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6,4
41.838
7
14 de diciembre de 2023
14 de diciembre de 2023
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bien dice el refranero español que cuando las ganas de comer o de joder aprietan, ni a los muertos se respeta. Y como buena película española que es, esta jugosa cerdada da fe de la primera de la necesidades con esta especie de mezcla de estilos en los que sobresale de forma muy explícita la parte gore y que se acompaña de una fuerte crítica social y política dejada libremente a lo que la mente del espectador quiera interpretar. Lo primero y más evidente es que aquí se ofrece sin tapujos una estética muy pero que muy guarra donde las vísceras son servidas y lanzadas a granel sobre nuestras caras para que los más aprehensivos entren en estado de náusea y los fans de la sangre se regocijen como un puerco en el barro. Las atmósferas en esta peli huelen a cerrado, percibimos el sudor y la acumulación de días sin ducha ni ventilación y cómo la falta de luz solar, junto con el hambre y la desesperación de la incertidumbre acaban enloqueciendo hasta al más cuerdo del lugar. Es en esencia un "Cube" a la española con mucha hambre de por medio y muchas ganas de que los que tengan la suerte de saciarla lo hagan de la forma más acelerada, ansiosa y asquerosa posible.
Pero toda esta mierda no se ofrece sin ton ni son, porque la tensión narrativa tiene la intención de aterrorizarnos a la vez que ponernos el coco en funcionamiento. De hecho, la cárcel o lo que quiera que sea ese lugar, no deja de ser la metáfora de un sistema salvaje en el que todos estamos metidos. Luego, que cada uno le de la interpretación que quiera.
- ¿Puede que sea una fuerte crítica a la cada vez mayor tendencia individualista de nuestra sociedad, donde el de al lado importa una mierda, el de abajo menos todavía y el de arriba produce asco y envidia?
- ¿Puede que arremeta contra las sociedades altamente jerarquizadas en las que las excrecencias de los estratos superiores van cubriendo de miseria las cabezas de los inferiores?
- ¿Puede que sea otra fuerte crítica a los sistemas comunistas y a que estos estén abocados al fracaso, a la ruina y a la destrucción? ¿Quizá nos quiere decir que aquello de la igualdad absoluta no deja de ser una mentira y una utopía porque los que tienen más no querrán soltar prenda y los que tienen menos siempre querrán más?
Pues puede que sí, no lo sé, pero lo que es seguro es que en este mundo es fácil hablar y opinar desde la tranquilidad que otorga el estómago lleno. Tan seguro como que hoy estamos aquí arriba y mañana nos podemos pudrir en la miseria, y viceversa. Porque arrieritos somos y en el camino nos encontraremos.
A mí la película me ha gustado. Creo que vale la pena verla para contagiarse de su claustrofobia y pasar un rato bastante entretenido. Cumple de sobra con el aspecto visual y sirve para darle vueltas al coco, aunque si no te va demasiado el rollo gore, mejor abstente.
Pues eso. Que cada cual mire lo llena o vacía que tiene su nevera y se identifique con un nivel u otro de "El Hoyo".
Pero toda esta mierda no se ofrece sin ton ni son, porque la tensión narrativa tiene la intención de aterrorizarnos a la vez que ponernos el coco en funcionamiento. De hecho, la cárcel o lo que quiera que sea ese lugar, no deja de ser la metáfora de un sistema salvaje en el que todos estamos metidos. Luego, que cada uno le de la interpretación que quiera.
- ¿Puede que sea una fuerte crítica a la cada vez mayor tendencia individualista de nuestra sociedad, donde el de al lado importa una mierda, el de abajo menos todavía y el de arriba produce asco y envidia?
- ¿Puede que arremeta contra las sociedades altamente jerarquizadas en las que las excrecencias de los estratos superiores van cubriendo de miseria las cabezas de los inferiores?
- ¿Puede que sea otra fuerte crítica a los sistemas comunistas y a que estos estén abocados al fracaso, a la ruina y a la destrucción? ¿Quizá nos quiere decir que aquello de la igualdad absoluta no deja de ser una mentira y una utopía porque los que tienen más no querrán soltar prenda y los que tienen menos siempre querrán más?
