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Críticas ordenadas por utilidad
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9
19 de noviembre de 2020
19 de noviembre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El planeta salvaje es una impresionante analogía de la relación de los seres humanos con los animales y con el entorno que nos rodea. Me ha parecido una obra de arte mayúscula, en la que mensaje, estética, técnica y creatividad se unen para dar lugar a una de las películas más extrañas e hipnóticas que recuerdo haber visto en los últimos tiempos.
Laloux nos habla, en la obra que nos ocupa, de temas tan esenciales como la importancia del conocimiento para la evolución de una especie, lo que conlleva también la consecución de una mayor libertad e independencia; la toma de conciencia de cómo, nosotros, los seres humanos, tratamos el entorno en el que vivimos; el sufrimiento animal o el aprendizaje como eje vertebrador de la inteligencia. Además, engloba aspectos como la meditación, el medio ambiente y la importancia de la cooperación entre especies para lograr la paz y el enriquecimiento mutuo.
En mi opinión, la "supuesta" superioridad de los Draags sobre los Oms, no lo es tanto, ya que, en realidad, una especie más evolucionada siente compasión por las demás especies y no las trata con crueldad y desprecio. De hecho, una especie evolucionada siempre trata de manera respetuosa a las demás manifestaciones de vida, y eso es algo de lo que los Draags carecen. Estos se muestran siempre con miedo y rechazo, ante lo que consideran la plaga de los Oms, y se proponen su exterminio (deshomización) como única e irremediable solución.
Me parece muy importante lo que representa la diadema de las lecciones, mediante la cual los Draags almacenan y generan su conocimiento. Y digo que me parece importante porque para mí, representa la libertad, y el fin del sufrimiento de la especie Om. De hecho en una escena que me parece fundamental, se observa cómo durante una de las múltiples deshomizaciones, Terr y una compañera arrastran la diadema, conservándola en su poder como si fuese oro, ya que de ella depende la salvación de la especie.
La animación es magnífica y conforma junto con la banda sonora y la tétrica ambientación, un producto psicodélico impresionante, fruto de un asombroso desborde de creatividad y talento. El planeta salvaje representa un mundo frío, mecanizado y apocalíptico. Es una película con claras reminiscencias a Pink Floyd, especialmente por esas representaciones ténues y sombrías, tanto de los personajes, como del planeta Ygam.
En fin, nos encontramos ante una auténtica obra maestra de culto. Una película imperecedera que por méritos propios se sitúa en lo alto de los grandes clásicos de la animación.
Laloux nos habla, en la obra que nos ocupa, de temas tan esenciales como la importancia del conocimiento para la evolución de una especie, lo que conlleva también la consecución de una mayor libertad e independencia; la toma de conciencia de cómo, nosotros, los seres humanos, tratamos el entorno en el que vivimos; el sufrimiento animal o el aprendizaje como eje vertebrador de la inteligencia. Además, engloba aspectos como la meditación, el medio ambiente y la importancia de la cooperación entre especies para lograr la paz y el enriquecimiento mutuo.
En mi opinión, la "supuesta" superioridad de los Draags sobre los Oms, no lo es tanto, ya que, en realidad, una especie más evolucionada siente compasión por las demás especies y no las trata con crueldad y desprecio. De hecho, una especie evolucionada siempre trata de manera respetuosa a las demás manifestaciones de vida, y eso es algo de lo que los Draags carecen. Estos se muestran siempre con miedo y rechazo, ante lo que consideran la plaga de los Oms, y se proponen su exterminio (deshomización) como única e irremediable solución.
Me parece muy importante lo que representa la diadema de las lecciones, mediante la cual los Draags almacenan y generan su conocimiento. Y digo que me parece importante porque para mí, representa la libertad, y el fin del sufrimiento de la especie Om. De hecho en una escena que me parece fundamental, se observa cómo durante una de las múltiples deshomizaciones, Terr y una compañera arrastran la diadema, conservándola en su poder como si fuese oro, ya que de ella depende la salvación de la especie.
