El anime Don’t Toy with Me, Miss Nagatoro (No me vacile, señorita Nagatoro) es una historia de atracción adolescente, con la incertidumbre, el miedo al ridículo y la exploración del deseo en un viaje sin un rumbo fijo. Nos la presenta a través de la relación entre la extrovertida y pícara Nagatoro frente al tímido Senpai, dibujante de arte serio y aparentemente aburrido, con el que Nagatoro pasa el tiempo jugando a seducirlo. Y así, esa gata arisca que es Nagatoro acaba sintiendo algo por su Sempai, pues el roce hace el cariño. Sin embargo todo se vuelve más complejo frente a la presión externa de las amigas, el miedo al ridículo, y al mismo tiempo la emoción de sentirse deseado aunque sea de manera indirecta.
El anime encarna las emociones de ese primer amor, de no saber realmente lo que uno siente dentro de un caos emocional donde la burla y el coqueteo se entrelazan sin un camino claro. Y así, las acciones de nuestra protagonista, Nagatoro, que en un principio pueden parecer crueles, evolucionan hacia una conexión más profunda, donde el miedo da paso al crecimiento mutuo. Senpai, por su parte, representa la inseguridad, pero también la necesidad de encontrar confianza en sí mismo para corresponder a ese juego de atracción.El gran acierto de la serie es su habilidad para plasmar ese limbo en el que la mayoría de los adolescentes se encuentran: el deseo de gustar, el temor al rechazo, la influencia del grupo y la falta de certezas sobre lo que realmente quieren. El humor y las situaciones exageradas refuerzan este dilema, logrando que la historia mantenga un tono ligero a pesar de los temas que toca.
La nota tan alta se la gana por la creatividad de este anime, por saber entrar en la atracción y el desarrollo de la sexualidad si caer en la vulgaridad, por hacer una serie adolescente fuera de las líneas exageradas de series españolas o americanas, por ser divertida y al mismo tiempo tierna, y todo maridado con unos dibujos realmente expresivos dentro de capítulos muy dinámicos que no estiran con metraje en el que no ocurre nada.
Si bien se presenta con un enfoque inicial de “bullying cariñoso”, al final el que juega con fuego se acaba quemando, y en parte es así esa seducción adolescente en la que no hay marcado un rumbo fijo llevándonos a un realismo sorprendente dentro de su excentricidad. No es solo una historia de "chica fastidia a chico"; es un reflejo de la complejidad del enamoramiento juvenil, donde el juego de la atracción no siempre tiene reglas claras. Y al final, dentro del humor exagerado del anime, despierta la ternura tocando esa sensibilidad del espectador haciéndonos recordar esa chica o chico que nos gustaba en el instituto pero que no sabíamos cómo expresar lo que sentíamos.

Es una película de acción con gangsters y ninjas, con escenas de peleas con coreografías realmente buenas. En este sentido la nota de la película es un 10, pero su largo metraje hace que pierda el ritmo. La película pega fuerte con su comienzo, como un buen riff de guitarra en mitad de la noche, con peleas de gangsters y ninjas al más puro estilo anime, sin miedo a que se vea la sangre o a que salga una cabeza rodando. Por momentos es una película buena de acción como los clásicos de los 90 o el mejor anime. Es pura dinamita, brutal y cruda, pero el ritmo se queda atascado en una carretera secundaria. Le sobran al menos cincuenta minutos de carretera aburrida, haciendo que el viaje se sienta largo y pesado, cuando lo que pide el cuerpo es llegar al clímax a toda velocidad.
¿Por qué estirar la película hasta las 2 horas y 25 minutos? ¿Dónde está la escuela de los editores de cine de hace 20 o 40 años? Es como si la película al hacerse tan larga se autosabotease. Es absurdo, porque en un mundo donde la capacidad de atención al visualizar un vídeo de youtube o de instagram es de 3 segundos, el cine se empeña en hacer películas cada vez más largas y tediosas.

Esta serie es una comedia romántica que trata de una chica de Chicago que se va a trabajar a París a una empresa de Marketing, donde van a enfrentarse las ideas frescas de alguien joven estadounidense con lo tradicional de una empresa europea. Lo mejor es que gran parte del reparto son actores franceses consagrados, de forma que nos salimos de la habitual comedia americana, y creo que es por esta razón por lo que la serie o gusta muchísimo o los espectadores la rechazan. Hay incluso partes en las que hablan directamente en francés, para darle más realismo a la dificultad de enfrentarse a un idioma al viajar. Además, la protagonista es muy natural con su papel de querer hacer siempre lo correcto, de ir siempre a la moda, y de acabar muchas veces haciendo el ridículo, pero siempre con la cabeza bien alta. Tiene muchos ingredientes de pura fantasía, pero al final es lo que buscamos cuando queremos ver una serie para pasar el rato. Encontraremos romance, enredos, situaciones en las que se pone a prueba la ética de los protagonistas, y sobre todo resalta lo divertido que es París, que podríamos extrapolarlo a cualquier capital o ciudad grande de Europa.

Es una road movie de acción, aplicando el método científico que decía Tarantino que consiste en filmar escenas como otros directores las habían filmado antes, y tomas que tú como director eliges recrear en tu película. Actores que no sobreactuan, sino que son naturales frente a la cámara, si es que no le pedimos más al cine. Y es que ese método científico no se aplica ahora, sino que lo que encontramos es infinidad de películas y series en las que la cámara parece más un selfie de un actor o actriz en horas bajas que le ha dado por hacer una película en plan rápido y quiere únicamente salir guapo o guapa frente a la cámara.
En esta Road Movie 4 protagonistas, el chico carismático que roba a un gangster, la mujer embarazada del ganster que quiere escapar de sus redes, el secuaz del gangster que parece un pirata invencible sacado del anime One Peace y el malo de la película, que es ese medio centro de la premier league que sólo sabía estar de mala leche y dar patadas. Es triste que un futbolista sea más natural frente a la cámara que más de la mitad de los actores de la filmografía de las plataformas tipo netflix.
Y con estos ingredientes y poco presupuesto se cocina una road movie de acción, entretenida y con cierto humor negro.

Detalles: cuando disparan un arma, especialmente una ametralladora, notan el retroceso y se mueven hacia atrás. Son detalles que da gusto verlos.

Película de Gangsters con mucha acción, peleas, humor y persecuciones al estilo anime, con un protagonista que no sabe cómo se ha metido en un lío, y un coprotagonista que pone un punto de humor negro cada vez que aparece en escena. Es una película entretenida sin grandes pretensiones, que no aburre al espectador con escenas de relleno.
Entre un sin fin de acción, disparos y peleas, aparece el personaje del bufon de Shakespeare que es más propio de los animes que del cine, y hace divertida la película.
La acción está muy bien rodada, todo absurdo e irreal, pero al final es lo que buscamos en una película de este tipo, una estética en las peleas, persecuciones y disparos que nos haga pasar un buen rato.