Pues puede que sí, no lo sé, pero lo que es seguro es que en este mundo es fácil hablar y opinar desde la tranquilidad que otorga el estómago lleno. Tan seguro como que hoy estamos aquí arriba y mañana nos podemos pudrir en la miseria, y viceversa. Porque arrieritos somos y en el camino nos encontraremos.
A mí la película me ha gustado. Creo que vale la pena verla para contagiarse de su claustrofobia y pasar un rato bastante entretenido. Cumple de sobra con el aspecto visual y sirve para darle vueltas al coco, aunque si no te va demasiado el rollo gore, mejor abstente.
Pues eso. Que cada cual mire lo llena o vacía que tiene su nevera y se identifique con un nivel u otro de "El Hoyo".

5,9
21.930
2
2 de noviembre de 2023
2 de noviembre de 2023
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película sobrevaloradísima donde solamente se salvan dos cosas. La primera, una BSO con el tema central de "Gangsta´s Paradise" de Coolio, lista para ser escuchada una y otra vez para disfrute eterno del oído, y la segunda una Michelle Pfeiffer que intenta sacar adelante con su actuación una película que es más sosa y aburrida que una sopa fría de hospital. Y lo es porque falla en todo lo que pretende ser, consiguiendo que se convierta en un producto que tal cual sale de la pantalla, nos resbale por la piel y caiga directamente hasta los pies para perderse por el desagüe.
En efecto, si quieren ver una historia de jóvenes descarriados, marginados, olvidados y violentos, locos por cepillarse al vecino de al lado, al profesor de turno o al primer individuo que pase por la calle, entonces vayan a ver el bodrio infernal de "El Sustituto", mala de narices pero al menos con la idea clara de lo que es un verdadero hijo de la perra de Satanás escolarizado e imposible de recuperar. Ahí sí que verán violencia y a un pseudoprofesor en verdadero peligro dispuesto a jugarse el pellejo para cumplir sus objetivos extra académicos. Si por el contrario desean ver una historia que ensalce la extramotivación de un profesor para inculcar nuevos placeres y habilidades a sus alumnos y destapar sus potenciales académicos, quédense con "El club de los poetas muertos", aunque en ella no se juegue con el problema racial como excusa para la marginación social.
¿Y qué pasa entonces con "Mentes Peligrosas"? Pues pasa que nos vende un producto con engaño, porque ni son "mentes" ni son "peligrosas". Simplemente son un grupo de chavales aborregados a quienes les hubiera venido bien un buen par de ostias a tiempo y otro par de ostias más grandes a sus papás y mamás que por pasotismo o por simple burricie han abandonado a sus descendientes a la suerte del azar, la vagancia y del canibalismo social. Allí se presenta una Michelle Pfeiffer dispuesta a hacer el payaso, con un guion que la enreda en conversaciones filosóficas milagrosamente efectistas, con mucho edulcorante de por medio y enorme facilidad de resultados. Poco creíble, nada convincente y hasta por momentos sonrojante. El alumnado da la impresión de estar inmerso en la anestesia y el desquiciamiento del mono enjaulado, ávido de un mínimo de atención y cariño, resultando cien veces más peligroso el malnacido director de instituto con tintes misóginos que se propone machacar a la Pfeiffer con cada uno de sus pasos (¡¡ maldito bastardo !!).
Entiendo que quiera transmitirnos el mensaje del derribo de barreras sociales, raciales y marginales para abrirse camino en un mundo de esfuerzo, sacrificio y trabajo. Entiendo que quiera profundizar en la igualdad de oportunidades y todo eso, pero lo hace con semejante dosis de buenismo y de manera tan superflua y hasta incluso estúpida, que a mí me ha resultado vacía y soporífera.
Escojan otra película.
