You must be a loged user to know your affinity with cine con palillos
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

6,2
370
10
26 de junio de 2017
26 de junio de 2017
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como es la tónica dentro del cine de Sion Sino, conjugan ciertas temáticas recurrentes como la sumisión, perversión, deseo. Acaso y abuso sexual. Trastornos psicológicos. Intentos de suicidio, asesinato. Celos… Fuertes ingredientes para hacer de Strange circus una bomba de erotismo negro, sucio e incluso, repugnante.
La trama es la siguiente: La pequeña Mitsuko vive con sus padres. Cierto día los ve teniendo sexo. Dando paso así a una historia incestuosa, de abuso y violación; con la respectiva perdida de identidad de la niña que se resumen en el siguiente parlamento: “Papá me tocó y me convertí en mi madre”, cayendo así en una profunda disociación psicológica traumática que la hará pensar -y por sobre todo sentir- en adelante de ser su mamá. Un cambio de rol hija-madre/madre-hija que podría ser irreversible.
Tras la muerta de esta, el relato se dispara y la proyección de la niña en su progenitora da paso a que se vuelva retorcido y sucio, de manera frenética hacia una vorágine de las más intensas pasiones cargadas de sentimientos perversos y ocultos.
En cierto punto del metraje, sucede un giro inesperado: aparece una engimática y excéntrica escritora de novelas de ficción llamada Taeko, quien se desplaza en silla de ruedas y tiene una extraña obsesión por un estuche negro de chelo.
Cuenta además con un asistente de nombre Yuji, (bastante extraño y de apariencia andrógina) quien al ver que la novela y la vida de su jefa Taeko son sospechosamente similares, decidirá emprender una investigación para dilucidar el misterio: ¿La novela de Taeko será ficción o autobiográfica?, ¿Conseguirá Yuji separar las tinieblas de la luz?
Strange circus propone indagar entre lo que escribe y lo que vive una mujer. En ambas podría haber cierta cuota de verdad; y de ser así… yuxtaponerse para consolidar una historia retorcida. La construcción de un mundo delirante con elementos prestados de las fantasías y de los traumas infantiles… que podría decantar en una fórmula catártica. Quién sabe…
Sería injusto no comentar la banda sonora. Un aspecto clave en las películas de Sion Siono ya que siempre se encarga en darle protagonismo. La locura y desenfreno van de la mano de música circense; y por otro lado, las melodías de piano van construyendo una atmósfera distinta… que en definitiva funciona como la llave para ir, venir y no perderse en la exploración de esta osada propuesta.
* Cineconpalillos.com
La trama es la siguiente: La pequeña Mitsuko vive con sus padres. Cierto día los ve teniendo sexo. Dando paso así a una historia incestuosa, de abuso y violación; con la respectiva perdida de identidad de la niña que se resumen en el siguiente parlamento: “Papá me tocó y me convertí en mi madre”, cayendo así en una profunda disociación psicológica traumática que la hará pensar -y por sobre todo sentir- en adelante de ser su mamá. Un cambio de rol hija-madre/madre-hija que podría ser irreversible.
Tras la muerta de esta, el relato se dispara y la proyección de la niña en su progenitora da paso a que se vuelva retorcido y sucio, de manera frenética hacia una vorágine de las más intensas pasiones cargadas de sentimientos perversos y ocultos.
En cierto punto del metraje, sucede un giro inesperado: aparece una engimática y excéntrica escritora de novelas de ficción llamada Taeko, quien se desplaza en silla de ruedas y tiene una extraña obsesión por un estuche negro de chelo.
Cuenta además con un asistente de nombre Yuji, (bastante extraño y de apariencia andrógina) quien al ver que la novela y la vida de su jefa Taeko son sospechosamente similares, decidirá emprender una investigación para dilucidar el misterio: ¿La novela de Taeko será ficción o autobiográfica?, ¿Conseguirá Yuji separar las tinieblas de la luz?
Strange circus propone indagar entre lo que escribe y lo que vive una mujer. En ambas podría haber cierta cuota de verdad; y de ser así… yuxtaponerse para consolidar una historia retorcida. La construcción de un mundo delirante con elementos prestados de las fantasías y de los traumas infantiles… que podría decantar en una fórmula catártica. Quién sabe…
Sería injusto no comentar la banda sonora. Un aspecto clave en las películas de Sion Siono ya que siempre se encarga en darle protagonismo. La locura y desenfreno van de la mano de música circense; y por otro lado, las melodías de piano van construyendo una atmósfera distinta… que en definitiva funciona como la llave para ir, venir y no perderse en la exploración de esta osada propuesta.
