insolente alumno Angus, unos perdedores a los que la vida no ha tratado bien, se hace realmente disfrutable. Entre ellos irá surgiendo una complicidad de la que el espectador se siente parte. Muy emotiva por momentos, no pierde nunca el tono amable y la música que nos parecía un pelín cargante intercala villancicos, arias de ópera además del ya mencionado rock/folk suavecito y transmite siempre buena onda. Un acierto. La fotografía es también notable y la nieve y el colegio resultan personajes más de esta cálida historia invernal.
Se convierte en un precioso cuento navideño, con un enfoque laico y racionalista, pero con lo mejor del espíritu de las fiestas.
El acercamiento a la enfermedad mental me ha parecido muy acertado y los problemones de los personajes se tratan con respeto, ternura y sin caer en dramatismos exagerados. Las píldoras de humor negro desengrasan bien el guion tan duro. Otro acierto.
Una historia minimalista, como la Gnossienne de Satie que toca Angus en el piano del salón de actos.
Quedaos del mundo: ¡Uníos!
Un profesor bizco, tímido y desaseado, que interpreta un Paul Giamatti pasado de carajillos nos mantiene interesados durante los primeros 45 minutos. Giamatti ya cooperó con Alexander Payne en “Sideways (2004)” y es cara conocida del mejor indie americano. Borda su papel, que es siempre parecido por otra parte.
La peli va cogiendo envergadura a medida que conocemos al trío protagonista y desde que se quedan solos el profesor Hunham, la gruesa cocinera Mary y el insolente alumno Angus, unos perdedores a los que la vida no ha tratado bien, se hace realmente disfrutable. Entre ellos irá surgiendo una complicidad de la que el espectador se siente parte. Muy emotiva por momentos, no pierde nunca el tono amable y la música que nos parecía un pelín cargante intercala villancicos, arias de ópera además del ya mencionado rock/folk suavecito y transmite siempre buena onda. Un acierto. La fotografía es también notable y la nieve y el colegio resultan personajes más de esta cálida historia invernal.
Se convierte en un precioso cuento navideño, con un enfoque laico y racionalista, pero con lo mejor del espíritu de las fiestas.
El acercamiento a la enfermedad mental me ha parecido muy acertado y los problemones de los personajes se tratan con respeto, ternura y sin caer en dramatismos exagerados. Las píldoras de humor negro desengrasan bien el guion tan duro. Otro acierto.
Una historia minimalista, como la Gnossienne de Satie que toca Angus en el piano del salón de actos.
Quedaos del mundo: ¡Uníos!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¡El amor lo vence todo, cenutrios!
SerieAnimación

8,0
2.026
Animación
7
11 de agosto de 2024
11 de agosto de 2024
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llego a esta serie porque me gusta el anime y me encanta el boxeo.
Encajo el primer golpe: Para el capítulo 10, la nota y la mayoría de las críticas me parecen un poquito exageradas, por decirlo sin faltar. La sigo viendo porque tiene un ¡8! en filmaffinity, hay críticas muy curradas y porque encajo bien las decepciones :), pero llegar hasta aquí ha sido complicado. Los dibujos no destacan, los personajes son de cartón piedra. La serie parece hecha para adolescentes maltratados y sólo para ellos. ¿La otakulocura, ese conocido nicho de FA me hizo perder 3 horas de mi vida? ¿Es una estafa todo? ¿Promociones Don King? ¿KO por aburrimiento?
Venga, venga, le pongo un 4 y lo dejo, que no quiero ser el cenizo de turno. Me veo el último combate y lo dejo…
Jab: Capítulo 11. Decido escribir una crítica porque se me ha puesto la carne de gallina cuando Ippo Manugouchi (nota: es increíble que me sepa su nombre) se cambia de guardia. Veremos hacia donde evoluciona todo esto.
Jab jab: Me ha vuelto a pasar. Carne gallinácea, pelos erizados. La serie me sigue pareciendo para adolescentes, pero si no para todos, sí para los amantes del boxeo.