En efecto, si quieren ver una historia de jóvenes descarriados, marginados, olvidados y violentos, locos por cepillarse al vecino de al lado, al profesor de turno o al primer individuo que pase por la calle, entonces vayan a ver el bodrio infernal de "El Sustituto", mala de narices pero al menos con la idea clara de lo que es un verdadero hijo de la perra de Satanás escolarizado e imposible de recuperar. Ahí sí que verán violencia y a un pseudoprofesor en verdadero peligro dispuesto a jugarse el pellejo para cumplir sus objetivos extra académicos. Si por el contrario desean ver una historia que ensalce la extramotivación de un profesor para inculcar nuevos placeres y habilidades a sus alumnos y destapar sus potenciales académicos, quédense con "El club de los poetas muertos", aunque en ella no se juegue con el problema racial como excusa para la marginación social.
¿Y qué pasa entonces con "Mentes Peligrosas"? Pues pasa que nos vende un producto con engaño, porque ni son "mentes" ni son "peligrosas". Simplemente son un grupo de chavales aborregados a quienes les hubiera venido bien un buen par de ostias a tiempo y otro par de ostias más grandes a sus papás y mamás que por pasotismo o por simple burricie han abandonado a sus descendientes a la suerte del azar, la vagancia y del canibalismo social. Allí se presenta una Michelle Pfeiffer dispuesta a hacer el payaso, con un guion que la enreda en conversaciones filosóficas milagrosamente efectistas, con mucho edulcorante de por medio y enorme facilidad de resultados. Poco creíble, nada convincente y hasta por momentos sonrojante. El alumnado da la impresión de estar inmerso en la anestesia y el desquiciamiento del mono enjaulado, ávido de un mínimo de atención y cariño, resultando cien veces más peligroso el malnacido director de instituto con tintes misóginos que se propone machacar a la Pfeiffer con cada uno de sus pasos (¡¡ maldito bastardo !!).
Entiendo que quiera transmitirnos el mensaje del derribo de barreras sociales, raciales y marginales para abrirse camino en un mundo de esfuerzo, sacrificio y trabajo. Entiendo que quiera profundizar en la igualdad de oportunidades y todo eso, pero lo hace con semejante dosis de buenismo y de manera tan superflua y hasta incluso estúpida, que a mí me ha resultado vacía y soporífera.
Escojan otra película.

5,7
93.909
7
28 de octubre de 2023
28 de octubre de 2023
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un auténtico baño endorfínico para deleite de todos aquellos preadolescentes (y también adultos, ¿por qué no?) sedientos de ver en pantalla lo que tantas veces supuso para ellos en su imaginación una fantasía orgásmica en la que de la mano de sus supercolegas podrían tener la oportunidad de ser los elegidos para salvar al mundo del apocalipsis y de la exterminación total. Una americanada como pocas en la que desde la A hasta la Z se desprende hedor a músculo estadounidense. Esta vez el enemigo no porta bandera extranjera, sino polvo y roca del espacio exterior, pero la misma mala leche que en su momento demostraron tener rusos, vietnamitas o marcianos. Así que de la mano de Bruce Willis y su pandilla de extravagantes y descerebrados compañeros, el Gobierno estadounidense, NASA mediante, ideará el más imposible todavía para que todos podamos dar gracias al Tío Sam y de paso gracias a Dios por ser tan americano y tener sueños húmedos con la bandera de barras y estrellas.
Esta película es aconsejable verla o bien en un cine si se tiene la oportunidad de acudir a una sala donde la reediten o bien ponérsela en casa el primer día que uno estrena televisión de tropecientas mil pulgadas con sonido multi envolvente por doquier, porque la historia está pensada y preparada para que escuches mucho ruido y veas a todo tamaño los cojones de Bruce Willis y los músculos de Oso hasta el punto de experimentar cómo se te erizan los cabellos, se te pone la piel de gallina y la cosa se te pone tan dura como los cañones de Navarone a punto de explotar.