La animación es magnífica y conforma junto con la banda sonora y la tétrica ambientación, un producto psicodélico impresionante, fruto de un asombroso desborde de creatividad y talento. El planeta salvaje representa un mundo frío, mecanizado y apocalíptico. Es una película con claras reminiscencias a Pink Floyd, especialmente por esas representaciones ténues y sombrías, tanto de los personajes, como del planeta Ygam.
En fin, nos encontramos ante una auténtica obra maestra de culto. Una película imperecedera que por méritos propios se sitúa en lo alto de los grandes clásicos de la animación.

7,2
12.623
8
16 de noviembre de 2020
16 de noviembre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La novia de Frankenstein es un claro y raro ejemplo de una secuela que supera ampliamente a su predecesora. Me parece una película que tiene un trasfondo humano y filosófico mucho mayor, y esto la hace más trascendental. Además, creo que está mejor construida y es más sólida.
Tras la huida del monstruo, este sufre todo tipo de vejaciones y persecuciones por parte de los humanos. Teniendo el susodicho un alma noble e inocente, es curioso observar, cómo es el humano, con su crueldad y su desconfianza a todo lo diferente, lo que da lugar a una persecución implacable y malévola, a manera de la turba medieval (y no tan medieval). Aquí Whale nos da a entender que el verdadero monstruo es el ser humano.
Pero siempre existe una excepción, y en este caso esta recae en la figura de un hombre ciego (tampoco es casualidad), que acoge de una manera excepcional y mágica al "monstruo". Toda esa secuencia me parece sublime, me emociona profundamente.
Whale, nos habla de la marginación que sufre el diferente, de la incomprensión que alberga en su alma, fruto de un mundo que es salvaje y despiadado con él. El miedo, el odio y la rabia son una constante a lo largo del film. Los seres diferentes: el ciego, los niños y los monstruos, son los verdaderamente buenos y sinceros y desgraciadamente son desplazados por un mundo que no tiene la más mínima compasión con ellos.
En fin, una enorme película, con una carga emocional y sentimental muy grande, y dotada de una mayor calidad técnica que la primera, con una ya mítica interpretación del genial Boris Karloff.
Tras la huida del monstruo, este sufre todo tipo de vejaciones y persecuciones por parte de los humanos. Teniendo el susodicho un alma noble e inocente, es curioso observar, cómo es el humano, con su crueldad y su desconfianza a todo lo diferente, lo que da lugar a una persecución implacable y malévola, a manera de la turba medieval (y no tan medieval). Aquí Whale nos da a entender que el verdadero monstruo es el ser humano.
Pero siempre existe una excepción, y en este caso esta recae en la figura de un hombre ciego (tampoco es casualidad), que acoge de una manera excepcional y mágica al "monstruo". Toda esa secuencia me parece sublime, me emociona profundamente.
Whale, nos habla de la marginación que sufre el diferente, de la incomprensión que alberga en su alma, fruto de un mundo que es salvaje y despiadado con él. El miedo, el odio y la rabia son una constante a lo largo del film. Los seres diferentes: el ciego, los niños y los monstruos, son los verdaderamente buenos y sinceros y desgraciadamente son desplazados por un mundo que no tiene la más mínima compasión con ellos.
En fin, una enorme película, con una carga emocional y sentimental muy grande, y dotada de una mayor calidad técnica que la primera, con una ya mítica interpretación del genial Boris Karloff.
6 de noviembre de 2020
6 de noviembre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Grandísima obra maestra del director soviético. Si en los córceles de fuego me lleve una gran decepción, La leyenda de la fortaleza de Suram me ha fascinado y conmovido a partes iguales, logrando realizar un bellísimo y brillante ejercicio simbólico, poético y naturalista.
