Malos de mierda, flashbacks redundantes, historia mil y una veces vista (y mejor contada), humor marca de la casa, nostalgia noventera y empoderamiento femenino estilo Netflix .¿Que podía salir mal?, pues nada, éxito absoluto de taquilla. Es increíble como esta gente de marvel es capaz de navegar entre el meh y el blao para que al final te termines tragando todas sus mierdas y encima se te quede el regusto de que has pasado un ratejo entretenido.

Esta es otra más , no es el cacaceite más refinado de toda la factoría pero se le acerca.

Con respecto a los actores soy poco objetivo porque todos los que salen me gustan ,hasta salvo a Brie Larson, que me pone bastante cachondo aunque revisionando sus leaks tiene unos pezones ridículos que no le hacen justicia a las berzas que gasta.

Un 2, el 1 lo reservó para la auténtica carroña.

"Zack and Miri makes a porno" O "¿qué coño te pasa Kevin Smith?", que viene a ser lo mismo. Veamos, el argumento es el siguiente:

Un forero de forocoches vive con un pibón en un apartamento, son amigos de toda la vida y nunca han sentido nada el uno por el otro. Tienen problemas económicos y deciden hacer una peli porno. En una de las escenas de la peli follan.

¿Cuento el final o no hace falta? Sí, es ese que pensáis. Joder, joder... una puta comedia romántica. Y lo peor es que apenas si me habré reído un par de veces. Smith aprovecha las escenas que, a priori, pueden resultar divertidas, y las explota (todo lo que conlleva la realización de la porno es divertido, y los castings también), pero es que no hay más, eso serán dos o tres escenas.

A decir verdad la cosa empezaba bien aunque siendo sincero leyendo el argumento me lo esperaba todo eso (no hace falta ser un genio) pero coño, es que hecho en falta la mala leche de Kevin Smith, no la encuentro. Quizás soy algo más duro con esta película que con otras del mismo género, pero es que a este director le exijo bastante más.

PROS:
-Dos o tres escenas divertidas
-La actriz protagonista y lo bien que lo hace en cierta escena
-El pequeño homenaje que se le hace al cine porno. De hecho dos de las actrices secundarias son Traci Lords y Katie Morgan (para más información Wikipedia)
-No se hace pesada

CONTRAS:
-El actor protagonista (Seth Rogen). Ya me cansa verlo en el mismo papel (Lío embarazoso)
-La credibilidad de toda la película. El hecho de que unos frikis como Kevin Smith o Judd Apatow hayan conseguido tirarse a algún pibonazo en su vida no implica que TODO friki lo haga (y menos a tías como la de "Lío embarazoso" o esta)
-Le falta humor y mala leche. Esta no me ha hecho reír lo que me hizo "Clerks 2"
-Ya se hace pesadito tanta referencia a "Star Wars" (saga que me encanta). Me pudo hacer gracia la primera, la segunda o incluso la quinta vez, pero ahora no
-Es una película que le puedes poner a tu madre o abuela sin miedo (salvo dos escenas y ni eso)
-Tiene cierto toque ñoño insoportable


En fin, que para mí ha sido una decepción. Mi nota es un 5

Alexandre Aja no ha inventado nada ni lo inventará jamás, pero hay que reconocerle un buen hacer ejemplar y un pulso fílmico envidiable. Si ya nos dejó sentados con Alta Tensión y aplaudiendo con los huevos tras su remake de Las Colinas Tienen Ojos, infinitamente mejor que la original de Craven, aquí nos da la perfecta película veraniega para el pajero cinefago. Dejando de lado el grandísimo guión original de ese señor nunca bien ponderado que atiende al nombre de John Sayles, Aja nos lleva a las vacaciones de primavera del arquetípico pueblo yanqui con lago, solo que al jolgorio se suman unos peces más feos que un centollo con pegatinas y con más hambre que la que podamos tener cualquiera de nosotros tras ir de farra 3 días seguidos. Y se lía gordísima, claro, porque los pescados son unos guardianes de la moral y no soportan que la gente esté por sus aguas en bañador y trasegando como si las resacas no existieran.