Jab, Directo fortísimo: Estoy metidísimo. Hace mucho que mi cerebro se apagó y ya solo disfruto del duro entrenamiento y los combates a lo goku.
Combinación, gancho y K.O: Pues eso, los guionistas me han recordado los valores del boxeo, el noble arte. Y los de un buen anime. Venía con una buena guardia, pero los capítulos entran como cuchillo en mantequilla. Espero cada combate como si fuese un Tommy "the Hitman" Hearns,vs Marvin “Marvelous” Hagler, cada reto que se inventan apasiona. Soy Ippo y voy a ser campeón del mundo. Me dan un poco de cloroformo y me ponen a dormir. ¡Grandes sensaciones!
Ya en la habitación del sueño, pienso en bola de dragón y caballeros del Zodíaco y y me doy cuenta de que las palizas, los entrenos extenuantes y la relación que tiene Ippo con sus amigos del gimnasio son mucho mejor aquí, que en las sagas que nos tragamos de niños.
Un 7.
Encajo el primer golpe: Para el capítulo 10, la nota y la mayoría de las críticas me parecen un poquito exageradas, por decirlo sin faltar. La sigo viendo porque tiene un ¡8! en filmaffinity, hay críticas muy curradas y porque encajo bien las decepciones :), pero llegar hasta aquí ha sido complicado. Los dibujos no destacan, los personajes son de cartón piedra. La serie parece hecha para adolescentes maltratados y sólo para ellos. ¿La otakulocura, ese conocido nicho de FA me hizo perder 3 horas de mi vida? ¿Es una estafa todo? ¿Promociones Don King? ¿KO por aburrimiento?
Venga, venga, le pongo un 4 y lo dejo, que no quiero ser el cenizo de turno. Me veo el último combate y lo dejo…
Jab: Capítulo 11. Decido escribir una crítica porque se me ha puesto la carne de gallina cuando Ippo Manugouchi (nota: es increíble que me sepa su nombre) se cambia de guardia. Veremos hacia donde evoluciona todo esto.
Jab jab: Me ha vuelto a pasar. Carne gallinácea, pelos erizados. La serie me sigue pareciendo para adolescentes, pero si no para todos, sí para los amantes del boxeo.
Jab, Directo fortísimo: Estoy metidísimo. Hace mucho que mi cerebro se apagó y ya solo disfruto del duro entrenamiento y los combates a lo goku.
Combinación, gancho y K.O: Pues eso, los guionistas me han recordado los valores del boxeo, el noble arte. Y los de un buen anime. Venía con una buena guardia, pero los capítulos entran como cuchillo en mantequilla. Espero cada combate como si fuese un Tommy "the Hitman" Hearns,vs Marvin “Marvelous” Hagler, cada reto que se inventan apasiona. Soy Ippo y voy a ser campeón del mundo. Me dan un poco de cloroformo y me ponen a dormir. ¡Grandes sensaciones!
Ya en la habitación del sueño, pienso en bola de dragón y caballeros del Zodíaco y y me doy cuenta de que las palizas, los entrenos extenuantes y la relación que tiene Ippo con sus amigos del gimnasio son mucho mejor aquí, que en las sagas que nos tragamos de niños.
Un 7.

7,4
7.348
6
11 de agosto de 2024
11 de agosto de 2024
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Así llamó Salvador Allende a la “vía chilena al socialismo” de su Unidad Popular, especie de frente popular chileno. La película es una excusa estupenda para revisitar esa parte de la guerra fría que se desarrolla en América latina. Lo de Salvador y U.P no coló. Allende fue llamado al suicidio el 11 de septiembre de 1973, que ejecutó con el Kalashnikov que le había regalado Fidel Castro. Una ráfaga en la barbilla y una bonita carta de despedida, búsquenla.
Siguieron 17 años de dictadura militar.
