El gran desfile me parece una película que podría haber sido mejor de lo que es. Su principal problema es el ritmo que tiene por los tintes cómicos. Sabemos al principio que va a ser una película por momentos dura y seria cuando necesite serla, pero el humor absurdo que tiene es exagerado y entorpece el ritmo considerablemente. Mejor escena que demuestre ello es la del barril y seguidamente la de las duchas. Pero es que no solo es exagerado y torpe el humor. Algunas escenas también están alargadas innecesariamente, como la despedida entre la muchacha y el soldado, que la mujer persigue el camión durante 2 minutazos...

Entiendo que querían hacer un momento emotivo, pero ostia, qué desproporcionada duración.

A pesar de las secuencias exageradas y alguna que otra fantasmada (la escena del tiroteo en el bosque, que siguen como si nada mientras los atacan los enemigos o incluso van de frente a ellos. ¿Esto es coña?), la obra acaba con un dignísimo final para un relato bélico de una gran guerra, pues cuando alguien va a una, no vuelve siendo el mismo ni ve a los demás de la misma manera.

Un breve cortometraje con clips noticieros y de manifestaciones de varias concentraciones y cargas policiales, grabadas con un Nokia, o eso parece, donde su máximo encanto es la edición junto con una conversación ficticia entre un chico llamado Alex que murió en una manifestación, y una tal "Libertad" como narrativa.

A los anarquistas les deben de encantar estas cosas; yo no es que me haya entusiasmado, pero no tá mal.

A pesar de que el ritmo de la película sea tan accidentado y de la impresión por momentos que no hayan sabido qué hacer para hacer una trama decente, la secuela de Ghostbusters tiene esa esencia de su mundillo donde pasan las cosas más irrisorias que te puedas imaginar, sea la razón que sea para justificarlas, y que las consecuencias importen lo más mínimo, nada más que para hacerte sacar una sonrisa.

El discurso narrativo, en comparación con las tres primeras películas, cambia totalmente: el humor disminuye, no hay tantos chistes ni situaciones cómicas, para ofrecernos un relato mucho más serio que el que se nos presentaba en las demás películas. La presentación de personajes es uno de los grandes puntos, envolviendo de misterio a cada uno, sobre todo con Shuraiya y Gasparde. Y en cuanto a lo demás, pues está el gran motivo de las películas de One Piece, la aventura principal, que en este caso no deja de ser disfrutable. Como mención a tener en cuenta, es la primera de las películas en superar los 60 minutos (dura 95 min.), por lo que se entiende que con esta película, ya quisieron hacer algo más serio que con las anteriores.

Si no te llegaron a satisfacer las 3 primeras pelis, te recomendaría que vieras y esta, porque puede que a lo mejor lo haga.

La película te lo cuenta todo muy deprisa y acaba siendo un poco confuso todo y sin sentido, para que luego, los Digimon legendarios o tochos de turno aparezcan por muy poco tiempo. También hay que decir que la mitología de Digimon Frontier es posiblemente la mejor que haya en una serie de Digimon y está bien que te la cuenten en una película, pero el resultado es muy mediocre.

Qué lástima que la única película de Frontier no esté a la altura de la serie.