La cosa no entra a piñón, como es normal en Aja, que sabe manejar los crescendos como pocos, y entre homenajes (Richard Dreyfuss cantando la canción etílica de Tiburón, camisetas y diálogos sobre los Pixies, etc etc), pezones como lonchas de mortadela y amagos de esos en plan ¨¡uy, que susto!¨ pero luego nada. Se llega a un clímax ENORME que puede ser perfectamente una de las cosas más bárbaras pasadas en salas comerciales desde los loquísimos setenta (Italia no cuenta, que ahí están enfermísimos): el fiestón en medio del lago se convierte gracias a la presencia de las pirañas y el buen hacer habitual de Greg Nicotero y Howard Berger en un festival de cosa loca de la buena. Es impresionante, de verdad. Da gusto ver tantas barrabasadas filmadas así. Porque aquí toda la carne, que era mucha y en forma casi siempre de teturcia, termina mutilada, de una forma u otra, incluyendo cameos splatter de Eli Roth y actrices porno. Y para colmo, con eso del montaje paralelo, Aja nos deja un yate con fiestón de los buenos (tetas, guiskas y alpiste de ministro) que deriva en el clásico ¨barco atrapado y sus ocupantes jodidos¨, que no deja de ser una excusa para darle una muerte horrible y harto desagradable al tontaina de turno.

Por lo demás, un plantel de ilustres secundarios y acabados (la Shue igual de guapa que siempre, Ving Rhames tan competente como de costumbre, Dina Meyer aún sin pechos, Christopher Lloyd revolucionado y el hermano gemelo de Julián López aka Vicentín, Adan Scott), vómitos al espectador en espectacular 3D, escenas de fauna marina nunca antes descubierta o filmada (el nabo submarino), parodias de los anuncios de perfume y similares (la grabación con música clásica de las chicas desnudas nadando) y el no esperado susto final ochentero, tan en boga por aquel entonces y que te hacía derramar siempre las palomitas sobre tu abuela de pequeño y el copazo o la droga sobre tí mismo actualmente.

Ah, y la mejor línea de la década: ¨¡un pescado con tetas!¨. Que también sirve para definir lo que todos los hombres creemos que es una sirena.

La casco un 7.

Pero qué despiporre de película. Excesiva, exagerada, sangrienta hasta lo caricaturesco y sin una maldita cortapisa en lo que a violencia se refiere. Y lo mejor es que es terriblemente divertida.

Rutger Hauer lo hace de puta madre y la dirección no concede un respiro, porque para lo que hay que contar, por qué hacerlo. Da gusto una película plenamente consciente de lo que es y que lleva esas intenciones hasta el final, aunque sea una salvajada de proporciones épicas. No se cómo sería la original, pero esta es una puta locura de principio a fin.

Un 7

Entrañable y emocionante hasta hartar. Tiene todos los ingredientes para dar asco (adaptación de una serie manga antigua, cantidades ingentes de ordenador, estilo recargado, un niño y un mono...de hecho fue un sonoro fracaso de taquilla y la crítica la desolló).

Pero el diablo, así como el triunfo, está en los detalles, y los hermanos wachowski, bueno, el hermano y la tranise, lo saben y lo tuvieron en cuenta en cada plano. Esto no es como Oz de Sam Raimi, por ejemplo, un mundo CG sin vida; aquí desde el principio te proponen un escenario jodidamente chillón pero que va a estar al servicio de la película (uno no puede rodar carreras locas en un escenario cuerdo) y unos planos divertidísimos, que pasan de conductor a conductor, pasando por locutores, público, ruedas... y todo con mimo: los humos de colores, los reflejos en el túnel de hielo, los copos de nieve en la pelea...buen gusto dentro de lo que plantean.

La historia se sabe como va a acabar desde el principio y aún así te pega al asiento hasta la última curva, y deja sitio para traiciones y misterios no tan esperados, al menos para alguien que no vio la serie original.

Y el humor...facilón pero bien llevado a cabo. Yo al menos me despollé con el chaval y el mono obsesionados con las golosinas, o la pelea con el ninja.

Mención especial a la intro, que resume la historia del hermano mayor y la niñez de Meteoro a un ritmo ya apasionante desde el principio. Y luego la elipsis entre Royalton contándole a Meteoro cómo será la siguiente carrera, y la carrera en sí. Un 6.