Machuca tiene como telón de fondo ese clima tenso, opresivo y caótico de los grandes acontecimientos. Un campo de fútbol de tierra, que nos regala algún plano precioso, separa las chabolas y los departamentos de lujo de Santiago. Los grafitis son incendiarios, dan miedo. La tele, la prensa y el cuñado, también. “Momios ignorantes como tú”, se enfrentan al “pueblo” de Allende en manifestaciones de alta tensión. No pasa nada, Gonzalo tiene amigos nuevos.
Desde la escena en la que el rubito asqueroso le pide que pegue a Pedro Machuca y acaban fraternizando, la peli engancha y emociona en algún momento. Muy guapas las manifas en las que Silvana, Pedro y Gonzalo venden banderitas de cualquier color. ¡Quien no bote es un momio!, lo que viene a ser un pijo asqueroso. Amor a primera vista (ya desde la furgo). Muy guapo besar a Silvana, esa ninfa de las chabolas. Menos guapo comerse las babas de Pedro.
Amor y amistad imposibles. Como Tod el zorro y Toby, el sabueso criado para acabar cazándolo, pero en carne y hueso. Una película especial. Una pena todo.
Siguieron 17 años de dictadura militar.
Machuca tiene como telón de fondo ese clima tenso, opresivo y caótico de los grandes acontecimientos. Un campo de fútbol de tierra, que nos regala algún plano precioso, separa las chabolas y los departamentos de lujo de Santiago. Los grafitis son incendiarios, dan miedo. La tele, la prensa y el cuñado, también. “Momios ignorantes como tú”, se enfrentan al “pueblo” de Allende en manifestaciones de alta tensión. No pasa nada, Gonzalo tiene amigos nuevos.
Desde la escena en la que el rubito asqueroso le pide que pegue a Pedro Machuca y acaban fraternizando, la peli engancha y emociona en algún momento. Muy guapas las manifas en las que Silvana, Pedro y Gonzalo venden banderitas de cualquier color. ¡Quien no bote es un momio!, lo que viene a ser un pijo asqueroso. Amor a primera vista (ya desde la furgo). Muy guapo besar a Silvana, esa ninfa de las chabolas. Menos guapo comerse las babas de Pedro.
Amor y amistad imposibles. Como Tod el zorro y Toby, el sabueso criado para acabar cazándolo, pero en carne y hueso. Una película especial. Una pena todo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Silvana, entiendo que había que matarte (la vida, los golpes de estado no son Disney) pero que sepas que eres un personaje que enamora. Gracias, Manuela Martelli, por tu interpretación.
Yo pillé unas empanadas (reconozco que eran argentinas, no encontré chilenas), una botellita de Seña, valle de Aconcagua 2015 de la bodega de papá y me monté un plan de notable, aunque creo que la cena fue mejor que la película. Bastante mala la parte familiar con el bueno de Federico Luppi. Pegotón.
Hagan como yo y disfruten sus empanadas. Y hagan como Franco o Pinochet: No se metan en política ¡! Pueden acabar como Allende, sin vino, sin empanadas y con los sesos al aire.
Yo pillé unas empanadas (reconozco que eran argentinas, no encontré chilenas), una botellita de Seña, valle de Aconcagua 2015 de la bodega de papá y me monté un plan de notable, aunque creo que la cena fue mejor que la película. Bastante mala la parte familiar con el bueno de Federico Luppi. Pegotón.
Hagan como yo y disfruten sus empanadas. Y hagan como Franco o Pinochet: No se metan en política ¡! Pueden acabar como Allende, sin vino, sin empanadas y con los sesos al aire.
MiniserieDocumental

8,2
16.362
7
11 de agosto de 2024
11 de agosto de 2024
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sorprende que en una película sobre Jordan, el Dios del baloncesto, de tu bolsillo y hasta de tu sagrado tiempo si te descuidas, protagonista de Space Jam (1996), aparezcan numerosos secundarios tanto o más importantes que el ídolo que todos conocimos, admiramos y añoramos. Y por el que algún tiempo ha de ser sacrificado.
