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5,7
8.904
4
23 de marzo de 2019
23 de marzo de 2019
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Luego de terminar de ver esta película me acerqué, como de costumbre, a su ficha técnica en FilmAffinity para darle mi respectiva calificación; y a día de hoy sigo flipando con las excelentísimas críticas de la prensa especializada que ha recibido este filme, los cuales tildan a esta película como una obra artística maestra y un largometraje sin precedentes en la historia del cine. Personalmente disto en demasía con estas caracterizaciones hechas por la crítica profesional y, por el contrario, me uno a ese selecto grupo de personas que vio esta película como un batiburrillo asquerosamente pretencioso.
No sé si es que estoy poco o nada acostumbrado a ver películas de este estilo, pero el tono psicótico y psicodélico que Cosmatos le añade a este filme me parece de lo más cansino y antiestético que he visto en los últimos años. Para empezar, la fotografía es horrible; en aspectos visuales, la película es terriblemente abrumadora y agotadora. Algunas escenas y planos-secuencias son tan increíblemente lentas e inconclusas, que a pesar de las buenas interpretaciones realizadas por Cage, Riseborough y Roache, estas no alcanzan a maquillar el deplorable resultado alcanzado en estas escenas y la película en general.
En cuanto a historia y trama, encontré ciertamente interesante el uso indistintivo de elementos y referencias con respecto a las religiones y su trascendencia a través de los años. La película utiliza un conjunto de simbologías rituales ocultas en cada escena, en cada diálogo y en cada personaje lo cual, desde luego, es algo digno de apreciación. Sin embargo y como dije en el párrafo anterior, Cosmatos maneja estos elementos con un misticismo y pretenciosidad palpables; la lentitud y rigurosidad innecesaria con la que lo hace, incluyendo la pesada naturaleza psicodélica del filme, hacen que tanto las interpretaciones como la historia -los únicos dos aspectos rescatables de la película- pierdan brillo y se opaquen frente a lo tediosa y aburrida que es la película en sí.
Ya para finalizar, diré que el arte es enteramente subjetivo, y para muestra de ello que esta película sea considerada una obra maestra por unos tantos no quiere decir que los que piensan que es una bazofia tengan que seguir esa misma línea de pensamiento -y viceversa-. Puede que "Mandy" ya estuviese predestinada a ser concebida como una obra de naturaleza escabrosa y psicodélica, y siguiendo la idea de que el arte es subjetivo solo queda concluir que esta película, en definitiva, no es para todo el mundo. Lo único cierto de todo esto es lo inflada que está con respecto a algunas críticas exageradamente favorables, catalogándola incluso como una obra de arte insuperable, caracterizaciones que por cierto, considero yo, están completamente erradas.
No sé si es que estoy poco o nada acostumbrado a ver películas de este estilo, pero el tono psicótico y psicodélico que Cosmatos le añade a este filme me parece de lo más cansino y antiestético que he visto en los últimos años. Para empezar, la fotografía es horrible; en aspectos visuales, la película es terriblemente abrumadora y agotadora. Algunas escenas y planos-secuencias son tan increíblemente lentas e inconclusas, que a pesar de las buenas interpretaciones realizadas por Cage, Riseborough y Roache, estas no alcanzan a maquillar el deplorable resultado alcanzado en estas escenas y la película en general.
En cuanto a historia y trama, encontré ciertamente interesante el uso indistintivo de elementos y referencias con respecto a las religiones y su trascendencia a través de los años. La película utiliza un conjunto de simbologías rituales ocultas en cada escena, en cada diálogo y en cada personaje lo cual, desde luego, es algo digno de apreciación. Sin embargo y como dije en el párrafo anterior, Cosmatos maneja estos elementos con un misticismo y pretenciosidad palpables; la lentitud y rigurosidad innecesaria con la que lo hace, incluyendo la pesada naturaleza psicodélica del filme, hacen que tanto las interpretaciones como la historia -los únicos dos aspectos rescatables de la película- pierdan brillo y se opaquen frente a lo tediosa y aburrida que es la película en sí.
