El diferente director PABLO LARRAÍN ya nos había mostrado BIOPICS distintos, como NERUDA y JACKY. En esta ocasión, le toca a la atormentada LADY DI, no siendo, al igual que en sus otros trabajos, un BIOPIC al uso, ya que, simplemente narra 3 días, pero importantísimos, de la vida de la protagonista.

El peculiar estilo del director, capta a los espectadores expresando la desesperación de la protagonista, jugando con una banda sonora que a través de los violines distorsionados perturba las escenas más tormentosas, consiguiendo claustrofóbicas escenas, con una utilización de los filtros y colores excepcional. Sumando unos diálogos que lo dicen todo sin decirlo, consigue un resultado cautivador y extraordinario.

Para este tipo de trabajos es indispensable la actuación del protagonista. Es KRISTEN STEWART la que encarna a DIANA, siendo con creces la LADY DI más auténtica y cercana hasta la fecha. Es capaz de expresar su tormento, sus obsesiones y que su amargura se trasmita al espectador. La angustia, la desesperación, la tristeza es expresada de manera majestuosa y al espectador no le queda otra que sufrir con ella y a la vez disfrutar con el extraordinario film.
Simplemente se puede decir que es un trabajo digno de recordar y que, conociendo la trayectoria del director, éste también habrá tenido mucho que ver, cosa que no quita méritos a la fabulosa actriz.

Como secundarios destacar dos trabajos que resultan interesantes, el del malvado mayordomo y brazo derecho de la realeza, en manos de JOHN KEOGH y de una “vestidora” muy emotiva, encarnada por la siempre interesante SALLY HAWKINS, actriz que siempre que visiono me hace recordar su gran trabajo en LA FORMA DEL AGUA.

Siendo un disfrute (a través del sufrimiento) para el espectador, la realeza inglesa no opinará lo mismo, quedando retratada por su falta de escrúpulos y frialdad, cosa que debería hacer recapacitar a sus rancios y vetustos defensores.

Vale que estamos ante una película de serie B de los 80, vale que el argumento (que no la novela, dan para poco mas), vale que los actores son de segunda fila(como mucho) pero aún con todo eso esta película es muy muy pobre!

Basada en una novela de STEPHEN KING, JOHN CARPENTER recibió la oferta de dirigirla. Una oferta que como el más tarde confesó aceptó por dinero, cosa que ya se observa en el resultado.

La primera parte de la película transcurre sin pena ni gloria resultando realmente aburrida, después la acción se activa y lo que se consigue es que por lo menos dejes de bostezar. Es una lastima que una novela de KING con un excelente director de films de terror ochenteros muy destacables se haya convertido en semejante bodrio.

No existe tensión, las actuaciones son penosas salvo la del protagonista y su transformación y la dejadez del director es plausible.

En cuanto a la elección de género no me explico como pueden situarla en "terror". Estamos ante una película muy mala que solo se puede calificar como "fantástica" o incluso como "cine universitario adolescente".

En definitiva no os la aconsejo bajo ningún concepto. Lo único a destacar es alguna transformación del vehículo "malote".

Muy arriesgado dar vida a un remake de la excelente e imprescindible NOSFERATU (1922).
El director ROBERT ENGGERS ya había dado muestras de su capacidad para films con una atmosfera como la que visionamos en este remake.
Su apuesta es valiente y demuestra su enorme potencial para resucitar la historia de DRACULA de BRAM STOKER, pero fundada en el NOSFERATU de MURNAU que tanto aterró en su día. La principal virtud es que el espectador, a pesar de conocer la trama, es absorbido por la historia y queda embebido de la dinámica de la angustiosa situación.

ENGGERS cuida los detalles, juega con los planos y paisajes, añadiendo una excelente fuerza visual. Todo basado en un ambiente muy potente formado por un meritorio diseño y vestuario. Lo que más me interesa y me absorbe es la fotografía, basada en el juego de colorido, pasando de un frío azul a un caluroso rojizo, dependiendo de lo que las secuencias quieren expresar. La banda sonora acompaña manteniendo y aumentando la tensión y los diálogos te adentran en la oscuridad.

Si en la antecesora de 1922, el rey fue el siniestro y misterioso MAX SCHRECH, encarnando a NOSFERATU, con multitud de leyendas a su alrededor, su sucesor es BILL SKARSGARD, afamado actor y conocido por papeles en films de terror (IT). Su trabajo es interesante detrás de un meritorio maquillaje, pero la diosa en esta ocasión es LILY-ROSE DEPP, con un papel escalofriante. Una actriz que ha escalonado su carrera entre FRANCIA y USA, con una interpretación aterradora, que emana melancolía. Su rostro redondeado se transforma en angulosos gestos pavorosos cuando entra en trance, expresando el terror a la perfección.
Curiosa la dicotomía de DAFOE, interpretando a una especie de caza vampiros, totalmente opuesto al papel que realizo hace unos años en fabulosa LA SOMBRA DEL VAMPIRO, dando vida SCHRECH, ese curioso actor que daba vida al primer protagonista. Particularmente considero que DAFOE ya ha llegado a la cumbre de la interpretación, por lo que su papel se me queda pequeño, lo necesito ver ante retos más complicados.

