Si uno espera ver una gran película, se verá tal vez decepcionado. Hasta la ejecución del atentado, el film discurre de un modo cansino y perezoso, y desprende cierto aroma a telefilm. Afortunadamente, el espectacular asalto final a la iglesia consigue que la película termine en alto y por eso queda un buen sabor de boca final.

En cambio, si uno esperaba, como es mi caso, ver en imágenes el desarrollo de la Operación Antropoide original, se quedará muy satisfecho. Como interesado en la Segunda Guerra Mundial, conocía esta misión hasta en sus pequeños detalles, y me ha alegrado ver que el guion ha recogido todos y cada uno de ellos.

La película está muy bien ambientada, la fotografía remite a aquella época y ofrece la calidad de un excelente documental dramatizado.

Tenía muchas ganas de ver esta secuela, ya que Borat 1 me encantó por su humor políticamente incorrecto.

Sin embargo, me he llevado una desagradable sorpresa al ver que este Borat 2 es únicamente un burdo spot electoral anti-Trump. Su caricatura de la América conservadora con vistas a ridiculizarla por completo da vergüenza ajena.

En cuanto a los valores cinematográficos, el humor fresco de la primera está ausente y apenas funciona ningún gag.

En suma, poco cine y demasiada propaganda política.

Por Dios, ¿cómo a alguien le puede gustar esta película?

De buen rollo, no es reproche, es sólo curiosidad.

La historia de amor es insustancial, apenas hay dos o tres números musicales dignos de ese nombre, no hay ninguna tensión, ni química, se hace desesperadamente lenta y aburrida, no sé cuántas veces he mirado el reloj. Intento buscar algo positivo en ella, pero nada.

No me imagino alguien saliendo del cine contento de haberla visto, pero se ve que sí, me alegro por ellos.

Tarantino ha metido el piloto automático y nos ofrece esta peli que no aporta nada nuevo. Diálogos sin gracia, guión lineal y sin giros, protagonista que no despierta empatía, las rutinarias escenas sangrientas...

¿Aburre? No, se deja ver a pesar de su excesivo metraje, pero poco más. Foxx no se cree el personaje y Waltz vuelve a interpretar su papel en Malditos bastardos, aunque DiCaprio cumple de sobras y Jackson está tan irreconocible como genial.

Total, peli entretenida si fuera de otro director, pero decepcionante para alguien que nos ha ofrecido tantas genialidades; intenta seguir exprimiendo un modelo que ya ha dado muestras de agotamiento. No quiero ni pensar lo próximo que vendrá...

Decepcionante, aburrida, vacía... se podría decir todo de esta castaña.

Sólo se salva la magnífica fotografía, la banda sonora y algún recurso del cine antiguo... pero todo eso puesto al servicio de una película de la que uno desconecta al cuarto de hora. No hay historia, tensión, conflicto, empatía con los personajes, además de unos diálogos aburridos y cargantes. He estado a punto de abandonar cuando aún quedaban 50 minutos.

La intención de Fincher seguro que era buena, hacer cine de calidad pese a producirla Netflix, pero el resultado es pésimo, una pena.