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6,9
21.752
5
27 de mayo de 2024
27 de mayo de 2024
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En términos cinematográficos, "Una joven prometedora" es una película excelente. Al igual que "Déjame salir" y "Parásitos", si estuviesen dedicadas a una buena causa, serían obras maestras, con letras mayúsculas. Pero están dedicadas a una causa mala, pésima: la promoción del comunismo. La confesión más extremista de la religión de moda, la izquierda política.
Así como en "Déjame salir" ya no hay personas buenas de raza blanca, ni siquiera la chica progre, y en "Parásitos" ya no hay personas buenas adineradas, ni siquiera la chica que se relaciona con los de los barrios pobres, en "Una joven prometedora" ya no hay hombres buenos. Empezando por los blancos pijos y ricos, faltaría más. Pero tampoco el friki, ni el progre perfecto, ni el negro gordo. Hasta el padre, que en principio es adorable y colabora en la cocina, se acaba revelando como un idiota, como mínimo. El abogado veterano se arrepiente, sí, pero después de un historial récord de maldades, por el que tiene que pagar arrodillándose ante la diosa, si no quiere recibir una paliza (de un matón varón, ¡ay, qué descuido Emerald!, va a parecer que a la postre sois dependientes, haber metido a alguna "Furiosa", como bien sabe hacer el caradura y macho Miller).
Esto es marxismo cultural y aquí no hay medias tintas: los hombres son malos. Desde Serguéi M. Eisenstein y su "Acorazado Potemkin", ha pasado un siglo, pero tenemos el mismo perfil de canallas parasitarios adoctrinando, y con mucha más tecnología a su servicio.
Y tú, lector, ¿eres de raza blanca?. ¿Eres hombre?. ¿Eres rico?. Basta con una de las tres cosas; aunque si las cumples todas te llevas más números para la rifa. Estás en busca y captura.
¿Vas a rebelarte, o vas a dejarte sacrificar como un cordero?
Pero por favor, aquellos que sean capaces de apostatar, los creyentes menos tozudos, no penséis que este problema es el resultado de una conspiración de unos pocos ancianos desalmados que se inyectan sangre de tiernos infantes, o vaya usted a saber qué paranoia. Eso no es tan distinto de lo que ya pensabais como progres... Respetaos a vosotros mismos. Este es vuestro sistema, el que vosotros y vuestros padres habéis contribuido a crear. Tenéis que espabilar, pero pronto y de verdad, antes de que la evolución os arrolle.
Así como en "Déjame salir" ya no hay personas buenas de raza blanca, ni siquiera la chica progre, y en "Parásitos" ya no hay personas buenas adineradas, ni siquiera la chica que se relaciona con los de los barrios pobres, en "Una joven prometedora" ya no hay hombres buenos. Empezando por los blancos pijos y ricos, faltaría más. Pero tampoco el friki, ni el progre perfecto, ni el negro gordo. Hasta el padre, que en principio es adorable y colabora en la cocina, se acaba revelando como un idiota, como mínimo. El abogado veterano se arrepiente, sí, pero después de un historial récord de maldades, por el que tiene que pagar arrodillándose ante la diosa, si no quiere recibir una paliza (de un matón varón, ¡ay, qué descuido Emerald!, va a parecer que a la postre sois dependientes, haber metido a alguna "Furiosa", como bien sabe hacer el caradura y macho Miller).
Esto es marxismo cultural y aquí no hay medias tintas: los hombres son malos. Desde Serguéi M. Eisenstein y su "Acorazado Potemkin", ha pasado un siglo, pero tenemos el mismo perfil de canallas parasitarios adoctrinando, y con mucha más tecnología a su servicio.
Y tú, lector, ¿eres de raza blanca?. ¿Eres hombre?. ¿Eres rico?. Basta con una de las tres cosas; aunque si las cumples todas te llevas más números para la rifa. Estás en busca y captura.
¿Vas a rebelarte, o vas a dejarte sacrificar como un cordero?