La película es pura y estrictamente simbólica. Desde el pasaje que representa el enamoramiento, pasando por la representación de una invasión, del pecado, la oración, y para mí la más genial de todas, la del paso del tiempo a través de la adivina, absolutamente impresionante. De hecho, el cine de Parajanov se podría catalogar, si es que esto es posible, como una hermosa serie de representaciones a través de la imagen, de un poema o conjunto de poemas. Es un cine que rebosa misticismo y naturalismo, poseyendo un espíritu salvaje pero a la vez sencillo.
Los reyes se presentan como iguales al pueblo, pero en la práctica humillan, vejan y vilipendian a sus gentes.
También destacar, que esta obra es un claro homenaje al pueblo de Georgia, país natal del realizador. Es una oda a sus costumbres, a su idioma, a su idiosincrasia. Más concretamente, es un homenaje a toda aquella gente que dio la vida por su país, y de ahí esa visión heroica de la historia, llena de tragedia, alegría, amor y dolor.
Por si fuera poco, La leyenda... tiene un valor antropológico, cultural y artístico incalculable, ya que tanto la banda sonora, pasando por el vestuario, las costumbres que refleja o la forma en la que Parajanov construye su cine (sin un guion lineal y rompiendo literalmente con la lógica de la narrativa convencional) son una clara muestra del talento y genio de un director poco conocido y menos aún reconocido.
Técnicamente la cámara es siempre testigo de los acontecimientos, nunca juzga ni manipula. Se mantiene fija en gran parte de la obra, lo que recuerda a Ozu. Además es de estilo minimalista. Los grandes y amplios planos generales también son una constante a lo largo del film.
En fin, una película fascinante y sublime, de obligado visionado para cualquier persona que disfrute del arte de calidad.
La película es pura y estrictamente simbólica. Desde el pasaje que representa el enamoramiento, pasando por la representación de una invasión, del pecado, la oración, y para mí la más genial de todas, la del paso del tiempo a través de la adivina, absolutamente impresionante. De hecho, el cine de Parajanov se podría catalogar, si es que esto es posible, como una hermosa serie de representaciones a través de la imagen, de un poema o conjunto de poemas. Es un cine que rebosa misticismo y naturalismo, poseyendo un espíritu salvaje pero a la vez sencillo.
Los reyes se presentan como iguales al pueblo, pero en la práctica humillan, vejan y vilipendian a sus gentes.
También destacar, que esta obra es un claro homenaje al pueblo de Georgia, país natal del realizador. Es una oda a sus costumbres, a su idioma, a su idiosincrasia. Más concretamente, es un homenaje a toda aquella gente que dio la vida por su país, y de ahí esa visión heroica de la historia, llena de tragedia, alegría, amor y dolor.
Por si fuera poco, La leyenda... tiene un valor antropológico, cultural y artístico incalculable, ya que tanto la banda sonora, pasando por el vestuario, las costumbres que refleja o la forma en la que Parajanov construye su cine (sin un guion lineal y rompiendo literalmente con la lógica de la narrativa convencional) son una clara muestra del talento y genio de un director poco conocido y menos aún reconocido.
Técnicamente la cámara es siempre testigo de los acontecimientos, nunca juzga ni manipula. Se mantiene fija en gran parte de la obra, lo que recuerda a Ozu. Además es de estilo minimalista. Los grandes y amplios planos generales también son una constante a lo largo del film.
En fin, una película fascinante y sublime, de obligado visionado para cualquier persona que disfrute del arte de calidad.

7,1
65
7
30 de octubre de 2020
30 de octubre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy grata sorpresa con esta película prácticamente desconocida para el gran público. Me parece una obra honesta, veraz y furiosa. Contiene todos los ingredientes necesarios de un buen film independiente, y es que se nota a leguas el poco presupuesto con el que se realizo, pero también demuestra como, a pesar de ello, se puede hacer una buena película con una buena historia que contar.
David es un joven de 25 años, que tiene una relación estable con otro chico. Es tímido, introvertido, honesto, con gran capacidad para reflexionar y al que le cuesta expresar sus emociones. Decide hacerse amigo voluntario, a pesar de sus reticencias. Es un chico de un gran corazón, y su homosexualidad nunca ha sido un problema en su entorno familiar.
