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Críticas 60
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
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10 de junio de 2023 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Esta débil película, hecha sin prácticamente ningún interés por sus estereotipados aldeanos y sus nazis histéricos, no tiene ningún valor dramático o propagandístico (…) Puntuación: ★★ (sobre 5)"

Cuando en diciembre de 1940 llegué a Portugal en mi camino hacia los Estados Unidos, Lisboa se me representó como una especie de paraíso claro y triste. Se hablaba mucho entonces de una invasión inminente, y Portugal se aferraba a la ilusión de su dicha. Lisboa, que había levantado la exposición más brillante que hubiera habido en el mundo , sonreía con una sonrisa algo pálida, como aquella de las madres que han dejado de tener noticias del hijo que fue a la guerra, y tienen que guardarla para alentar su confianza: “Mi hijo sigue vivo puesto que sonrío...” Mirad, decía también Lisboa, lo alegre, tranquila e iluminada que estoy...” Todo el continente oprimía a Portugal como una montaña agreste cargada de tribus de presa; Lisboa en fiesta desafiaba a Europa: “¡Cómo van a tomarme como objetivo cuando muestro tan poco interés en esconderme! ¡Cuándo soy tan vulnerable!”...
(Antoine de Saint-Exupéry - Carta a un rehén Traducción: Francisco Enrique León)

No sé si hubieras sido feliz conmigo, de lo que estoy seguro es de que yo habría sido feliz con tu luz.

Don Charles Laughton, un actor inmenso, destroza esta joya tiernamente, llega más allá del fondo de lo buscado, logra un papel después de obsequiarnos con su maestría única e irrepetible y nos deja pensando que ese difícil papel no podía ser para otro; el guionista lo había creado, sin saberlo, para su rostro extraño, para sus histriónicos gestos, para su acento que penetra en el aire y lo llena todo de valiente tristeza, cuando un cobarde se enamora y no se permite no dar la talla ante los ojos de la chica..

En este alegado poético y melancólico contra el colaboracionismo, más que contra el nazismo, cubre con su aciago resplandor esta joya extraña y eterna; Jean tuvo un padre que pintaba y llenó de blanco y negro la gloria de su hijo. Maureen O'hara actúa como si estuviéramos soñando con ella y pudiéramos tocar su sonrisa triste, su actitud firme contra la desesperanza, y positiva ante la debacle; su hermano es un ejemplo romántico y veraz de la Resistencia humana contra la pérfida tiranía de los supremacistas.
30 de mayo de 2023 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Había reparado una crítica de esta película en la que no podía obviar la sombre alargada de Capra y el buen sabor que dejan los finales de sus películas; todo mejora, como si nuestros políticos amaran españa y no el Poder, donde el lío mezquino desaparece ante el poder irrefrenable de la sonrisa, digamos, aunque estemos profanando un templo y su memoria, que un tanto estúpida de un héroe anónimo que sabe luchar con su código moral irrenunciable contra la injusticia y los atropellos.

Debemos admitir que el gran director que ataca a los monstruos que se arrastran en la burocracia, el sabor podrido del dinero y las leyes injustas que deben ser derogados por los fantasmas invisibles de la integridad y el amor. Ahí tenemos a le Ciudadane Kane Irene Montero que cree que va a cambiar el mundo. Por favor, que no hable siquiera, qué ya estábamos bastante jodidos para que todo empeore. Dijo en una entrevista con el Che Guevara que dimitir era comprarse un ático en pleno Madrid.

Vamos a admitir que entra dentro de lo posible que el siciliano de América podría no tener sitio en este tiempo asertivo, escéptico y prosaico, que le tildaríamos de ingenuo en la peor acepción, sería un poeta en una sociedad que solo conoce la prosa.

Un guionista de serie B que aspira a subir de categoría y escribir para las grandes productoras no sabe quién es, después de tener un accidente de coche en un puente que no sirve para unir a los hombres; Ha sido saboteado por los integristas que piensan que todo pensador es un comunista y por ello debe estar en prisión o ser ejecutado.