Pero por favor, aquellos que sean capaces de apostatar, los creyentes menos tozudos, no penséis que este problema es el resultado de una conspiración de unos pocos ancianos desalmados que se inyectan sangre de tiernos infantes, o vaya usted a saber qué paranoia. Eso no es tan distinto de lo que ya pensabais como progres... Respetaos a vosotros mismos. Este es vuestro sistema, el que vosotros y vuestros padres habéis contribuido a crear. Tenéis que espabilar, pero pronto y de verdad, antes de que la evolución os arrolle.

6,8
33.675
6
24 de febrero de 2023
24 de febrero de 2023
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un espectador joven y aficionado al género de terror, podría pensar: ¡Se me cae Insidious! ¡Copió el argumento de Poltergeist! Y dado lo efectiva que era la película de James Wan, no queda más remedio que darle mucho crédito a la de Hooper/Spielberg, pese a que flaquee severamente en la creación de la atmósfera, con ese toque humorístico (sobre todo al final), jovial y aventurero tan típico de Spielberg, para nada adecuado si se trata de dar miedo, algo en lo que Wan es un maestro. Otras pegas son las progretadas anti-republicanas y ecolojetas que se deslizan en la trama, pretendiendo engañar incluso al personal más bien tradicionalista que crea, o le gustaría creer, en los espíritus.
Pero luego aquel espectador puede investigar, y percatarse de que el núcleo argumental en realidad es una mezcla de obras aún previas: el episodio "Little girl lost" de "La dimensión desconocida", y "El exorcista". Incluso los elementos secundarios tienen precedentes en otras películas más antiguas, destacando "Living doll", episodio también de la mítica "La dimensión desconocida", donde parece ser que ya estaba casi todo. Y lejanamente, "Videodrome" (porque chicos, "Ringu" también se cae del pedestal).
En el cine es raro no encontrar precedentes de algo. Ya en los 80. Aún así, Poltergeist creó su propio mejunje y no carece de interés.
Pero luego aquel espectador puede investigar, y percatarse de que el núcleo argumental en realidad es una mezcla de obras aún previas: el episodio "Little girl lost" de "La dimensión desconocida", y "El exorcista". Incluso los elementos secundarios tienen precedentes en otras películas más antiguas, destacando "Living doll", episodio también de la mítica "La dimensión desconocida", donde parece ser que ya estaba casi todo. Y lejanamente, "Videodrome" (porque chicos, "Ringu" también se cae del pedestal).
En el cine es raro no encontrar precedentes de algo. Ya en los 80. Aún así, Poltergeist creó su propio mejunje y no carece de interés.

7,3
52.761
5
22 de enero de 2023
22 de enero de 2023
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me parece "templanza" la palabra apropiada para definir esta película, como se dijo en algún medio. Sí a su personaje principal, pero no a la obra. En numerosos momentos se desea transmitir una sensación de inseguridad, de nerviosismo, de desasosiego, asociada a la compleja trama y la caótica sociedad que se muestra. También de rebeldía, por la protagonista y sus amigos. Se consigue mediante el recurso de cámara en mano, y mostrando muy poco tiempo los planos. Mediante filtros, maquillajes y vestuario que dan sensación de realismo, un realismo duro. También mediante la música de Alberto Iglesias, abundante en disonancias. Bien es cierto que todo esto a menudo se "sosiega", especialmente cuando se retrata al protagonista. También es cierto que la sensación de "nerviosismo rítmico" es bastante menor, en su totalidad, que en "Ciudad de Dios". Meirelles muestra un gran dominio del lenguaje cinematográfico, utilizando los diferentes trucos y recursos de manera adecuada al guión, en cada momento.
Creo que es por el conformismo de nuestra sociedad, por lo que tendemos a creernos estas historias (de mensaje humanitario, pero también con una faceta política que queda bien patente desde la presentación de Tessa, lo que conlleva unos perjudicados y unos beneficiados, y sólo por eso debe hacer sospechar), y darle un valor más allá de la ficción, un tanto desmesurado. En cuanto a las prácticas poco escrupulosas de algunas empresas, en ocasiones ilegales, nada que objetar, son máquinas cuyo objetivo es conseguir beneficios netos, y dependiendo de la ética de los individuos que las compongan, es posible que nada más les importe.
