De esas pelis que ves por error. ¡No pierdan su tiempo! No la vean a menos que estén en posesión de sustancias psicotrópicas, también se recomienda verla en compañía de otra persona del sexo opuesto, siempre y cuando tengan algún método de protección anticonceptiva, física y creativa..., física por si deciden dejar de ver la peli para hacer algo más entretenido, y creativa por si tu subconciente recoge la funesta influencia artística de la cinta, conduciendo a un estancamiento creativo posterior.
Ustedes deciden!

Salud!

Asumo que el cómic debe ser mucho mejor que la presente película, cosa que general y lamentablemente suele ocurrir con demasiada regularidad;
aún así no he tenido el placer de leerlo, con que no puedo formar una comparación o idea realmente crítica del trabajo de Marv Wolfman y Steven E. Gordon (Guionista y Director) sobre el original de Stan Lee.

Financiada por Film Roman y Starz Company, ésta animación viene a ser una muy típica historia de super-héroe, sencilla en su factura, regular en su ritmo, clara en su mensaje, y sobretodo dramática en los los primeros 45 minutos.
Está enfocada para adultos, pero tampoco para aquellos que quieran hacer un calculado escrutinio del metraje, éstos quizá se aburran, no es perfecta, quizá ni interesante, claro que el quizá sea por que esperaban más acción, estallidos y monstruos surgidos de los delirios pesadillescos (como los que aparecen en la introducción del filme, criaturas tales como robots destructores gigantes, anti-héroes, zombies y otras fieras del "Leemaginario" común).
En mi opinión también se agradece una película de super-héroes menos hollywoodiense y más humana, y me gustó lo suficiente como para interesarme en el original en papel y tinta.

En éste caso, la nano-tecnología es la madre del super-héroe (tras una serie de desafortunados acontecimientos claro), el cual luego hace unas virguerías más demenciales que cualquier combo imposible en el "Tony Hawk Wasteland" con su hyper-mejorado ¡y plegable!, skateboard de batalla;
si más no el personaje es original, y su historia más plausible que la de muchos otros super-héroes de las factorías americanas (lo que hace con el skateboard no, por eso...).

Un consejo es verla en idioma original o subtitulado, hay que decir que las voces son geniales, les doy las gracias a los que se las pusieron, y se las doy por que he visto que se esforzaron al máximo con sus personajes de habla anglo-chicana, algunas risas me han regalado;
también un espacio para la música, en ocasiones muy bien elegida y en otras un tanto mediocre, pero en general cumple con su función.

Punto a favor: su duración. En la ficha aparece 90 minutos, es incorrecto pues su duración real es de 75 minutos aproximadamente, el mismo formato que la mayoría de las demás pequeñas películas animadas de super-héroes de los últimos años.
Dicho lo dicho, no me extenderé más.

Conclusión: ¡Espero que la tuya!.

Salud y Agur.

Sí, es la respuesta si me preguntan si vale la pena ver ésta serie.
Reconozco que no está al nivel de la recién salida del horno "Juego de Tronos" de la HBO,
pero "Camelot" tiene algo que no tiena la otra, y ese algo tiene nombre: Eva Green.

Si no fuera por Morgana, la serie no tendría garra, no hay otro personaje en el serial que tenga la fuerza de la malvada maga, y es que la Green no está nada verde, creo que se lo debe pasar pipa haciendo el papel de mala malísima.
Los demás actores cumplen su tarea pero sin destacar, Joseph Fiennes como Merlin a mi parecer está limitadísimo, aunque és buena idea la de revitalizar la imagen mago, pasando del clásico con barba y sombrero, a un mago calvo sin barba y no tan bueno como de costumbre.
Después está el joven Rey Arturo, que más que un rey parece un surfero que se ha perdido en el tiempo;
de momento ninguno de los caballeros tiene una relevancia interpretativa especial, y Ginebra, es como un diente de león a punto de ser desmenuzado por el viento,
con eso quiero decir que su interpretación es volátil y descafeïnada, su belleza brilla mucho y su talento expresivo no se percibe.