Desde un Scottie Pippen, bien comido y mal pagado, que se dedica a llorar durante media película para intentar disimular como alero/cocinero, su puesto de primer oficial, eterno en su voluntad de llegar a Capitán de barco o de cualquier cosa con tablas salvadoras. Hasta el más hosco y predecible Steve Kerr, que la sabe botar y es caucásicamente e intimidatoriamente simbólico, pasando por el incomprendido Toni Kukoc, que venía de una guerra y al que la metralla se la suda. Los blanquitos saben meterla. Por no hablar de Dennis Rodman: Luchador, voluntarioso esbirro de sí mismo. Un elemento que puede hacer que el equilibrio que Bad Pistons- Bulls sostienen en inclinada balanza hacia la Verdad escondida en los grandes lagos del Canadá, se haga realidad.
Para pensar en lo que podría suponer un equipo rival, nunca achantado y con alguna jugada yugoslava de codos propios en bocas ajenas, con sangre en el parqué. Para pensar y recordar lo que los Pistons podrían haber sido.
Si no bailaran con Jordan...
Desde un Scottie Pippen, bien comido y mal pagado, que se dedica a llorar durante media película para intentar disimular como alero/cocinero, su puesto de primer oficial, eterno en su voluntad de llegar a Capitán de barco o de cualquier cosa con tablas salvadoras. Hasta el más hosco y predecible Steve Kerr, que la sabe botar y es caucásicamente e intimidatoriamente simbólico, pasando por el incomprendido Toni Kukoc, que venía de una guerra y al que la metralla se la suda. Los blanquitos saben meterla. Por no hablar de Dennis Rodman: Luchador, voluntarioso esbirro de sí mismo. Un elemento que puede hacer que el equilibrio que Bad Pistons- Bulls sostienen en inclinada balanza hacia la Verdad escondida en los grandes lagos del Canadá, se haga realidad.
Para pensar en lo que podría suponer un equipo rival, nunca achantado y con alguna jugada yugoslava de codos propios en bocas ajenas, con sangre en el parqué. Para pensar y recordar lo que los Pistons podrían haber sido.
Si no bailaran con Jordan...

7,8
61.980
Animación
8
7 de agosto de 2024
7 de agosto de 2024
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aquí va una interpretación loca de “El castillo ambulante”, que veo que los cuerdos no la pilláis…
0-La bruja del páramo como alegoría
Existe un vínculo mágico entre infancia y vejez que convierte a nietos y abuelos en compañeros sentimentales y su relación en algo místico y normalmente precioso. Este vínculo queda reflejado en el emocionante abrazo que le da, llorando claro, el aprendiz de brujo Markl a la protagonista Sophie al grito desgarrador de “¡No te vayas!”.
Hace unos meses, yo también estuve a un paso del abismo: pasé un par de semanas en la UCI por un problema de insuficiencia cardíaca severa. Prácticamente sin corazón, me sentí como deben sentirse algunos ancianos cuando le empiezan a ver las orejas al lobo. Creo que eso es lo que define la vejez en su faceta más cruel: el pensamiento, quizás obsesivo, en el inevitable fin. Se puede ser viejo (o joven) a cualquier edad y el descubrimiento en la infancia de nuestra condición temporal es posiblemente la etapa vital en la que más vulnerable me he sentido hasta dar con mis huesos en el hospital.
El castillo ambulante profundiza en esta idea juntando en un mismo personaje el conocimiento paralizante del destino seguro y la vitalidad creadora que otorga el tiempo limitado. Memento mori, memento vivere.
1-Un caparazón armado para refugiarse
Rica y compleja temáticamente, la película es también un cuento de ilusiones y miedos que mueven o paralizan a Sophie y Howl, y mantienen al delicado Cálcifer como imprevisible líder de un hogar al que le falta de todo. De valentía y aprendizaje, simbolizados en el camino de superación de la protagonista y la evolución de cada personaje. De una guerra tan absurda como la de Troya con perrillo infiltrado incluido. De búsqueda de justicia, que nos muestra la sutil crítica que se hace de la autoridad o el agobiante papel que Howl tiene en el conflicto. De esperanza y libertad. De amor, como guía y destino de nuestra felicidad y la de todos. Y de cómo todos estos grandes temas se entrelazan para conformar nuestro destino.