Ya para finalizar, diré que el arte es enteramente subjetivo, y para muestra de ello que esta película sea considerada una obra maestra por unos tantos no quiere decir que los que piensan que es una bazofia tengan que seguir esa misma línea de pensamiento -y viceversa-. Puede que "Mandy" ya estuviese predestinada a ser concebida como una obra de naturaleza escabrosa y psicodélica, y siguiendo la idea de que el arte es subjetivo solo queda concluir que esta película, en definitiva, no es para todo el mundo. Lo único cierto de todo esto es lo inflada que está con respecto a algunas críticas exageradamente favorables, catalogándola incluso como una obra de arte insuperable, caracterizaciones que por cierto, considero yo, están completamente erradas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Para ejemplificar algunos aspectos negativos que he mencionado en la zona no-spoiler, será de mucha ayuda mencionar algunos pasajes y escenas en concreto. Miremos, por ejemplo, la muerte de Mandy. Además de la incongruencia argumental que presenta la escena como tal (el hecho de que Miller, en vista de la aparente inexistencia de las autoridades, salga como un loco desquiciado a matar a diestra y siniestra a los que asesinaron a su novia), los sucesos acarreados después de ello son representados con unas escenas tan insulsamente lentas, que el resto de la película pudo haberse acabado en quince minutos si tan solo Cosmatos no fuese tan pretencioso y mitómano con el manejo de las escenas.
Pero dejando de lado la lentitud, miremos algunas inconsistencias en la trama. Ya he mencionado la conveniente inexistencia de toda entidad policial en la película, ya que luego de tantas explosiones y fuegos provocados, ni rastro de los policías asomándose para averiguar qué cuernos está ocurriendo. Hay una escena en donde, luego de derrotar al horrible monstruo cocainómano adicto a la pornografía, Miller, de improviso, agarra un poco de perico y lo inhala así sin más, sin motivo alguno, sin razón aparente. Luego, revisando las cosas de la pequeña sala contigua, encuentra una sustancia extraña contenida en un recipiente muy sospechoso. "¿A qué sabrá esta mierda?", debió haber pensado Miller antes de introducir un poco de la sustancia en su boca, y acto seguido un repertorio subsecuente de escenas aleatorias se muestra en pantalla. Y ahí fue donde me pregunté, ¿Qué necesidad había de hacer eso? ¿Por qué me muestras esto? ¿Qué quieres decirme con esta basura? La pretenciosidad de Cosmatos es tan fuerte, que no hacía sino cagar la película con cada escena que mostraba.
En una escena particular, Miller está emboscando a uno de los malos. En ese momento estaba en mi asiento pensando: "Ojalá ni se le ocurra tirar el hacha casera, porque sino es que es pa' flipar"; ¡y bingo!, Miller justo le lanza el hacha desde una distancia como de cinco metros, partiendo al sujeto por la mitad. Pero eso no es todo, después viene un enfrentamiento cara a cara con un tipo que trae una motosierra tres veces más larga que la suya. "Lo enfrentaré con mi hacha casera como he venido haciendo durante toda la película... No, mejor tomo esta motosierra tirada convenientemente en el suelo para que el combate se vea mucho más sangriento y visceral". Y sí, a pesar de la desventaja, Miller logra matar a su oponente de una forma poco menos que ridícula.
Pero lo irrisorio viene al final cuando se enfrenta con Jeremías, el final boss de la película. Luego de una plática de relleno, cliché e innecesaria, Miller se le acerca, lo toma de la cabeza y entre tanta cháchara tarda como cinco minutos en matarlo de una forma tan absurda, que solo sería aceptable en una película Clase B de los años ochenta: le aplasta la cabeza con las dos manos. Y ahí fue cuando me dije, "Vaya mierda de película, hombre. ¡Venga ya!". Esperaba con ansias los cinco minutos que faltaban para que terminase la película...
Pero dejando de lado la lentitud, miremos algunas inconsistencias en la trama. Ya he mencionado la conveniente inexistencia de toda entidad policial en la película, ya que luego de tantas explosiones y fuegos provocados, ni rastro de los policías asomándose para averiguar qué cuernos está ocurriendo. Hay una escena en donde, luego de derrotar al horrible monstruo cocainómano adicto a la pornografía, Miller, de improviso, agarra un poco de perico y lo inhala así sin más, sin motivo alguno, sin razón aparente. Luego, revisando las cosas de la pequeña sala contigua, encuentra una sustancia extraña contenida en un recipiente muy sospechoso. "¿A qué sabrá esta mierda?", debió haber pensado Miller antes de introducir un poco de la sustancia en su boca, y acto seguido un repertorio subsecuente de escenas aleatorias se muestra en pantalla. Y ahí fue donde me pregunté, ¿Qué necesidad había de hacer eso? ¿Por qué me muestras esto? ¿Qué quieres decirme con esta basura? La pretenciosidad de Cosmatos es tan fuerte, que no hacía sino cagar la película con cada escena que mostraba.