Siendo sinceros, lo que aquí se cuenta tiene menos sentido que aceptar que los cerdos pueden llegar a hablar español si se les enseña. No tiene ni pies ni cabeza que una pandilla de mendrugos dados al vicio y al descontrol aprenda en dos semanas las tareas de astronauta y que sean capaces de subir en una nave espacial a cargarse un meteorito del tamaño del estado de Texas a fuerza de perforadora y cabeza nuclear. Pero da igual, aquí se viene a gozar y a gozar hemos venido, así que a mayor despropósito y desmadre, mayor será la gozada y más dura la empalmada. Reconozco que a mí al menos me pasó. Disfruté como un crío con el duro entrenamiento, con la llegada al meteorito, con las perforaciones hasta 240 metros y descontando y que hasta incluso me emocioné con aquel momento de "ese hombre no es un vendedor, ese hombre es tu padre". Por todo eso, y aunque la peli sea un disparate y tenga pasajes de montaje sonrojante, le casco este 7 que creo que no desmerece.
Si lo que desean es ver cine sesudo y con mensaje filosófico de regalo, no empiecen a ver "Armageddon", pues lo más filosófico que aquí oirán es que "si a Oso le dan una patada en las pelotas puede salir disparado al espacio". Pero si desean dejarse llevar por la simple emoción del cine de aventuras y de ciencia ficción descabezado y sinvergüenza, aquí encontrarán su morada de descanso dominical para la liberación y la huida de la aburrida rutina diaria. Una americanada de las buenas de esas que piensan que todo el mundo abandonará sus diferencias raciales, clasistas, económicas y políticas para darle las gracias a los EEUU por haber nacido y existido.
Esta película es aconsejable verla o bien en un cine si se tiene la oportunidad de acudir a una sala donde la reediten o bien ponérsela en casa el primer día que uno estrena televisión de tropecientas mil pulgadas con sonido multi envolvente por doquier, porque la historia está pensada y preparada para que escuches mucho ruido y veas a todo tamaño los cojones de Bruce Willis y los músculos de Oso hasta el punto de experimentar cómo se te erizan los cabellos, se te pone la piel de gallina y la cosa se te pone tan dura como los cañones de Navarone a punto de explotar.
Siendo sinceros, lo que aquí se cuenta tiene menos sentido que aceptar que los cerdos pueden llegar a hablar español si se les enseña. No tiene ni pies ni cabeza que una pandilla de mendrugos dados al vicio y al descontrol aprenda en dos semanas las tareas de astronauta y que sean capaces de subir en una nave espacial a cargarse un meteorito del tamaño del estado de Texas a fuerza de perforadora y cabeza nuclear. Pero da igual, aquí se viene a gozar y a gozar hemos venido, así que a mayor despropósito y desmadre, mayor será la gozada y más dura la empalmada. Reconozco que a mí al menos me pasó. Disfruté como un crío con el duro entrenamiento, con la llegada al meteorito, con las perforaciones hasta 240 metros y descontando y que hasta incluso me emocioné con aquel momento de "ese hombre no es un vendedor, ese hombre es tu padre". Por todo eso, y aunque la peli sea un disparate y tenga pasajes de montaje sonrojante, le casco este 7 que creo que no desmerece.
Si lo que desean es ver cine sesudo y con mensaje filosófico de regalo, no empiecen a ver "Armageddon", pues lo más filosófico que aquí oirán es que "si a Oso le dan una patada en las pelotas puede salir disparado al espacio". Pero si desean dejarse llevar por la simple emoción del cine de aventuras y de ciencia ficción descabezado y sinvergüenza, aquí encontrarán su morada de descanso dominical para la liberación y la huida de la aburrida rutina diaria. Una americanada de las buenas de esas que piensan que todo el mundo abandonará sus diferencias raciales, clasistas, económicas y políticas para darle las gracias a los EEUU por haber nacido y existido.

6,0
17.974
7
26 de septiembre de 2023
26 de septiembre de 2023
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película alzada por encima de lo que realmente vale gracias al enorme papel de Javier Gutiérrez, actor por el que tengo cierta debilidad y que me sorprende para bien con cada papel que interpreta. En esta ocasión, dando vida al perfecto cabronazo envidioso, mentiroso, rencoroso y cobarde movido por la sed de venganza hacia el que no le ha hecho nada en particular simplemente para satisfacer su deseo de revancha hacia el mal trato que le ha dado la vida en general. Tintes psicópatas para ciscarse en un ente etéreo pero personificando la jodienda en alguien muy en particular, ahora y porque sí, ya mismo y porque me sale de los cataplines. Recurrirá para ello al engaño, a la estafa, al delito y a todo lo que su perturbada personalidad mande en cada momento acorde al mayor daño posible que se pueda infligir. Y cuanto más rebuscado se pueda hacer, mejor para su ego. Lo que decimos: un perfecto hijo de Satanás al que nos apetecerá abofetear la cara con la palma de la mano bien abierta y según venga de frente.