. Tras el golpe y la confusión, no recuerda quién es y llega a un pueblo en tierras de nadie, allí hace un entrada fantasmal y algún vecino borracho cree ver en él las reminiscencias luctuosas del rostro del hijo del dueño del único cine, que ante la crisis de valores, ha cerrado y lo pone en conocimiento de su padre que no lo cree, pero un magistral Martín Landau quiere ser seducido por la idea descabellada de que un muerto ha vuelto a levantarse de su tumba perdida y entramos hasta la médula en los terrenos de lo paranormal.y acaba admitiendo que puede ser su hijo aun sabiendo que su hijo está muerto para siempre, que, a ciencia cierta, este meteco intelectual no lo es, pero él, con lágrimas en los ojos (volvemos a Frank) quiere que lo sea.

El Majestic vuelve a abrir sus puertas, a pesar de la escasez de muchachos jóvenes reflejado esto último en el uniforme brillante del amable acomodador , El pueblo, mientras llora a los otros muchachos muertos y no resucitados, cuyos padres no tienen un cine, ni lloran con la triste alegría de Landau.

La sentencia más capriana reza que Carrey nunca estuvo allí antes y lo sabe, pero desea fervientemente jugar en serio a ser lo que nunca ha sido, tener un padre maravilloso que nunca tuvo. No podrá borrar su sueño de escribir un gran guion para las grandes productoras, ahí lo tiene, es genial. Darabony es un revolucionario, ha convertido al Jim Chico en adulto interesante e inteligente..

Carrey es más humano y limitado que Jim, de acuerdo, nunca podría ser el caballero sin espada (la peor película de Capra para mí. Pero da la talla ampliamente a la hora de hacer de perdedor, ese papel que el Jimmy de América solo hizo, ya maduro, en los Western de Howard Hawks y no del todo bien desde mi punto de vista. Esa América profunda y deprimida necesita crear un Dios, puesto que Dios existe en un día del que aún no ha despertado..

Crítica revisada

Había reparado una crítica de esta película en la que no podía obviar la sombre alargada de Capra y el buen sabor que dejan los finales de sus películas; todo mejora, como si nuestros políticos amaran España y no el Poder, donde el lío mezquino desaparece de éste que se esfuma ante el poder irrefrenable de la sonrisa, qué dirán, aunque estemos profanando un templo y su memoria, que es un tanto estúpida para los ojos de un héroe anónimo que sabe luchar, con su código moral irrenunciable, contra la injusticia y los atropellos.

Debemos admitir que el gran director que ataca a los monstruos que se arrastran en la burocracia, el sabor podrido del dinero y las leyes injustas que deben ser derogadas por los fantasmas invisibles de la integridad y el amor. Ahí tenemos a Ciudadano Kane; Irene Montero cree que va a cambiar el mundo, por favor, que no hable siquiera, qué ya estábamos bastante jodidos para que todo empeore. Dijo en una entrevista con el Che Guevara que dimitir era comprarse un ático en pleno centro de Madrid.

Vamos a admitir que entra dentro de lo posible que el siciliano de América podría no tener sitio en este tiempo asertivo, escéptico y prosaico, que le tildaríamos de ingenuo en la peor acepción, sería la soledad de un poeta en una sociedad que solo conoce la prosa.

Un guionista de serie B que aspira a subir de categoría y escribir para las grandes productoras no sabe quién es, después de tener un accidente de coche en un puente que no sirve para unir a los hombres; Ha sido saboteado por los integristas que piensan que todo pensador es un comunista y por ello debe estar en prisión o ser ejecutado.

