Ni vergüenza ni respeto tienen esta pandilla de descerebrados para atreverse a perpetrar un despropósito de este calibre. ¿Qué pintan actores del nivel de De Niro o Hoffman haciendo el payaso de esta manera? Sí, la pasta, pero ni así me lo explico; doy por sentado que deben tener la vida solucionada. No hace gracia ni a niños, ni a adolescentes ni a adultos, una sandez descomunal. No comprendo los comentarios ni las altas puntuaciones que algunos les dan aquí, supongo que el humor, como todo en la vida, tiene sus rarezas. O sus trastornos. Recomendada para tontos de remate.

Haneke es un majadero como la copa de un pino y yo un pobre ingenuo que ya ha picado varias veces. Ni "La pianista" ni "Le temps du loup" ni "Cache" ni "El castillo" ni nada. Un petardo con pretensiones, un intelectual de vía estrecha que, como es habitual, tiene a sus incondicionales que encuentran "el mensaje" de sus películas como aquel que encuentra un pelo en la sopa y le dicen que es cabello de ángel.

"Funny Games" es un despropósito, una tomadura de pelo, una mala copia de una mala película del propio director, o sea, un timo. De las actuaciones mejor ni hablar porque bastante vergüenza deben haber pasado ya Tim Roth y Naomi Watts como para ensañarse.

No se dejen engañar por este cantamañanas de Haneke. Está incluso más bajo de nivel que la selección de fútbol de su país, que ya es decir.

He leído varias críticas y, sorprendentemente, todas dejan bien este engendro del irregular Claude Chabrol. Me voy a abstener de comentar las múltiples interpretaciones que los sesudos críticos encuentran para encumbrar esta cinta porque son innumerables (hay que ver lo que puede llegar a percibir un pobre pseudointelectual para simular que "entiende" una película como esta que no tiene ni pies ni cabeza). La película está basada en una novela de Ruth Rendell que supongo que debe de tener un pulso narrativo, una intriga y un dramatismo del que esta cinta carece totalmente. Si no fuera porque Chabrol pinta a todos los personajes como una pandilla de atontados, la duración del filme debería de ser de unos 10 minutos, el tiempo suficiente para denunciar a la chiflada protagonista a la policía y zanjar el tema. A destacar el personaje del novio de la hermana del protagonista, no digo más, vean, vean, ...

Bill Murray es, sin duda, uno de los peores actores del cine contemporáneo. Lo metes en Japón y pasa lo que pasa. Como Sofia Coppola no sabe dirigir, deja que Murray luzca a sus anchas el careto de estreñido que le caracteriza. Ahora bien, como la historia sucede en Japón y en este país el pescado crudo es tan típico como las ensaimadas en Mallorca, un observador un poco avezado enseguida se da cuenta que Murray sufre de anisakiosis.

La enfermedad se caracteriza por la aparición de dolor abdominal agudo, náuseas, vómitos, fiebre y diarrea o, peor aún, síntomas inespecíficos. Scarlett Johansson, en vez de limitarse a "pasar por ahí" podría haberle puesto una lavativa y nos habríamos ahorrado 105 minutos de estupideces supinas.

No se ve nada por los contínuos zooms y travellings de Fresnadillo. Es mareante, el ruido y la banda sonora son insoportables, los actores no actúan, andan por ahí sin ton ni son; ni sirve de entretenimiento ni esconde una crítica de fondo (como ven algunos). Una pérdida de tiempo, una tomadura de pelo o, directamente, una tortura. El final es lo mejor de la película por el descojone que provoca.