Lo mejor de la serie, sin contar Morgana, sin duda és la explicación a la fantasía o misticismo de la leyenda artúrica, basando los pasajes fantásticos (como la dama del lago y la espada Excalibur) como tapaderas de mentiras y crímenes.
También la escenografía y el attrezzo son dignos de mención, no desentonan en ningún momento y tampoco exageran;
sin duda la fotografía está muy cuidada, aunque no voy a hacer comparaciones con la otra serie ya citada, cabe destacar que los chicos de la Starz han hecho lo posible para traernos un artificio con factura de calidad.

Lo peor de la serie, en mi opinión és el ritmo de los sucesos, ni demasiado lento ni demasiado rápido, pero todo a la vez.
La cadencia de los planos aveces puede resultar confusa, y diferir mucho entre una secuencia y otra, construyendo así un espacio incómodo entre el espectador y la obra.

En fin, para ser una revisión del ancestral clásico, cumple la función con creces. Vale la pena.
¡Eva Green sobre todo!


Saludos

El caballero de las mil maravillas, un héroe del amor en el corazón de las tinieblas.
Acero, sangre, pelusilla y fuego. Drama. Perdida. Timelapse. Melenas cool.
Misterio. Exhumación. Crimen. Oscuridad.
Revés de mandoble, traspié, perdida de equilibro, tensión, miedo.
Parálisis. Corte limpio.
Una faz horrible. barro ensangrentado. El tirón de Juego de Tronos es claro.

Lo mejor: es entretenida y tienes cosas a su favor.

Lo peor: es fácil dormirse.

Hubo un día... un barquito de latón muy especial, aunque algo podrido;
que en absoluto era especial por ser de latón, o estar podrido... no,
lo era por su estelar tripulación,
una compañía de esquizofrénicos idealistas y bohemios de raíz,
que habitaban en sus acongojadas y doloridas tripas.

Entonces yo... (sí, en éste cuento aparezco yo) iba caminando,
muy feliz en compañía de mi mejor compañera bajo el cielo rojizo del ocaso,
siguiendo la estela de barcos varados en el puerto de Palamós (fantástico pueblo, os animo a todos a visitarlo algún día :).
Al fondo del gran brazo que és el puerto, enclavado entre dos barcos pesqueros,
estaba el barquito de latón,
completamente engalanado con bombillas amarillas y parafarnalia variada,
pero eso sí, a su alrededor se había montado un micro-anfiteatro con bancos de madera,
y una valla suficientemente alta como para permitir el aislamiento del exterior.
En la entrada al anfiteatro naval , tras la casi inexistente cola,
nos pesaron con una báscula para precisar el precio de la entrada (¿¡qué original no!?),
en ese momento me lo pareció, ahora ya no sé.
Y bueno, nos cobraron, buscamos un asiento (fácil) y nos sentamos a esperar, mientras se hacía de noche. ¡Qué emoción!.
Empieza el espectáculo y... ¡emoción!
y...
y... bueno! Ya no me acuerdo! tendréis que ver el documental.

No és lo mismo, pero vale la pena. Y antes de tocar el dos, os cuento unas curiosidades...,
todo lo que he contado es cierto, vi a la compañía de Narragonia en directo en el puerto de Palamós (Costa Brava),
hará unos cinco o seis años, y sucedió tal y como he contado. Recuerdo que salimos muy satisfechos con el entretenimiento.
Uno o dos años después entré a estudiar en la escuela que produjo éste documental, el CECC,
allí lo descubrí, y me pareció una genial coincidencia.

En resumen, forma tu propia opinión viendo éste documental.
Yo le pongo un 7, no porque lo merezca, o no, sino por la relevancia de un día de mi vida.

Ferrano.