El resultado es un entretenido thriller con tintes de terror psicológico que nos sumerge en un ambiente de confusión e incertidumbre en el que a ratos pareceremos ser engañados y a ratos pareceremos ser cómplices y testigos del delito. Todo siempre llevado de la mano de Javier Gutiérrez, compensando la flojita interpretación (como viene siendo habitual) de un Mario Casas que no sé si sabe lo que interpreta o si simplemente hace de sí mismo película tras película, mostrándose forzado hasta para tirarse un pedo. "Hogar" no aburre en absoluto y además tiene ciertas escenas que atrapan de verdad, no tanto por lo novedoso de lo mostrado (ya visto en otras películas anteriormente) como por la tensión de la incertidumbre que nos transmite. En este aspecto, me recuerda bastante a "Mientras duermes" (también con cabronazo psicópata de por medio), aunque aquella película a mi juicio está un escalón por encima de la que nos ocupa en estos momentos.
He aquí una muestra de los peligros derivados de tener un coche y una casa mejores que los de tu vecino y de lo que te puede pasar si se te cruza por el camino un capullo sin nada que perder y con mucho ego que satisfacer. A veces sin hacer nada podemos llegar a ser a ojos de tu vecino culpables de todo sin comerlo ni beberlo. Ya lo decían nuestros padres con aquello de: "NO te fíes de un extraño" y "NO hagas caso a desconocidos".
El resultado es un entretenido thriller con tintes de terror psicológico que nos sumerge en un ambiente de confusión e incertidumbre en el que a ratos pareceremos ser engañados y a ratos pareceremos ser cómplices y testigos del delito. Todo siempre llevado de la mano de Javier Gutiérrez, compensando la flojita interpretación (como viene siendo habitual) de un Mario Casas que no sé si sabe lo que interpreta o si simplemente hace de sí mismo película tras película, mostrándose forzado hasta para tirarse un pedo. "Hogar" no aburre en absoluto y además tiene ciertas escenas que atrapan de verdad, no tanto por lo novedoso de lo mostrado (ya visto en otras películas anteriormente) como por la tensión de la incertidumbre que nos transmite. En este aspecto, me recuerda bastante a "Mientras duermes" (también con cabronazo psicópata de por medio), aunque aquella película a mi juicio está un escalón por encima de la que nos ocupa en estos momentos.
He aquí una muestra de los peligros derivados de tener un coche y una casa mejores que los de tu vecino y de lo que te puede pasar si se te cruza por el camino un capullo sin nada que perder y con mucho ego que satisfacer. A veces sin hacer nada podemos llegar a ser a ojos de tu vecino culpables de todo sin comerlo ni beberlo. Ya lo decían nuestros padres con aquello de: "NO te fíes de un extraño" y "NO hagas caso a desconocidos".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Javier, lo haces tan bien en esta película que das verdadero "asco", y de tanto "asco" que das, hubiera deseado que el otro perturbado que se cruza en tu camino, el jardinero, aún siendo tan asqueroso como tú, se hubiera salido con la suya y te hubiera conseguido empapelar como un campeón.

6,2
10.872
5
26 de septiembre de 2023
26 de septiembre de 2023
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El gran defecto que tiene esta historia es que finaliza y siento que me ha dejado indiferente y con una jeta parecida a la que tiene Will Smith en la carátula de la película. No sé si yo no he pasado por la película o la película no ha pasado por mí, pero hay algo aquí terriblemente plano y vacío.