Ahora bien, yo no veo al gobierno inglés pringado en algo así. El objetivo de los políticos es conseguir votos, y un plantel como el que muestra la película más tarde o más temprano iba a ser mostrado por medios de comunicación, que espoleados por los partidos políticos afines, ponen especial interés y medios en descubrir corrupciones en los partidos contrarios. Esto no significa que crea que no existan, sería una ingenuidad, pero la que se muestra en la película, tal y como se cuenta, me parece demasiado obvia y peligrosa para que se diera en la realidad, con el gobierno de un país de tradición liberal. Si algo así lo descubriera alguien, no mandaría una cartita al gobierno, no, hablaría con los medios de comunicación de Inglaterra (que curioso, en la película prácticamente no existen, debe de mostrar algún otro planeta porque...) y al día siguiente el lugar estaría atestado de periodistas blancos.
Creo que es por el conformismo de nuestra sociedad, por lo que tendemos a creernos estas historias (de mensaje humanitario, pero también con una faceta política que queda bien patente desde la presentación de Tessa, lo que conlleva unos perjudicados y unos beneficiados, y sólo por eso debe hacer sospechar), y darle un valor más allá de la ficción, un tanto desmesurado. En cuanto a las prácticas poco escrupulosas de algunas empresas, en ocasiones ilegales, nada que objetar, son máquinas cuyo objetivo es conseguir beneficios netos, y dependiendo de la ética de los individuos que las compongan, es posible que nada más les importe.
Ahora bien, yo no veo al gobierno inglés pringado en algo así. El objetivo de los políticos es conseguir votos, y un plantel como el que muestra la película más tarde o más temprano iba a ser mostrado por medios de comunicación, que espoleados por los partidos políticos afines, ponen especial interés y medios en descubrir corrupciones en los partidos contrarios. Esto no significa que crea que no existan, sería una ingenuidad, pero la que se muestra en la película, tal y como se cuenta, me parece demasiado obvia y peligrosa para que se diera en la realidad, con el gobierno de un país de tradición liberal. Si algo así lo descubriera alguien, no mandaría una cartita al gobierno, no, hablaría con los medios de comunicación de Inglaterra (que curioso, en la película prácticamente no existen, debe de mostrar algún otro planeta porque...) y al día siguiente el lugar estaría atestado de periodistas blancos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Es cierto que se sospecha que hay compañías farmacéuticas que han hecho pruebas en el tercer mundo que no se podrían hacer en el país de origen, aprovechando los regímenes poco controlados que tienen. Bien para aminorar el tiempo de desarrollo de un medicamento, bien para falsear pruebas. De lo que no hay sospechas fundadas, es de que el gobierno inglés se meta en esos chanchullos, por no se sabe muy bien qué motivos. La película no se explica, claramente aposta; el espectador ha de creer y dejarse manipular; para que, vía perorata sobre la guerra de Irak, podamos hacer unas cuantas conexiones, y votar a quien tenemos que votar.
El empeño en aleccionar es un lastre a cargar, para darle mayor empaque comercial a la película. Otro, el maniqueísmo con el que finalmente nos decepciona. Parecía que la protagonista no tenía prejuicios a la hora de comprar sus objetivos, a cambio de sexo adúltero. Pero al final se nos aclara que no, que en realidad era prácticamente la virgen María. Cómo deshacer el trueque, es un dilema en el que no hay que entrar; porque, qué más da, ya está muerta.
A pesar de todo, dado el buen hacer de Meirelles, que consigue transmitir lo que quiere según lo requiera la obra, y dado que viene bien avisar sobre la sola posibilidad de que ocurran estas cosas, se consiguen salvar las naves. Bajando bastante el nivel respecto a "Ciudad de Dios", eso sí.
El empeño en aleccionar es un lastre a cargar, para darle mayor empaque comercial a la película. Otro, el maniqueísmo con el que finalmente nos decepciona. Parecía que la protagonista no tenía prejuicios a la hora de comprar sus objetivos, a cambio de sexo adúltero. Pero al final se nos aclara que no, que en realidad era prácticamente la virgen María. Cómo deshacer el trueque, es un dilema en el que no hay que entrar; porque, qué más da, ya está muerta.