En una escena particular, Miller está emboscando a uno de los malos. En ese momento estaba en mi asiento pensando: "Ojalá ni se le ocurra tirar el hacha casera, porque sino es que es pa' flipar"; ¡y bingo!, Miller justo le lanza el hacha desde una distancia como de cinco metros, partiendo al sujeto por la mitad. Pero eso no es todo, después viene un enfrentamiento cara a cara con un tipo que trae una motosierra tres veces más larga que la suya. "Lo enfrentaré con mi hacha casera como he venido haciendo durante toda la película... No, mejor tomo esta motosierra tirada convenientemente en el suelo para que el combate se vea mucho más sangriento y visceral". Y sí, a pesar de la desventaja, Miller logra matar a su oponente de una forma poco menos que ridícula.
Pero lo irrisorio viene al final cuando se enfrenta con Jeremías, el final boss de la película. Luego de una plática de relleno, cliché e innecesaria, Miller se le acerca, lo toma de la cabeza y entre tanta cháchara tarda como cinco minutos en matarlo de una forma tan absurda, que solo sería aceptable en una película Clase B de los años ochenta: le aplasta la cabeza con las dos manos. Y ahí fue cuando me dije, "Vaya mierda de película, hombre. ¡Venga ya!". Esperaba con ansias los cinco minutos que faltaban para que terminase la película...

7,0
48.380
8
17 de enero de 2018
17 de enero de 2018
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las cosas que más admiré de esta película fue la actuación de Eddie Redmayne; y uno de los principales motivos de ello la interpretación del personaje Stephen Hawking. Aunque al principio lo encontré un poco inexpresivo y llevar consigo mismo indicios de ser todo un personaje cliché, sin duda alguna Eddie se adaptó bien al personaje en cuestión en el clímax del largometraje y definitivamente se lleva los aplausos del público en general. En segundo lugar tenemos a Felicity Jones como la esposa de Stephen, la cual también supo adaptarse acorde a su personaje a través del tiempo en el que se desarrolla la película. Sin duda alguna, los protagonistas hicieron un buen trabajo.
Por otro lado, no soy quien para juzgar la veracidad de la información o de los sucesos respectivamente biográficos de los personajes (hay que tener muy presente que es, en mayor medida, una película biográfica). Sin embargo, la historia (y la trama) se tornan un poco predecibles puesto que se cuenta con una información biográfica previa sobre la vida de Stephen Hawking y su enfermedad. Es por esto que la mayoría de las cosas que le suceden en el filme no son tan impresionantes o poco obvios; pero sí que lo son algunas escenas ajenas a la vida de Stephen Hawking tal como la vida de Jane o sus allegados. En otras palabras, un film que resulta conmovedor más que todo por su romance con tintes melodramáticos y de cómo la pareja Hawking pudo conllevar su relación por tanto tiempo, que por los logros del gran científico, cuyo aspecto no resaltaron demasiado en el largometraje.
Por otro lado, no soy quien para juzgar la veracidad de la información o de los sucesos respectivamente biográficos de los personajes (hay que tener muy presente que es, en mayor medida, una película biográfica). Sin embargo, la historia (y la trama) se tornan un poco predecibles puesto que se cuenta con una información biográfica previa sobre la vida de Stephen Hawking y su enfermedad. Es por esto que la mayoría de las cosas que le suceden en el filme no son tan impresionantes o poco obvios; pero sí que lo son algunas escenas ajenas a la vida de Stephen Hawking tal como la vida de Jane o sus allegados. En otras palabras, un film que resulta conmovedor más que todo por su romance con tintes melodramáticos y de cómo la pareja Hawking pudo conllevar su relación por tanto tiempo, que por los logros del gran científico, cuyo aspecto no resaltaron demasiado en el largometraje.

6,0
81.025
7
14 de enero de 2018
14 de enero de 2018
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda alguna, en un principio, Alicia en el País de las Maravillas resulta ser un filme muy entretenido de ver y obviamente crea la expectativa de lo que puede llegar a ser en las manos de un director tan destacado y talentoso como lo es Tim Burton. Sin embargo, no existe nada más alejado de la realidad. En primer lugar, tenemos la animación, el diseño y los efectos especiales utilizados en este largometraje. Sin bien el diseño del paisaje y la ambientación de los mismos es muy original a la vez que surrealista rozando en la más alta artimaña fantástica, la calidad de los mismos es deplorable a la vez que discutible; y más aún tratándose de una producción cinematográfica como lo es de Disney, una casa productora pionera en la utilización de este tipo de recursos estéticos. Quizá la intención de Tim Burton fue esa; diseñar una animación surrealista y casi que grotesca en gran parte de las escenas del film, pero debo decir que en eso se quedó: en la intención. La calidad de los efectos especiales es tan mala que simplemente tuvieron que conformarse con mostrar el diseño que le dieron a Infratierra. Además, la ambientación es ofuscante a la vez que agobiante, puesto que la característica más resaltable de este mismo aspecto es la tonalidad oscura y poco colorida de la misma. Reitero, la intención es buena y la idea es muy original, pero al momento de llevarlo a cabo se echaron encima un cubetazo de agua fría.
