No está mal la peli. Te hace sentir todo el rato la injustica del Mississippi de los años 60'. Me llama la atención que casi no aparezcan hombres en toda la película. Por otro lado las mujeres sureñas son todas unos monstruos racistas. Y eso que fueron criadas por señoras gordas y negras. Si llegan a ser educadas por Hitler me temo que ya tenían montada otra guerra civil.

Criadas y señoras tiene un par de inconvenientes. Su duración es excesiva y cuesta un poco distinguir a las dos protagonistas negras. No lo digo como algo racista, es que realmente me parecen similares de aspecto y carácter. Yo esperaba que una de las mujeres sería una negra respondona y la otra una negra sumisa como Hollywood nos tiene acostumbrados. Pero no, las dos son bastante respondonas. ¿Qué pretenden con ello? Es como si cogieramos a Jim Carrey y a ese doctor de House que es clavado a Jim Carrey y los ponemos a interpretar a dos gemelos con afición por cometer estupideces. ¿Cómo podríamos distinguirlos?

En fin, una película que hubiera sido imposible de filmar con George Bush y que aprovecha la llegada a la Casa Blanca de Obama.

En esta película Clint Eastwood interpreta a un sensible y delicado sargento americano que entrena a los soldados con técnicas innovadores y estimulantes. El llamado Sargento de Hierro (una referencia a Bismark o a Margaret Thatcher, uno de los dos) se desvive para que el alojamiento de los cadetes en el ejército sea lo más agradable posible. Para ello no duda en recurrir a la violencia.

El film recuerda al cine mudo de Murnau por el simbolismo y porque los dialogos tienen un papel totalmente marginal y secundario. De esta forma se consigue expresar el desencanto de un viejo militar americano. Como él dice "Corea un empate, Vietnam, una derrota..." Hasta el más hippy y perroflauta se conmovería por estas palabras y se lanzaría a la guerra de Irak con furia patriótica. Que el enemigo de la película sea la diminuta isla de Granada no le quita un ápice de rigor ni del tono solemne que impregna toda la película.

El Sargento de Hierro nos sorprende con una visión conmovedora del entramado militar y la interpretación de Eastwood es totalmente seria y sin atisbo para el humor. Quien quiera oir chascarrillos y humor soez que huya de esta película como de la peste.


P.D: Sólo queda preguntarse que hubiera pasado si este personaje se hubiera cruzado con el sargento de la Chaqueta Metálica de Kubrick, otra alma sensible y poética que tan sólo quiere el bien para sus soldados. Seguramente el resultado de este encuentro hubiera acabado en un recital de poesia o un manual de buenas maneras. Espero que los instructores militares españoles imiten a estos sargentos americanos que yo definiría como "duros pero justos".

Grease 2 alcanza las máximas cotas de la comedia americana de los últimos años. Tan sólo Billy Wilder había conseguido un ingenio parecido. Lo que en Grease 1 sólo se consigue entrever, en Grease 2 llega a la plenitud y explota en una sublime obra maestra.

Michelle Pfeiffer nunca ha estado tan bella. La banda sonora de esta película es muy superior a la de Grease 1 y mucho más evocadora. El protagonista masculino quizás no llega a la altura de Travolta pero tampoco se queda a la zaga. Por otra parte, el resto del reparto es casi el mismo pero con la ventaja que han pasado unos años y de esta forma los actores son mucho más maduros y creíbles en sus papeles de alocados adolescentes.

En Grease 2 hay diálogos sublimes en la línea de Thomas Mann, la estética tiene un aire al cine de Bergman (sobretodo en los planos como usted ya debe haber percibido). En definitiva, Grease 2 es una versión mejorada de Grease 1 y una auténtica joya del séptimo arte que todos deberían descubrir.

Pedanteria perfectamente orquestrada. Los directores belgas quieren expresar su propia frustración sexual a través de la película. Mortalmente lenta y aburrida. El público de Sitges se burló de ella con crueldad (exactamente la misma que han tenido los autores de este film).

Se tiene la sensación que es un corto experimental alargado innecesariamente.

Creo que no he sido el único al que han dado gato por liebre con esta película. Uno espera otra cosa de un título tan sugerente. Si además del título ve que en la portada aparecen dos tipos duros como Eastwood y Reynols, la cosa aún promete más.

No soy un gran consumidor del cine pornográfico pero sé que en este tipo de cine, son frecuentes los malentendidos y las situaciones que por alguna razón acaban con eróticos resultados. Todo ello acompañado con una música característica. Pero no. Si quieren ver este tipo de cine, Ciudad muy caliente no es la película que esperan. Mejor visionen Las excursionistas Calientes, que si bien tiene dialogos y situaciones soeces, como mínimo te da lo que te promete.

¡Ya está bien de jugar con los sentimientos del espectador, hombre!