Tras el golpe y la confusión, no recuerda quién es y llega a un pueblo en tierras de nadie, allí hace una entrada fantasmal y algún vecino borracho cree ver en él las reminiscencias luctuosas del rostro del hijo del dueño del único cine, que ante la crisis de valores, ha cerrado y lo pone en conocimiento de su padre que no lo cree, pero un magistral Martín Landau quiere ser seducido por la idea descabellada de que un muerto ha vuelto a levantarse de su tumba perdida y entramos hasta la médula en los terrenos de lo paranormal y acaba admitiendo que puede ser su hijo aun sabiendo que su hijo está muerto para siempre, que, a ciencia cierta, este meteco intelectual no lo es, pero él, con lágrimas en los ojos (volvemos a Capra) quiere que lo sea.
Recupera el Espíritu del New Deal. La mejor película de este siglo.


Reecupera el espíritu
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ahora, por tu culpa, los ojos de mi niña
enrojecen sin tregua hinchados por el llanto.
(Catulo – Carmen III – Tr.: F.E. León)


Ya no podrás volver a la arena mojada
de luna sin recuerdo,
a las barcas cansadas que muerden otra orilla,
a las redes tendidas que no esperan tu paso,
al barrio ceniciento que muestra sus ruinas.

Ya no podrás volver a la escena que muere
con el dulce candor
de un beso primigenio,
al corazón sin huella que buscaba tu mano
y sigue caminando por la senda perdida
de tu primer poema,
de tu alma constante
ahora que la llama oscurece en el patio
y la música vaga por otra melodía.

El pajarillo gris que anida en otro sueño
se precipita al Orco del que nadie regresa
ahora que sin tregua enrojecen tus ojos
por un amor herido,
por un carmen inmenso que no encuentra tus labios.

Los adioses a un payaso incorregible - Gracias Jim

No sé cómo dejarlo, he seguido aquí por ti, y a ti no te lo he dicho (he pagado demasiado caro mi mentira blanca de los viernes por la noche, cuando la libertad resplandece y se nubla).

Quizás seas un bohemio, romántico y empedernido. He hablado una sola vez contigo, tengo que reconocer que tu voz es tierna, invita a la ternura, cómo no, en la barra de un tugurio, en una noche florentina donde pudiéramos errar sobre la sombra del fantasma de Heine, en la determinación del David por derrotar lo imposible y nadar en las aguas oscuras del Arno que se funde con el recuerdo de lo que nunca vivimos ni viviremos, pero está ahí esperándonos, en arrancar poesía pagana de las tejas de Santa María de las flores, en cantar al ruiseñor que agoniza en los labios de Keats.

Sé que me has soportado lo que ni yo mismo me hubiera soportado, ignoro si crees en Cristo. Pero eres un buen cristiano. Te pediría que le dedicaras más tiempo a los poemas de amor, digamos lo que digamos, son los que permanecen.

Un abrazo.
12 de junio de 2023 2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dirk Bogarde y su dolor eterno y el cuerpo castigado de quien habría de ser el objeto disperso de mi fantasía en mi adolescencia que flirteaba con una pedantería insoportable entre Kafka, muchas masturbaciones en silencio brindando por Charlotte Rampling, Pérez Galdós y el hereje del católico Morris West. Lo demás es pura petulancia y decadencia inane, a pesar de la gravedad infinita del asunto que intenta desentrañar.

Sobrevalorada es poco, pero hay un gigante que se juega la vida en cada golpe, en cada contemplación del cuerpo mutilado de su gustosa, masoquista y enamorada esclava. Es necesario que la veamos por ello, al menos 7 veces. Sus pezones decadentes valen un imperio.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En ocasiones la melancolía llega a ser una enfermedad incurable. Hay quien llama a Leonard Cohen deprimido, sin ir más lejos alguien muy cercano a mí. Pero la verdad es que a mí sigue gustándome más Leonard Cohen que Bob Dylan, casi desde que escuché con 15 años su "You know who I am" en una compilación de CBS titulada "Llena tu cabeza de rock" que nunca sabré si sigo teniendo en algún sótano o alguna mudanza o tal vez una inundación se la llevó por delante...

(Enrique Sanmol)



Desconozco la consideración literaria de Brassens o Brel en Francia o la de Bob Dylan y Leonard Cohen en la América anglosajona en estos días, solo el tiempo nos podrá decir donde estarán sus poemas cuando les quiten la música y tengan que danzar sin acompañamiento ni luces de candilejas.