En segundo lugar, tenemos a los personajes, a las actuaciones, a la adaptación de la obra y a la construcción de los mismos. La actuación y la construcción/adaptación de Alicia a cargo de Mia Wasikowska fue enormemente lamentable y desastrosa, y más aún tratándose del protagonista y personaje principal del mismo. No se si es que Tim Burton haya influido bastante en la adaptación del personaje, pero Alicia denotaba una personalidad sombría y poco expresiva, lo que la convierte en un personaje fastidioso que, insisto, es un factor importante que incide de manera decisiva en la película. Igual sucede con El Sombrerero (Johnny Deep), quien también parece habérsele inculcado las principales facetas de Tim Burton y lo anterior no le permite expresarse libremente como personaje (un personaje tan rico y explotable como lo es El Sombrerero), limitándose siempre a lo establecido por Tim Burton. Una vez más, esto demuestra que Tim Burton quiso construir su película a su antojo, aplicando y reutilizando el mismo estilo y las mismas características que anteriormente había utilizado en producciones cinematográficas de la misma calidad. Del resto, los personajes como La Reina Blanca (Anne Hathaway) mostraron ser los más humanos y mejor construidos a lo largo de la trama; lo cual es curioso, puesto que La Reina Blanca es un personaje que no existe en la obra original de Lewis Carroll y solo la incluyeron para darle más "estabilidad" y "consistencia" a la película, otro graso error cometido por Burton. Está de más no resaltar el trabajo de los actores de voz que le dieron vida a personajes como El Gato, Absolem o El Jabberwocky, quienes están excelentemente construidos y adaptados según la obra original.
Por último, resaltemos el valor de la historia y la trama en general. Por un lado, podemos decir que Tim Burton siguió casi que al pie de la letra la adaptación requerida para la obra en cuestión, pero claro, agregándole su propio estilo. Y no digo que sea un pecado; simplemente Tim Burton tenía en sus manos el poder de realizar un obra cinematográfica magnífica y, en vez de eso, se estancó en crear una amalgama confusa de sus anteriores obras con el cuento de Lewis Carroll, arrojando como resultado final una ambientación triste y desolada, unos personajes muy flojos y unos efectos especiales de pena. Todo lo anterior mencionado resultó ser el génesis inicial de Alicia en el País de las Maravillas.
En segundo lugar, tenemos a los personajes, a las actuaciones, a la adaptación de la obra y a la construcción de los mismos. La actuación y la construcción/adaptación de Alicia a cargo de Mia Wasikowska fue enormemente lamentable y desastrosa, y más aún tratándose del protagonista y personaje principal del mismo. No se si es que Tim Burton haya influido bastante en la adaptación del personaje, pero Alicia denotaba una personalidad sombría y poco expresiva, lo que la convierte en un personaje fastidioso que, insisto, es un factor importante que incide de manera decisiva en la película. Igual sucede con El Sombrerero (Johnny Deep), quien también parece habérsele inculcado las principales facetas de Tim Burton y lo anterior no le permite expresarse libremente como personaje (un personaje tan rico y explotable como lo es El Sombrerero), limitándose siempre a lo establecido por Tim Burton. Una vez más, esto demuestra que Tim Burton quiso construir su película a su antojo, aplicando y reutilizando el mismo estilo y las mismas características que anteriormente había utilizado en producciones cinematográficas de la misma calidad. Del resto, los personajes como La Reina Blanca (Anne Hathaway) mostraron ser los más humanos y mejor construidos a lo largo de la trama; lo cual es curioso, puesto que La Reina Blanca es un personaje que no existe en la obra original de Lewis Carroll y solo la incluyeron para darle más "estabilidad" y "consistencia" a la película, otro graso error cometido por Burton. Está de más no resaltar el trabajo de los actores de voz que le dieron vida a personajes como El Gato, Absolem o El Jabberwocky, quienes están excelentemente construidos y adaptados según la obra original.
Por último, resaltemos el valor de la historia y la trama en general. Por un lado, podemos decir que Tim Burton siguió casi que al pie de la letra la adaptación requerida para la obra en cuestión, pero claro, agregándole su propio estilo. Y no digo que sea un pecado; simplemente Tim Burton tenía en sus manos el poder de realizar un obra cinematográfica magnífica y, en vez de eso, se estancó en crear una amalgama confusa de sus anteriores obras con el cuento de Lewis Carroll, arrojando como resultado final una ambientación triste y desolada, unos personajes muy flojos y unos efectos especiales de pena. Todo lo anterior mencionado resultó ser el génesis inicial de Alicia en el País de las Maravillas.
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