* Cineconpalillos.com

5,2
385
7
26 de enero de 2017
26 de enero de 2017
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tokyo tribe resultó ser una propuesta sumamente interesante y fresca. Nuevamente Sion Sono deleita. Y lo hace de la mano de una genial adaptación del manga del mismo nombre hecho por Santa Inoue que recuerda a esa película de culto que tanto gusta: The Warriors.
Toda la película transcurre en una noche. Una noche especialmente alborotada en donde líderes y seguidores de las pandillas y tribus de distintos distritos de Tokyo buscan su lugar en las calles. El gran rompecabezas se desordenó y los bajos fondos de la capital yacen en la incertidumbre bajo el filo de katanas, pesados bates béisbol, hordas combatientes, sangre, artes marciales y una ensalada de recursos tan excéntrica como deliciosa.
Bajo esta atmósfera, un mafioso muy particular irá tras la siga de una joven virgen a petición de un sumo sacerdote que se lo requirió. ¿Podrá dar con ella? ¿se restablecerá el orden en las calles de Tokyo?
Tokyo tribe se consagra como una imperdible dentro de la filmografía de Sion Sono y del nuevo cine japonés. De ello, no hay duda.
La manera de narrar es alucinante: prácticamente no hay diálogos. Se trata de una consecución de raps “improvisados”, muchas veces conversados o incluso complementados, que van explicando lo que sucede, lo que dice, lo que se responde. Siono fue visionario: que se hable en el idioma de las tribus, y ese idioma es el rap.
Esta osadía creativa, sin embargo, es un arma de doble filo. Y más precisamente un arma que corre el serio riesgo de desgastarse al poco andar. Con casi 2 horas de duración, no hay momento en que este recurso narrativo decaiga o aburra. Muy por el contrario, se hace fundamental y cautivante, consiguiendo ese genuino espíritu de clanes.
Por lo demás, la calidad técnica merece todo tipo de elogios como la larga escena de inicio, que consiste en una larga toma viajera que acompaña y nos sumerge en la noche de Tokyo.
No estamos frente a otra de las tantas películas incomprensibles y bizarras que últimamente ha parido Japón. Para nada. Tokyo tribe presenta solidez en practicamente todos los aspectos, aunque claro… uno reacciona y se percata del fuerte sabor nipón cuando se aborda el erotísmo y sexualidad dentro de la trama.
Toda la película transcurre en una noche. Una noche especialmente alborotada en donde líderes y seguidores de las pandillas y tribus de distintos distritos de Tokyo buscan su lugar en las calles. El gran rompecabezas se desordenó y los bajos fondos de la capital yacen en la incertidumbre bajo el filo de katanas, pesados bates béisbol, hordas combatientes, sangre, artes marciales y una ensalada de recursos tan excéntrica como deliciosa.
Bajo esta atmósfera, un mafioso muy particular irá tras la siga de una joven virgen a petición de un sumo sacerdote que se lo requirió. ¿Podrá dar con ella? ¿se restablecerá el orden en las calles de Tokyo?
Tokyo tribe se consagra como una imperdible dentro de la filmografía de Sion Sono y del nuevo cine japonés. De ello, no hay duda.
La manera de narrar es alucinante: prácticamente no hay diálogos. Se trata de una consecución de raps “improvisados”, muchas veces conversados o incluso complementados, que van explicando lo que sucede, lo que dice, lo que se responde. Siono fue visionario: que se hable en el idioma de las tribus, y ese idioma es el rap.
Esta osadía creativa, sin embargo, es un arma de doble filo. Y más precisamente un arma que corre el serio riesgo de desgastarse al poco andar. Con casi 2 horas de duración, no hay momento en que este recurso narrativo decaiga o aburra. Muy por el contrario, se hace fundamental y cautivante, consiguiendo ese genuino espíritu de clanes.
Por lo demás, la calidad técnica merece todo tipo de elogios como la larga escena de inicio, que consiste en una larga toma viajera que acompaña y nos sumerge en la noche de Tokyo.
No estamos frente a otra de las tantas películas incomprensibles y bizarras que últimamente ha parido Japón. Para nada. Tokyo tribe presenta solidez en practicamente todos los aspectos, aunque claro… uno reacciona y se percata del fuerte sabor nipón cuando se aborda el erotísmo y sexualidad dentro de la trama.