No olvidemos que en último término el objetivo del guión es plasmar la lucha de un hombre contra uno de los mayores productos recaudadores de dinero del planeta. Quizá no fuera la lucha que hubiera querido tener el Dr. Bennet Omalu en un principio, pero irremediablemente se acaba convirtiendo en su terrible enemigo por necesidad cuando por culpa de su "ingenua" búsqueda de la verdad se topa con la realidad de las consecuencias que acarrea su novedoso descubrimiento. Quizá por obstinación y cabezonería o quizá por ganas de tocar los huevos cuando siente que se los están tocando a él, decidirá ir a por todas caiga quien caiga y pese a quien pese, luchando por defender sus ideas y los resultados de sus investigaciones. En realidad, esta especie de batalla entre David y Goliat que se nos plantea podría haber dado lugar a un resultado muchísimo más profundo y cargado de sustancia por el debate ético y moral que plantea, pero aquí resulta servirse con aparente superficialidad y falta de ingenio y con una estética que oscila entre la autocomplacencia y la suficiencia. Los diálogos no aportan demasiado al caso a excepción de un par de cortos pasajes que se antojan escasos para lo mucho que se podría haber hablado y discutido y los personajes son caracterizados con brochazo gordo (incluido el de Will Smith).
Resulta poco creíble la presentación un tanto precipitada de sucesivas y rápidas desgracias en tan corto periodo de tiempo al estilo "Bird Box" o cuáles zombis suicidas en "Guerra Mundial Z", algo que se da de bruces con la probabilidad y la estadística y que parece usarse solo como un algo rebuscado pretexto para justificar los resultados del Dr. Omalu y por lo tanto poder mantener el rumbo de la historia.
No sé. No daña a la vista pero ni mucho menos la conquista. Plantea un interesante y duro dilema pero solo pasa de puntillas por él, como con miedo y respeto del "qué dirán". ¡¡MÓJATE DE VERDAD, LANDESMAN!!
No olvidemos que en último término el objetivo del guión es plasmar la lucha de un hombre contra uno de los mayores productos recaudadores de dinero del planeta. Quizá no fuera la lucha que hubiera querido tener el Dr. Bennet Omalu en un principio, pero irremediablemente se acaba convirtiendo en su terrible enemigo por necesidad cuando por culpa de su "ingenua" búsqueda de la verdad se topa con la realidad de las consecuencias que acarrea su novedoso descubrimiento. Quizá por obstinación y cabezonería o quizá por ganas de tocar los huevos cuando siente que se los están tocando a él, decidirá ir a por todas caiga quien caiga y pese a quien pese, luchando por defender sus ideas y los resultados de sus investigaciones. En realidad, esta especie de batalla entre David y Goliat que se nos plantea podría haber dado lugar a un resultado muchísimo más profundo y cargado de sustancia por el debate ético y moral que plantea, pero aquí resulta servirse con aparente superficialidad y falta de ingenio y con una estética que oscila entre la autocomplacencia y la suficiencia. Los diálogos no aportan demasiado al caso a excepción de un par de cortos pasajes que se antojan escasos para lo mucho que se podría haber hablado y discutido y los personajes son caracterizados con brochazo gordo (incluido el de Will Smith).
Resulta poco creíble la presentación un tanto precipitada de sucesivas y rápidas desgracias en tan corto periodo de tiempo al estilo "Bird Box" o cuáles zombis suicidas en "Guerra Mundial Z", algo que se da de bruces con la probabilidad y la estadística y que parece usarse solo como un algo rebuscado pretexto para justificar los resultados del Dr. Omalu y por lo tanto poder mantener el rumbo de la historia.
No sé. No daña a la vista pero ni mucho menos la conquista. Plantea un interesante y duro dilema pero solo pasa de puntillas por él, como con miedo y respeto del "qué dirán". ¡¡MÓJATE DE VERDAD, LANDESMAN!!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Insisto. Que sin venir a cuento y como por arte de magia empiecen de repente todas las viejas ex glorias de la NFL a suicidarse pegándose tiros en el pecho o en la cabeza, a estamparse con los coches a 200 km/h y a autoelectrocutarse no parece muy creíble y es algo que encaja más en un guión de apocalipsis zombi que en una historia de este tipo. Pero bien, será que en esto del cine ya vale todo
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