A pesar de todo, dado el buen hacer de Meirelles, que consigue transmitir lo que quiere según lo requiera la obra, y dado que viene bien avisar sobre la sola posibilidad de que ocurran estas cosas, se consiguen salvar las naves. Bajando bastante el nivel respecto a "Ciudad de Dios", eso sí.
16 de diciembre de 2022
16 de diciembre de 2022
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Moderadamente divertida, por momentos. Libre de feminismo, lo cual se agradece y goza hoy en día. Pero como bien dice Kinetoscope, a partir de la cacería carece de interés, esa escena es especialmente chapucera. Yo diría que desde antes, en la reunión de vecinos en la fábrica de vidrio, la película decae.
La defensa de la verdad es ambigua: para Don Erre va bien, para el director del banco mal. Y es que aunque el izquierdismo cultural no estaba por entonces de moda, sí lo estaba el económico, como ahora. Entre el pueblo; y un régimen teóricamente nacional-socialista, no deseaba censurar eso. Ante la duda, o por sistema, el malo es el rico. Observen el resto de críticas y vean cuántos lo aplauden alborozados.
La apoteosis de la españolada conspiranoica, anticristiana, llega con lo de que no existen los Davids reales, sino Goliats escondidos tras ellos. Oh, gran descubrimiento, qué inteligentes somos... Tanto que nuestro país lleva siglos en decadencia. Con lo que al final, la película resulta mediocre, exactamente igual que las actuales comedias progres españolas.
La defensa de la verdad es ambigua: para Don Erre va bien, para el director del banco mal. Y es que aunque el izquierdismo cultural no estaba por entonces de moda, sí lo estaba el económico, como ahora. Entre el pueblo; y un régimen teóricamente nacional-socialista, no deseaba censurar eso. Ante la duda, o por sistema, el malo es el rico. Observen el resto de críticas y vean cuántos lo aplauden alborozados.
La apoteosis de la españolada conspiranoica, anticristiana, llega con lo de que no existen los Davids reales, sino Goliats escondidos tras ellos. Oh, gran descubrimiento, qué inteligentes somos... Tanto que nuestro país lleva siglos en decadencia. Con lo que al final, la película resulta mediocre, exactamente igual que las actuales comedias progres españolas.
29 de enero de 2023
29 de enero de 2023
1 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sólo hay dos cosas buenas en esta película, aunque son ciertamente excelentes:
Una, la extrema belleza de Patty Shepard. Las otras chicas también son guapas, Gimpera incluso mucho, pero dentro de las expectativas, mientras que lo de Patty es excelso.
Dos, el descollante talento humorístico del irrepetible Antonio Ozores; resulta hilarante tanto verlo como escucharlo. En este caso, los otros ni siquiera son graciosos.
Una, la extrema belleza de Patty Shepard. Las otras chicas también son guapas, Gimpera incluso mucho, pero dentro de las expectativas, mientras que lo de Patty es excelso.
Dos, el descollante talento humorístico del irrepetible Antonio Ozores; resulta hilarante tanto verlo como escucharlo. En este caso, los otros ni siquiera son graciosos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A pesar de no ser precisamente atractivo, ¡el puñetero tuvo la oportunidad de besar a miss Shepard en los labios! Razón para envidiarle intensamente. Seguro que le pidió a su hermano que lo pusiera en el guión, jajaja... Genio.
¡Oh, puedo haber cometido una micro-nosequé! ¡Herejía! Pero no se enojen, disfruten con el protofeminismo que ya anidaba por entonces en España. No ha salido de la nada. Es verdad que también salpimentado con detalles machistas, se trata de una obra de transición de fascismo a socialismo de izquierdas, las dos desgracias entre las que oscila el pueblo español, sin gusto por nada más.
¡Oh, puedo haber cometido una micro-nosequé! ¡Herejía! Pero no se enojen, disfruten con el protofeminismo que ya anidaba por entonces en España. No ha salido de la nada. Es verdad que también salpimentado con detalles machistas, se trata de una obra de transición de fascismo a socialismo de izquierdas, las dos desgracias entre las que oscila el pueblo español, sin gusto por nada más.
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