2-Un vals
Es un viaje de conocimiento en el que el tiempo, subjetivo, se retuerce para que demos con la llave que nos libere de traumas, complejos y obsesiones y nos abra las puertas de lo que anhelamos más profundamente. Una película que da ganas de gritarle “te quiero” a la vida y una obra de arte tierna, adulta y educativa.
Es también un regalo para los sentidos, con unos dibujos poliédricos que magnifican y enriquecen la historia, y podrían empapelar perfectamente la habitación del Otaku más avanzado. La música, magistral, se convierte en un elemento narrativo más y emocionaría a un espantapájaros. Y aquí quiero hacer una mención especial al vals que representa al amor y te pone contento cada vez que suena. Una caricia que eriza la piel y conmueve el alma. ¿Quién no querría que le sacaran a flotar?
Miyazaki nos pide un baile que le concedemos gustosos. Todo está milimétricamente orquestado por el genial director japonés para evocar, para hacernos vibrar, para invitarnos a ser mejores. Para soltar lastre y perdonarnos nuestros errores e imperfecciones. Y lo hace con un estilo particularmente poético.
La narrativa libre, los saltos temporales y espaciales y los secundarios con subtramas mínimamente esbozadas no me parecen ningún fallo. Al contrario, la estructura un poco deslavazada ayuda al espectador a sumergirse en el enigma complejísimo de esta parábola repleta de metáforas acertadas y alegorías más o menos evidentes. ¿Será que la vida no es compleja y caótica?
3- Sophie es nombre de sabiduría/ una bruja vencida/reina de sí misma
Hoy por hoy, me quedo con el duelo al sol entre la bruja del páramo y nuestra querida heroína Sophie subiendo las escaleras de palacio y con la vista de la capital tras ella, por fin victoriosa. La bruja malvada se transforma en compañera de viaje inofensiva. Todo lo que venga después, empezando por la entrevista con el rey, será pan comido.
4- El mismo vals, otra mirada
También sé que hace 20 años la vi con ojos más inocentes y que dentro de 20 me gustará más que hoy. Y que en cada momento me interesarán más unos temas que otros, pero siempre encontraré una escena mítica que elogiar o un fotograma que guardarme en la memoria.
Confieso que lloré en su día estando enamorado, he llorado esta vez a mares estando bien asustado y espero poder seguir llorando en el futuro, sea como sea. Y será bueno, seguro.
Si quieren hacer el pleno al 5 sensorial comiendo palomitas, intenten disfrutarla en pantalla grande aprovechando su reestreno por el vigésimo aniversario. A la salida, verán ojos húmedos, sonrisas tristes y alegres y se sentirán mucho menos solos que antes de ver esta joya.
Porque todos tenemos nuestro castillo ambulante, nuestra maldición que descifrar y un tiempo que se nos escapa si no nos atrevemos, en última instancia, a vivir. Les hará cosquillas el corazón.
0-La bruja del páramo como alegoría
Existe un vínculo mágico entre infancia y vejez que convierte a nietos y abuelos en compañeros sentimentales y su relación en algo místico y normalmente precioso. Este vínculo queda reflejado en el emocionante abrazo que le da, llorando claro, el aprendiz de brujo Markl a la protagonista Sophie al grito desgarrador de “¡No te vayas!”.
Hace unos meses, yo también estuve a un paso del abismo: pasé un par de semanas en la UCI por un problema de insuficiencia cardíaca severa. Prácticamente sin corazón, me sentí como deben sentirse algunos ancianos cuando le empiezan a ver las orejas al lobo. Creo que eso es lo que define la vejez en su faceta más cruel: el pensamiento, quizás obsesivo, en el inevitable fin. Se puede ser viejo (o joven) a cualquier edad y el descubrimiento en la infancia de nuestra condición temporal es posiblemente la etapa vital en la que más vulnerable me he sentido hasta dar con mis huesos en el hospital.