En definitiva, NOSFERATU es una historia de amor y sacrificio, con un escalofriante resultado, en el que el relato aterra, con una resolución técnica magnifica. En esta versión se añade la fuerza visual, se incluyen escenas sexuales, siendo estas algunas de las diferencias de su antecesora. Pero la mayor diferencia radica en lo que horripila al espectador, si en la primera, lo fundamental era la “sombra del vampiro” y como se jugaba con ella (como defecto, está vez esto se echa en falta), ahora es la protagonista, su papel y su interpretación lo que helará la sangre del que lo visiona.

El cine de la INDIA es de los más importantes en lo que a recaudación se refiere del mundo, pero no son muchos los films que dan el salto al exterior.
Unas películas con características comunes en las que nunca faltan los bailes y las danzas.

Otro denominador común es que suelen huir de las escenas carnales, cosa que en esta ocasión no ocurre, por lo que dentro de INDIA habrá ocasionado cierto revuelo, siendo muy trasgresor y arriesgado.

Es la valiente y joven directora PAYAL KAPADIA la que da un paso adelante y nos cuenta un relato, un drama social, en el que se vislumbra la pobreza de la mayoría de los residentes en MUMBAI (BOMBAY), ciudad natal de PAYAL, que también es la autora del duro guion.
Una narración plagada de historias y miserias de vidas cualquiera que se entrecruzan, en el que queda patente como mayor adalid, la amistad como medicina para luchar contra la pobreza, la soledad y la rebeldía hacia un rancio costumbrismo.

La directora enseña a los espectadores su gran capacidad, mostrándonos imágenes que relatan por si solas y dando la sensación de que la cámara son nuestros propios ojos. Es innegable su sapiencia cineasta y como sabe expresar lo que piensa y quiere.
Los diálogos son escasos y poco necesarios, pero ello no resta para que sean locuaces y demoledores.
Todo lo comentado impregnado de sencillez y con un piano “atronador” de compañía.

Respecto a las actuaciones, se puede resumir en que todas ellas emanan naturalidad, pareciendo que estas, simplemente, están relatando sus propias vidas.

Dicho lo cual, añadir que el cine de la INDIA, es distinto, los tempos muy particulares y no están realizadas para cualquier espectador. En mi caso, es un mundo que comienza a abrirse y con el que estoy aprendiendo y empezando a disfrutar, pero aún me queda un gran camino hasta adentrarme en su plenitud.

MINARI nos ofrece una historia familiar, impregnada de valores, en la que se pone de manifiesto la dureza de las vidas de los inmigrantes que tienen que empezar de cero para conseguir el sueño americano.

El director opta por la construcción de un bello relato, sobrio y detallista, bien expresado y sin exageraciones, donde se cuenta lo que se debe, sin salirse de la cotidianidad de la vida de la familia coreana que lucha por conseguir sus anhelos, más bien los anhelos de un emprendedor padre, y como su familia, hace enormes sacrificios por mantenerse a su lado.
LEE ISAAC es también el artífice del bello guion, estructurado como una obra teatral pero en exteriores, prácticamente visionando únicamente las vicisitudes de la tierna familia.

Para acompañar dicha vida, se nos regala una bella banda sonora, que ya desde el comienzo nos acompaña, y una preciosa fotografía, que nos ofrece bellos planos de la naturaleza que rodea a la familia.

STEVEN YEUN se dio a conocer en WALKING DEAD y desde que le hicieron papilla el cráneo, ha tenido una exitosa carrera, en esta ocasión, encarna al padre de familia, siempre cigarro en boca y trabajando de sol a sol, realizando una brillante interpretación. A su lado, su sentimental familia, la guapa madre YERI HAN, los pequeños NOEL CHO y el tierno ALAN S. KIM, que junto a la abuela YOUN YUH-JUNG, consiguen los momentos más enternecedores del film y los trabajos más destacados.

Lo más meritorio de MINARI es que nos expresa una dura historia, mostrándonos situaciones muy tristes pero sin excederse y hacer daño, consiguiendo una perfecta mezcla entre dureza y ternura, todo desde la visión de los ojos rasgados del protagonista y su curiosa relación con su abuela, enfrentando sabiduría a inocencia.
Seguro que la historia hace las delicias del pueblo coreano-estadounidense. Comentar que es muy interesante ver como se utilizan los dos idiomas a lo largo del metraje y jugando con dicha situación.
Otro punto muy destacable es que durante los 113 minutos y a pesar de lo que visionamos, la sonrisa estará patente en las caras de los espectadores en multitud de situaciones, cosa de gran valor sopesando lo que se nos relata.