Yo no podré verlo casi con toda seguridad porque estaré discutiendo con Plutón; la poesía ha sido expulsada a un lugar donde no existe la sonrisa, pero no me cabe la menor duda de que ellos estarán ahí en lo alto cuando transcurra el tiempo y se hable del nuestro porque no solo escribieron con una calidad arrolladora sino que supieron extraer muchas de las contradicciones intemporales del ser humano y las supieron encajar con emoción y acierto en la época que les tocó vivir.

Centrándonos en Cohen podemos observar que siempre se puso serio cuando trataba con la palabra y la música y el misterio de su combinación, que en la genial y escalofriante variación del "Pequeño vals vienés" de Lorca (Take this Waltz – Toma este waltz) tuvo un amago de depresión profunda, y es un poema maravilloso que merecía la pena que se intentara transmitir a los muchachos nuevos y, al menos en español, lleno de una intrínseca musicalidad. Hace ya mucho tiempo que descubrí que el arte no es entretenimiento, aunque lo pueda tener, y que la poesía tiene muchos caminos, que este poeta es imprescindible porque encontró el suyo mirándose hacia dentro como un pájaro que se arrastra en los cables, como un borracho sereno que ha olvidado su nombre en un tugurio portuario de una isla asustada que es la mía y llora su soledad en las noches de levante y de zozobra.

Si yo hubiera pensado un poco más probablemente no habría escrito ningún poema, me habría acordado de mi propia intrascendencia, me habría puesto melancólico acuciado por los años que llevaba esperando un momento como ése; estar a pocos metros de uno de los ídolos de mi lejana juventud y tocarlo con la mirada. Recuerdo que empecé este poema en el tren el día anterior al concierto. Simplemente quise reflejar mi asombro y mi agradecimiento ante el encuentro con uno de esos mitos que se mantienen a pesar de la inconsistencia afectiva de un período precipitado a devorar a los ídolos y sepultar su recuerdo, insistí en su poesía porque en ella encontré la esencia de un hombre que había vivido intensamente la verdad y la mentira, que llevaba continuamente puesto un sombrero gris para evitar que se le viera el cabello canoso y ya escaso.

Quedé sorprendido por la duración del concierto y por cómo se condujo sobre el escenario en algunas canciones, aún lo veo agradecido a un país que le transmitía hermosas vibraciones y tragedias; español era aquel artista callejero que le enseñó una nueva forma de abrazar la guitarra y el poeta que le había obsesionado hasta el punto de ponerle a su hija como nombre su apellido. No podré nunca olvidar que se arrodillara al cantar “Hallelujah”, allí, con setenta y ocho años y un pasado que no podría abandonar nunca aunque lo había intentado, aunque tuvo que volver a la carretera y los estudios arruinado por su representante, consejera y, quizás, amante.
23 de diciembre de 2023 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Excepcionales paisajes, cautivadora fotografía y una dirección enérgica y de calidad son algunas de las bondades de esta espléndida cinta, que ha pasado por méritos propios a la gran historia del cine"
Fernando Morales: Diario El País

La primera obra maestra de Marilyn (La jungla de asfalto es de John Huston, solo suya) se mueve entre el infierno de los celos representados en la frente de un gran Josehp Cotten que no necesitaba a Welles para hacer papeles protagónicos,



Los biógrafos suelen coincidir en que Marilyn solo fue feliz durante los meses que vivió en Nueva York en 1955. Su drama, el tiempo restante, lo podríamos resumir en que solemos ser más permisivos con la vulgaridad que con la inteligencia, hay personas inteligentes que acaban renunciando a lo que más aman dejándose llevar por la oscuridad de un momento preciso. No es suficiente con un acendrado sentido del humor para liberarse de la maldición de la lucidez, ya sabemos que, ante la obstinación del mundo, hay cosas que se pierden o que no se llegan a tener.


