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Documental

7,3
587
8
19 de marzo de 2011
19 de marzo de 2011
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dicen que hubo una vez un anciano, huraño y cascarrabias, al que le gustaba vivir alejado del mundanal ruido. Aseguran que su nombre aún retumba por entre las montañas de su hogar: Monument Valley. Tenía pocos amigos y entre todos ellos destacaba un tal John Wayne. A ambos les gustaba emborracharse juntos y en sus ratos libres rodaban western. Disfrutaban sumergiéndose en un mundo imaginario porque su problema era haber nacido en una época que no les pertenecía, que ya no era la suya. Y entonces jugaban a soñar lo que ya no podían vivir porque ya no existía. Les disgustaban los espacios cerrados y preferían la belleza desnuda del desierto y dormir bajo la luz de las estrellas. Y allí en la inmensidad de la nada, rodeados de montañas, ríos y valles escuchaban las historias que el viento les susurraba y luego se dedicaban a narrarlas. Algunos creen que quizás John Ford fue el mejor director de la Historia; otros, simplemente, no tenemos la más mínima duda. Porque mientras algunos se dedicaban a hacer películas ellos hacían Cine. Un día se presentó a sí mismo con un rotundo y a la vez glorioso: “Me llamo John Ford y hago westerns”.
Genial impostor, decía ser irlandés aunque no lo era y solía ponerse un parche en un ojo aunque no era tuerto, pero incluso cuando mentía parecía que decía la verdad y cuando decía la verdad emergía la poesía del cine. Afirman que un día, ya lejano, al anciano Ford y al viejo Wayne les dio por irse para siempre. Pero yo no me lo creo porque su obra aún pervive entre nosotros y eso, al menos, es una forma de estar por siempre. Y dicen, también, que en su vida hubo mucho de mito y de leyenda. Pero, “Esto es el Oeste, señor, y cuando los hechos se convierten en leyenda, imprimimos la leyenda”.
Genial impostor, decía ser irlandés aunque no lo era y solía ponerse un parche en un ojo aunque no era tuerto, pero incluso cuando mentía parecía que decía la verdad y cuando decía la verdad emergía la poesía del cine. Afirman que un día, ya lejano, al anciano Ford y al viejo Wayne les dio por irse para siempre. Pero yo no me lo creo porque su obra aún pervive entre nosotros y eso, al menos, es una forma de estar por siempre. Y dicen, también, que en su vida hubo mucho de mito y de leyenda. Pero, “Esto es el Oeste, señor, y cuando los hechos se convierten en leyenda, imprimimos la leyenda”.

6,8
72.093
9
21 de agosto de 2010
21 de agosto de 2010
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Zodiac es mucho más que una película, es un "documental" que narra unos hechos dramáticos y verídicos. Sus personajes, normales y corrientes, se volverán obsesivos y se verán obligados a vivir al límite. Un límite que les impone un asesino en serie, sádico y "juguetón" a partes iguales. Todos ellos, con la excepción del asesino, se verán obligados a jugar a un juego macabro en pos de un objetivo: la Verdad. Sí, la Verdad con mayúsculas. No importan tanto el cómo y el por qué y sí el quién. Porque toda la película gira en torno a quién es Zodiac. Sin saber muy bien cómo ni por qué eso se convertirá en el leitmotiv de la mayoría de los personajes durante gran parte de sus vidas. En una obsesión que les hará ir dejando poco a poco todas aquellas cosas importantes de sus vidas (familia, trabajo) y dedicarse por completo a desenmascarar a ese asesino egocéntrico, engreído, narcisista y tan seguro de sí mismo que pasará, de una manera u otra, a controlar la totalidad de sus vidas. Zodiac nunca parará de matar hasta que alguien consiga detenerlo y cuando se comprueba que la policía no está capacitada para hacerlo, dos peridistas (Gyllenhaal y Downey jr.) deciden asumir esa tarea que conllevará supremos esfuerzos.
Muy buenas interpretaciones de los actores y una maravillosa puesta en escena del magistral David Fincher magnífico creador de atmósferas que sabe dotar a todas sus películas de una tensión que va in crescendo y que culminan en un clímax inolvidable. Obsesiva, brillante, mágica. Si te dejas, Zodiac se introducirá en tu mente para no abandonarla jamás. Absolutamente recomendable para todos los amantes del cine con mayúsculas.
Muy buenas interpretaciones de los actores y una maravillosa puesta en escena del magistral David Fincher magnífico creador de atmósferas que sabe dotar a todas sus películas de una tensión que va in crescendo y que culminan en un clímax inolvidable. Obsesiva, brillante, mágica. Si te dejas, Zodiac se introducirá en tu mente para no abandonarla jamás. Absolutamente recomendable para todos los amantes del cine con mayúsculas.
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spoiler:
El final, guiños del destino, deliciosamente ambiguo y amargo dejará en el aire varios interrogantes. ¿Era Zodiac en realidad quien todos creíamos que era? Y sobre todo, ¿verdaderamente valió la pena dedicar gran parte de sus vidas a atrapar a un asesino que al final no pasó ni un solo día de su vida en la cárcel?
6
5 de agosto de 2011
5 de agosto de 2011
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La lección fundamental que los norteamericanos aprendieron de la guerra de Vietnam es que las guerras no sólo se ganan (y se pierden) en el campo de batalla. La "batalla informativa" es casi igual de importante que la guerra en sí. Desde entonces, en ninguna otra guerra en la que participaron hubo una libertad informativa total como la que hubo en Vietnam. La manipulación informativa se convirtió en norma y desde entonces todos los gobiernos intentaron poner a la opinión pública de su parte vendiendo la idea de las "guerras justas" o "guerras contra el mal". Así como ocultando lo que no interesaba que se supiera. Surgieron los eufemismos para dulcificar la realidad. Nunca más hubo guerras sino "conflictos" o "intervenciones"; nunca más hubo civiles muertos sino "daños colaterales"; no había soldados enemigos sino "terroristas" o "combatientes ilegales(¿?)"; nunca más se mostraron ataúdes cubiertos con una bandera norteamericana ni soldados muertos... Así, poco a poco, se nos quiso vender una especie de "guerra aséptica" en la que sólo morían los malos y no había sufrimiento ni civiles muertos. Donde no se torturaba para obtener información o por puro sádico placer. Y lo peor de todo es que mucha gente creyó todas estas mentiras. Aunque a mi siempre me pareció que quien se las creyera o era ciego o no quería ver...

