El perro no se pierde al principio si no a mitad de la película, así que empezamos por el spoiler del título. Los actores son malísimos, incluso Rob Lowe, que para esto ha quedado el pobre. El hijo protagonista es un auténtico gilipollas al que no se entiende como no le hacen bulling en su escuela. El guión es absurdo y estará inspirada en un hecho real porque miles de personas han perdido su perro. A continuación comento el spoiler ya que en este apartado no se puede.

Malas actuaciones junto con un guión pésimo. Los personajes están todo el rato diciendo frases grandilocuentes y fuera de contexto. Los malos se dejan pegar siendo todo irreal, también algunos buenos. Se mete una llave para abrir una celda y no hace falta girarla para que la puerta se abra, minutos 18:30, justo cuando dejé de ver este bodrio.

Es un película de las relaciones sociales donde una chica no encuentra su lugar, una artísta más rara que un político honrado y lleva al extremo su paranoia. Las actuaciones son espléndidas. Me encanta la banda sonora. Tiene una magia que te cautiva y te envuelve. Alguna escena gore bien resuelta pero no esperes ver sustos y muertes a cada rato.

Superman, la gran historia. Se acaba la película y se echa de menos a Christopher Reeve.
Este Superman es serio y panoli como ninguno. Además transmite pesadez. La acción es nula en casi toda la película y si la ves por la noche corres el riesgo de dormirte.
La música es un tostón que me recordaba en ciertos momentos la última película de Batman. ¿Qué le pasó a John Williams?
Los personales, y sus relaciones son absurdas e increíbles.
Este Superman es un intento de DC de recoger la estela de Marvel. Ciertamente tiene relación con los últimos Batman que son igualmente cansinos. Se quieren hacer los personajes para adultos y no tienen nada de gracia.

Pues eso, ¿y a mi qué más me da?
Trama insípida que no conecta, a no ser que seas un estudiante de exorcismo, y en la que te importa tres pitos a qué cuerpo se ha trasladado el diablo. Como si prefiere el metro.
No hay acción, ni amor, ni sensaciones. Las actuaciones son pasteleras y el pobre Hopkins, que es más seco que un palo, no le saca sustancia al cura saca-diablos. Por lo menos hasta donde llegué a ver hasta que me dormí.