Robert, por el contrario, es un hombre algo mayor, que tiene SIDA. Está ingresado en el hospital por una fuerte neumonía. Es de carácter enérgico, extrovertido y sociable. Tiene facilidad para abrir su corazón y es un hombre luchador y controvertido. Es además, apasionado y luchador.
La película se centra exclusivamente en la relación entre estos dos. Me ha parecido muy interesante como el director presenta a dos personas muy diferentes, con una visión del mundo opuesta, pero que poco a poco conectan emocionalmente hasta llegar a tener una relación bastante profunda.
Robert reacciona con ira, ante un mundo que le ha dado la espalda, mientras que David tiende más a ocultarse, y no entiende la lucha gay, ya que él siempre ha sido aceptado.
Buddies es una denuncia contra un sistema que marginó a las personas que contrajeron el SIDA. Un sistema que culpabilizó a los gays, y la etiquetó como "enfermedad de los gays". Bressan intenta concienciar, con esta obra, de que no solo era cosa de los gays, sino que en África, las parejas heterosexuales también la contraían.
En definitiva, Buddies es una película que destila rabia, pero una rabia hermosa, una rabia que empodera y conciencia de una realidad que en aquella época fue toda una cuestión social.
Robert representa esa rabia, esa lucha y ese empoderamiento.
La vida y la muerte están muy presentes, pero también se habla del amor, los celos, las relaciones, el sexo...
Es un duelo interpretativo interesante y bien resuelto, aunque Geoff Edholm está un pelín sobreactuado en ocasiones.
Buena película
David es un joven de 25 años, que tiene una relación estable con otro chico. Es tímido, introvertido, honesto, con gran capacidad para reflexionar y al que le cuesta expresar sus emociones. Decide hacerse amigo voluntario, a pesar de sus reticencias. Es un chico de un gran corazón, y su homosexualidad nunca ha sido un problema en su entorno familiar.
Robert, por el contrario, es un hombre algo mayor, que tiene SIDA. Está ingresado en el hospital por una fuerte neumonía. Es de carácter enérgico, extrovertido y sociable. Tiene facilidad para abrir su corazón y es un hombre luchador y controvertido. Es además, apasionado y luchador.
La película se centra exclusivamente en la relación entre estos dos. Me ha parecido muy interesante como el director presenta a dos personas muy diferentes, con una visión del mundo opuesta, pero que poco a poco conectan emocionalmente hasta llegar a tener una relación bastante profunda.
Robert reacciona con ira, ante un mundo que le ha dado la espalda, mientras que David tiende más a ocultarse, y no entiende la lucha gay, ya que él siempre ha sido aceptado.
Buddies es una denuncia contra un sistema que marginó a las personas que contrajeron el SIDA. Un sistema que culpabilizó a los gays, y la etiquetó como "enfermedad de los gays". Bressan intenta concienciar, con esta obra, de que no solo era cosa de los gays, sino que en África, las parejas heterosexuales también la contraían.
En definitiva, Buddies es una película que destila rabia, pero una rabia hermosa, una rabia que empodera y conciencia de una realidad que en aquella época fue toda una cuestión social.
Robert representa esa rabia, esa lucha y ese empoderamiento.
La vida y la muerte están muy presentes, pero también se habla del amor, los celos, las relaciones, el sexo...
Es un duelo interpretativo interesante y bien resuelto, aunque Geoff Edholm está un pelín sobreactuado en ocasiones.
Buena película

7,1
29.161
8
23 de julio de 2020
23 de julio de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La favorita es un peliculón en toda regla. La crudeza de una historia que tiene por objeto desempolvar los entresijos de la sociedad aristocrática inglesa del siglo XVIII le sirve a Lanthimos para realizar una película tremenda, encumbrada aún más por la soberbia actuación del trío protagonista.