4,2
3.518
1
14 de enero de 2011
14 de enero de 2011
14 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin lugar a dudas, esta es una de las críticas más difíciles que se pueden hacer. Vayamos por partes. ¿Esto es una película? Yo juraría que no, que no pasa de panfleto propagandístico anti comunista. Bordeando el delirio apocalíptico abraza el más puro surrealismo daliniano. Porque nadie en sus cabales podría si quiera llegar a imaginar semejante historia. ¿Si es una película, a qué género pertenece? Indudablemente debería ser una comedia porque si no sería una peli de ciencia ficción, o si no, ¿qué? ¿Y el argumento? Pues con decir que consigue que las películas de Rambo y Chuck Norris parezcan reales, ya está todo dicho. O sea, que los soviéticos, ayudados por los nicaragüenses y los cubanos, consiguen invadir USA sin que nadie se entere. Luego parece que el ejército norteamericano desaparece del mapa (estarían invadiendo algún país), y todo el mundo pasa de ayudarles salvo los ingleses y ¿los chinos? Redoble de tambor, por favor, (TARRRRAAAANNNNNNNNN) cuatro chavales montan la resistencia y consiguen ellos solitos, bueno, con la ayuda de un aviador que pasaba por allí, derrotar a todo el Ejército Rojo. Si alguien da más que me avise, por favor.
En fin, supongo que era la película que veían Ronald Reagan y Margaret Thatcher antes de fornicar con sus respectivas parejas. Es tan sutil como una patada en los testículos, tan realista como que algún día se congele el infierno y tan desquiciada que no aleccionaría ni al anticomunista más fanático (más que nada porque ese es el mismo director). Ah, se me olvidaba, es también el remedio definitivo contra el estreñimiento, nada más verla te vas por la pata para abajo cosa mala. Probadlo, como laxante no tiene igual.
(Nota para el validador. Me he permitido contar el argumento en la zona no spoiler para que resalte, así nadie será tan inconsciente de ver la película y pueda quedar traumatizado de por vida. Considéralo como un aviso imprescindible igual al que llevan los medicamentos).
En fin, supongo que era la película que veían Ronald Reagan y Margaret Thatcher antes de fornicar con sus respectivas parejas. Es tan sutil como una patada en los testículos, tan realista como que algún día se congele el infierno y tan desquiciada que no aleccionaría ni al anticomunista más fanático (más que nada porque ese es el mismo director). Ah, se me olvidaba, es también el remedio definitivo contra el estreñimiento, nada más verla te vas por la pata para abajo cosa mala. Probadlo, como laxante no tiene igual.
(Nota para el validador. Me he permitido contar el argumento en la zona no spoiler para que resalte, así nadie será tan inconsciente de ver la película y pueda quedar traumatizado de por vida. Considéralo como un aviso imprescindible igual al que llevan los medicamentos).

6,8
39.659
4
27 de mayo de 2011
27 de mayo de 2011
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Pero tú qué te has creído, imbécil? ¿Que puedes ir por la vida de justiciera? ¿Con qué derecho eres juez, parte y jurado? Nada más lejos de mi voluntad que defender al protagonista pero es que me obligas a ello. Primeros provocas a alguien a que cometa un delito, luego lo condenas y lo torturas con gran sadismo. Ya sé que los norteamericanos tenéis graves problemas para distinguir entre justicia y venganza. Una consiste en que una persona tenga un juicio justo y otra en ir por la vida en plan "yo soy la justicia", a lo Charles Bronson. Nadie merece ser torturado, es un castigo humillante, inhumado y asqueroso. No tienes derecho a vengarte porque además a ti ni siquiera te han hecho nada. La verdad es que tampoco te creo, con esa carita de niña buena que nunca ha roto un plato y luego resulta que el angelito es un demonio sádico y torturador. Ándate con ojo porque un día te vas a encontrar con alguien más inteligente que tú, ese día te darán a probar tu propia medicina y se te acabará el rollo de Caperucita exterminadora. Sinceramente, me has puesto de bastante mala leche y me quedo con las ganas de darte un buen par de hostias...
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