El castillo ambulante profundiza en esta idea juntando en un mismo personaje el conocimiento paralizante del destino seguro y la vitalidad creadora que otorga el tiempo limitado. Memento mori, memento vivere.
1-Un caparazón armado para refugiarse
Rica y compleja temáticamente, la película es también un cuento de ilusiones y miedos que mueven o paralizan a Sophie y Howl, y mantienen al delicado Cálcifer como imprevisible líder de un hogar al que le falta de todo. De valentía y aprendizaje, simbolizados en el camino de superación de la protagonista y la evolución de cada personaje. De una guerra tan absurda como la de Troya con perrillo infiltrado incluido. De búsqueda de justicia, que nos muestra la sutil crítica que se hace de la autoridad o el agobiante papel que Howl tiene en el conflicto. De esperanza y libertad. De amor, como guía y destino de nuestra felicidad y la de todos. Y de cómo todos estos grandes temas se entrelazan para conformar nuestro destino.
2-Un vals
Es un viaje de conocimiento en el que el tiempo, subjetivo, se retuerce para que demos con la llave que nos libere de traumas, complejos y obsesiones y nos abra las puertas de lo que anhelamos más profundamente. Una película que da ganas de gritarle “te quiero” a la vida y una obra de arte tierna, adulta y educativa.
Es también un regalo para los sentidos, con unos dibujos poliédricos que magnifican y enriquecen la historia, y podrían empapelar perfectamente la habitación del Otaku más avanzado. La música, magistral, se convierte en un elemento narrativo más y emocionaría a un espantapájaros. Y aquí quiero hacer una mención especial al vals que representa al amor y te pone contento cada vez que suena. Una caricia que eriza la piel y conmueve el alma. ¿Quién no querría que le sacaran a flotar?
Miyazaki nos pide un baile que le concedemos gustosos. Todo está milimétricamente orquestado por el genial director japonés para evocar, para hacernos vibrar, para invitarnos a ser mejores. Para soltar lastre y perdonarnos nuestros errores e imperfecciones. Y lo hace con un estilo particularmente poético.
La narrativa libre, los saltos temporales y espaciales y los secundarios con subtramas mínimamente esbozadas no me parecen ningún fallo. Al contrario, la estructura un poco deslavazada ayuda al espectador a sumergirse en el enigma complejísimo de esta parábola repleta de metáforas acertadas y alegorías más o menos evidentes. ¿Será que la vida no es compleja y caótica?
3- Sophie es nombre de sabiduría/ una bruja vencida/reina de sí misma
Hoy por hoy, me quedo con el duelo al sol entre la bruja del páramo y nuestra querida heroína Sophie subiendo las escaleras de palacio y con la vista de la capital tras ella, por fin victoriosa. La bruja malvada se transforma en compañera de viaje inofensiva. Todo lo que venga después, empezando por la entrevista con el rey, será pan comido.
4- El mismo vals, otra mirada
También sé que hace 20 años la vi con ojos más inocentes y que dentro de 20 me gustará más que hoy. Y que en cada momento me interesarán más unos temas que otros, pero siempre encontraré una escena mítica que elogiar o un fotograma que guardarme en la memoria.
Confieso que lloré en su día estando enamorado, he llorado esta vez a mares estando bien asustado y espero poder seguir llorando en el futuro, sea como sea. Y será bueno, seguro.
Si quieren hacer el pleno al 5 sensorial comiendo palomitas, intenten disfrutarla en pantalla grande aprovechando su reestreno por el vigésimo aniversario. A la salida, verán ojos húmedos, sonrisas tristes y alegres y se sentirán mucho menos solos que antes de ver esta joya.
Porque todos tenemos nuestro castillo ambulante, nuestra maldición que descifrar y un tiempo que se nos escapa si no nos atrevemos, en última instancia, a vivir. Les hará cosquillas el corazón.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
5- ¡Cálcifer se queda!
Porque la verdadera libertad se consigue estando acompañado. Cuídense.
Porque la verdadera libertad se consigue estando acompañado. Cuídense.
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