Lanthimos hace un acertado y milimétrico análisis de las relaciones de poder que tienen lugar dentro de la aristocracia inglesa durante la guerra contra Francia.
Abigail (Emma Stone), es una sirvienta aparentemente dócil y dulce. Su encanto y su sumisión pronto la llevan a escalar de posición, llegándose a convertir en la sirvienta de confianza de Lady Sarah (Rachel Weisz), que a su vez es la persona de mayor confianza de la reina.
Lady Sarah, es una mujer de fuerte carácter, segura de sí misma y con aires de autoritarismo. Es la persona de mayor confianza de la reina Anne, y con ella saca su lado más amable. En la práctica es ella la que gobierna con mano firme debido al carácter fuertemente inestable de Anne.
Anne (Olivia Colman) es una reina incapaz de ejercer su poder. Su inseguridad y sus constantes problemas de salud, hacen de ella una reina débil y fácil de manejar. En el fondo está muy necesitada de afecto y atención, y esto hace que Sarah la maneje a su antojo.
Pronto Abigail comienza a valerse de sus encantos, para convertirse en la persona de confianza de la reina, desplazando a Sarah y generando una rivalidad entre ambas que será la gran atracción de la película. Aparecen los celos, la envidia, la manipulación y la arrogancia. Así, La Favorita se convierte en una película que analiza, como pocas, la violencia implícita dentro de una sociedad en la que las apariencias son lo más importante.
Impresionante, también el nivel técnico que exhibe Lanthimos en la película que nos ocupa. La utilización constante de planos contrapicados creo que tienen un sentido completamente opuesto a lo que en primera instancia pretende transmitir (grandeza, seguridad...). La banda sonora, los decorados, el vestuario, el maquillaje...son magníficos. La actuación de las tres protagonistas es magistral. Especialmente la de Olivia Colman como la reina Anne.
Lo dicho, una gran película de un grandísimo director de cine.
Lanthimos hace un acertado y milimétrico análisis de las relaciones de poder que tienen lugar dentro de la aristocracia inglesa durante la guerra contra Francia.
Abigail (Emma Stone), es una sirvienta aparentemente dócil y dulce. Su encanto y su sumisión pronto la llevan a escalar de posición, llegándose a convertir en la sirvienta de confianza de Lady Sarah (Rachel Weisz), que a su vez es la persona de mayor confianza de la reina.
Lady Sarah, es una mujer de fuerte carácter, segura de sí misma y con aires de autoritarismo. Es la persona de mayor confianza de la reina Anne, y con ella saca su lado más amable. En la práctica es ella la que gobierna con mano firme debido al carácter fuertemente inestable de Anne.
Anne (Olivia Colman) es una reina incapaz de ejercer su poder. Su inseguridad y sus constantes problemas de salud, hacen de ella una reina débil y fácil de manejar. En el fondo está muy necesitada de afecto y atención, y esto hace que Sarah la maneje a su antojo.
Pronto Abigail comienza a valerse de sus encantos, para convertirse en la persona de confianza de la reina, desplazando a Sarah y generando una rivalidad entre ambas que será la gran atracción de la película. Aparecen los celos, la envidia, la manipulación y la arrogancia. Así, La Favorita se convierte en una película que analiza, como pocas, la violencia implícita dentro de una sociedad en la que las apariencias son lo más importante.
Impresionante, también el nivel técnico que exhibe Lanthimos en la película que nos ocupa. La utilización constante de planos contrapicados creo que tienen un sentido completamente opuesto a lo que en primera instancia pretende transmitir (grandeza, seguridad...). La banda sonora, los decorados, el vestuario, el maquillaje...son magníficos. La actuación de las tres protagonistas es magistral. Especialmente la de Olivia Colman como la reina Anne.
Lo dicho, una gran película de un grandísimo director de cine.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Final apoteósico. Esa superposición de rostros envenenados por la angustia, el dolor y la desesperación me parece un brillante ejercicio técnico, estético y psicológico.
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