Película de acción espionaje guerra fría, con dos actores de naturaleza similar Robert Redford icono de los 70-80 y Brad Pitt- 90-2000 cogiendo el testigo como sustituto de Redford, y la película es así, una relación profesor alumno, pero con un aspecto más fraternal a padre hijo.

Solo por ese argumento valdría ver la película, pero es mucho más que eso, es una película de acción intriga y drama.

La película es muy dinámica como la mayoría de los films de Tony Scott, no tiene quizás el eco de ser recordada tanto como merecía, seguramente porque ese año se estreno otra película de espías, Jason Bourne, pero quitando las similitudes de que ambos son espías, son totalmente opuestos, mientras que Jason Bourne es acción, lucha, tanto cuerpo a cuerpo como con armas, Tom Bishop (Brad Pitt, en Spy Game), es más asusto y por que no decirlo mucho más realista.

Es un film de: trucos, engaños, de jugadas, de como dicen Redford " el mal menor", seguramente sea una de esas películas donde Brad Pitt no se luce tanto en pantalla como sus compañeros, porque Redford esta sensacional.

Es una buena película de espías, por eso vale la pena verla, porque no es del estilo de James Bond ni de la comentada saga de Bourne.

Es una buena película de espías, por eso vale la pena verla, porque no es del estilo de James Bond ni de la comentada saga de Bourne.

Cine clásico de drama con toques de cine negro, la historia es muy rápida, en 90 minutos tenemos una historia redonda desde el inicio de dos niños huérfanos hasta el desenlace final ya como adultos, Clarke Gable despliega toda su presencia en escena con su carisma y su humor, y su aires de chico malo, por contrapunto esta William Powell , cuyo personaje es integro y sobrio y hace muy bien de contraste conal personaje de Gable, por eso la historia funciona muy bien, dos amigos en lados totalmente opuestos del tablero en cuanto a valores morales.

Es entendible que no le dieran el Óscar a Leonardo Dicaprio en el 2014 por El lobo de Wall Street porque se enfrento al mejor papel realizado por McConaughey, es sencillamente sensacional, el mejor papel de toda su carrera,.
Muy similar al papel que consagró a Tom Hanks con Philalephia también con el tema del rechazo de la sociedad a los pacientes con VIH. Son dos historias muy similares, pero con dos perfiles diferentes mientras uno es un abogado exitoso, de McConaughey representa es el típico tipo de Texas mujeriego homófobo, que con el paso del tiempo se va dando cuenta de lo que realmente es importante, independientemente de su orientación sexual.
Es inevitable no engancharse a la película con el drama y el contexto histórico que tiene, como siempre que es una historia real da mayor peso y empatía sobre el personaje y su historia.

Película muy de los 90, en la fotografía, en tono de la ambientación, no ha envejecido como debería, es una película que cuando descubres Tarantino o las primeras películas de Guy Ritchie quiere ver más y te encuentras esta pequeña joya de los 90.

Una banda comandada por Jimmy “El santo” tiene que hacer un trabajo para el jefe local de la mafia…. Comedia negra y de Street Gangs con toques románticos típicos de las películas de esa década, acercándonos más a la versión que hace Tony Scott de” True Romance” que a lo que hace Tarantino en “Reservoir Dogs”.

Con un sensacional Andy García que toma el papel bueno de un gánster, “el santo” que comanda una pandilla de acabados de actores secundarios, que quieren rememorar un tiempo mejor. Con Christopher Lloyd, aquí como “Pedazos” para nosotros siempre serás “Doc” Brown de Regreso al futuro, junto a ellos están: William Forsythe, Treat Williams Bill Nunn.

Y que decir de Christopher Walken que no le hace falta ni mover un músculo para impresionarnos en esta película añadiendo además a su secuaz Steve Buscemi.

Y lo que diferencia esta película de las de su género, es la manera en que es contada ya que esta a través de narrador selectivo que nos cuenta la historia en pasado, nos presenta los personajes e interactúa con ello a través del entrañable personaje de Jack Warden.

Esta película es un drama o más bien dicho un dramón, ya que nos mezcla varias historias y todas y cada una de ellas es un drama por si mismo, que te hace reflexionar en esas situaciones y te genera angustia en cada una de ellas, gracias al virtuosismo de Iñarritu.

No suelo ser muy fan de las películas donde hay historias cruzadas, porque la final tengo esa sensación de que algunas historias las acaban cruzando a calzador, pero en este caso asume ese defecto por la gran carga dramática que esta implícito en la película.

En la historia bíblica, Babel era un zigurat que quería construir la torre más alta para poder llegar al cielo y así llegar a Dios, y como castigo Dios hizo que los constructores no se entendiesen en ningún idioma, y en el film el tema más recurrente es que los personajes no se entienden, a Richard (Brad Pitt) no le comprenden, a la Chieko (Rino Kikuchi), la chica sorda no la comprenden…

El hilo de unión es una escopeta, que lleva consigo un conjunto de desgracias desencadenas y fantasmas del pasado, como una metáfora de lo destructivas que son las armas y que acerca más a la desolación que a la igualdad y la paz.

2 horas y media de drama, que no deja ningún pero, y que esta perfectamente hilvanada con la banda sonora de Gustavo Santaolalla y su “ Bibo no Aozora”.