Sab, 27 Abr 2019 5:51
La envidia de la virtud
hizo a Caín criminal.
Gloria a Caín hoy el vicio
es lo que se envidia más.

(Antonio Machado)

Al contrario de lo que se suele decir, Hallie, lo evidente no se percibe; en realidad se acaba viendo lo que se quiere y no creo que esto sea algo de ahora, está instalado en el imaginario popular. Creo que la gente no suele ser feliz y esto es así porque, en realidad, no lo busca, se concentra en conseguir los síntomas externos de la felicidad, se ha acabado aceptando con naturalidad que se engañe para ello, que se convierta en virtud lo que alguna vez nos dijeron que era vicio. Debería ser fácil comprobar lo que digo cuando tratamos a casi todos los personajes públicos de nuestro tiempo; todos se parecen en las manifestaciones externas pero cada uno tiene un camino propio que le ha llevado a poder representarlas. Quizás lo importante esté en el camino.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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Norma

Cuando te conocí eras Norma,
marzo temblaba solo bajo la lluvia
y ya no quise apartarme del candor de tu paraguas.
Pero te fuiste
cuando arreciaba mi tormenta
entre los números vacíos
de las Puertas del Campo que aullaban.

Cuando regresaste, era 1955
y aún no habías nacido, te llamabas Marilyn,
el poniente azotaba con sus cristales derramados
el rostro taciturno de tu Pequeña Manhattan
y los árboles te miraban como si fueras una nube
que caprichosa se alejaba de mi devoción tardía,
empezó a gustarte el poema de la duda
cuando ya no podías recuperarlo
de la fiebre de mi garganta,
de la morgue de la indiferencia
cuando en sus bancos la gente hablaba
de testamentos y esparcía en el olvido
las cenizas de una lágrima.

El testimonio volvía a naufragar en La Ribera
cuando los vientos soplaban en los días tenebrosos
de un mar desangelado que castigaba las espigas
mientras los mendigos dejaban tu plegaria
en la memoria del Puente Cristo,
en la belleza de un médico que no tenía fronteras
y amaneció en la playa con amapolas en el pecho,
y los grajos aparecían de nuevo en los postes,
en las cancelas roñosas del Llano de las Damas.

No supe enviarte las flechas de papel con el deseo
que conservaba una conversación ambigua en tu semblante,
los portales de las caricias atravesadas,
el remite de los primeros juegos rendidos en el carmín
que dejaron tus besos en el aire,
y el verso quejumbroso
que aún nos habla de un amor atrapado
en la soledad que siempre siente el poeta
ante la modernidad retrógrada,
en la melancolía
de un tiempo añorado, confuso, desconocido...

Vie, 26 Abr 2019 8:54
10 de junio de 2023 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay un tiempo de amor que ya he vivido
y otro de soledad, olvido, nada,
(Albérico Mansilla)

El comienzo de Blade Runner merece ser considerado el mejor de la historia del cine, parece el sueño y pesadilla del desasosiego diseñado por Moebius.

Si solo tuviera por decreto de Sánchez y sus esbirros progresistas y su fobia compulsiva hacia el hombre de la calle una película de culto no podría ser otra que Rachel, una replicante casi humana que puede llegar a sentir y enamorarse. Harrison Ford es tan humano que parece incapaz de rechazar un polvo fácil, tan desencantado que parece estar caminando por una novela más negra que el sueño eterno, vamos a reconocer que la ilación no es una de las virtudes de esta película fascinante.

El rey de los desengañados no tiene nada que perder, como los anti-héroes de Scorsese, más bien de Robert de Niro (No podemos obviar que el más profundo y amargo de ellos sea el cazador de Cimino) , no sueña, eso se lo reserva a su fiel y sentimental muñeca, apenas piensa. Tiene, como Robert Jordan, que dinamitar un puente y es lo único que le importa, aunque sepa, a ciencia cierta, que no sirve para nada. Su tiempo del amor se ha diluido.. .
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