5,4
63
10
23 de mayo de 2021
23 de mayo de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dawn of the felines resultó ser una gratísima sorpresa. ¡Qué buena manera de adentrarse en el cine de Kazuya Shiraishi! Y lo digo más que nada porque rompe con la típica premisa de las películas que abordan la prostitución: sórdidos moteles, calles mojadas por la lluvia y que se tiñen por el reflejo de las luces de neón, la violencia física de uno que otro cliente y así podríamos seguir y seguir…
Porque aquí se rompe el esquema. ¿Hay algo novedoso? Definitivamente. Y lo consigue sin desprenderse de la temática de la prostitución. ¿Pero cómo lo logra? Ese es precisamente el punto: por medio de tres mujeres y sus aventuras como putas en Tokio.
Ellas trabajan para una agencia que se encarga de gestionar los encuentros llamada «Paraíso de las esposas jóvenes», y claro… aunque claro, de una forma bastante, por decirlo de algún modo, «reservada».
Dawn of the felines ahonda de una manera brillante y entretenida en lo que es la prostitución en Japón y de ahí va consiguiendo mostrar un panorama de lo más ilustrativo; una reflexión de lo que significa trabajar en ese mundo en donde no solo se busca tener un tiempo de placer. No. No es así. Y aquí precisamente lo brillante: Dawn of the felines saca una fotografía más amplia de las necesidades de los clientes. ¿Solo buscan sexo? Definitivamente no.
Durante la película es posible notarlo con claridad. Se aborda la soledad, la vejez, el consuelo, el placer. Un cliente solitario que no sale de su departamento hace diez años, un anciano que enviudó hace poco, o un comediante frenético y que no hace reír, son quienes se ven involucrados directamente con las chicas.
Es así como cada una aborda un tópico en esta exploración de la necesidad humana por estar con una mujer. Como dijimos, no siempre es por sexo. Increíble o no, lo expuesto es convincente. Dawn of the felines está muy bien logrado. ¿Una radiografía del Japón actual? Quizás lo sea, quizás no… lo cierto es que resultó ser una película interesante, bien llevada y que logra romper con lo acostumbrado.
Dawn of the felines queda muy recomendada. Por ahí se dice que es una suerte de tributo al cine roman porno específicamente a Night of the Felines (1972), y si bien el título es bastante ilustrativo a ello, poco importa porque la película brilla por sí sola. Muy recomendada.
Más de cine asiático en cineconpalillos.com
Porque aquí se rompe el esquema. ¿Hay algo novedoso? Definitivamente. Y lo consigue sin desprenderse de la temática de la prostitución. ¿Pero cómo lo logra? Ese es precisamente el punto: por medio de tres mujeres y sus aventuras como putas en Tokio.
Ellas trabajan para una agencia que se encarga de gestionar los encuentros llamada «Paraíso de las esposas jóvenes», y claro… aunque claro, de una forma bastante, por decirlo de algún modo, «reservada».
Dawn of the felines ahonda de una manera brillante y entretenida en lo que es la prostitución en Japón y de ahí va consiguiendo mostrar un panorama de lo más ilustrativo; una reflexión de lo que significa trabajar en ese mundo en donde no solo se busca tener un tiempo de placer. No. No es así. Y aquí precisamente lo brillante: Dawn of the felines saca una fotografía más amplia de las necesidades de los clientes. ¿Solo buscan sexo? Definitivamente no.
Durante la película es posible notarlo con claridad. Se aborda la soledad, la vejez, el consuelo, el placer. Un cliente solitario que no sale de su departamento hace diez años, un anciano que enviudó hace poco, o un comediante frenético y que no hace reír, son quienes se ven involucrados directamente con las chicas.
Es así como cada una aborda un tópico en esta exploración de la necesidad humana por estar con una mujer. Como dijimos, no siempre es por sexo. Increíble o no, lo expuesto es convincente. Dawn of the felines está muy bien logrado. ¿Una radiografía del Japón actual? Quizás lo sea, quizás no… lo cierto es que resultó ser una película interesante, bien llevada y que logra romper con lo acostumbrado.
Dawn of the felines queda muy recomendada. Por ahí se dice que es una suerte de tributo al cine roman porno específicamente a Night of the Felines (1972), y si bien el título es bastante ilustrativo a ello, poco importa porque la película brilla por sí sola. Muy recomendada.
Más de cine asiático en cineconpalillos.com
9
11 de diciembre de 2019
11 de diciembre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ninja scroll o como se le tradujo, «El oro de los ninjas», es una verdadera cátedra a cómo debe ser una película de animación de calidad, hermosa, sanguinaria, violenta. Y poseedora de una narración amena y que invita a recorrerla hasta su fin. En Ninja scroll nos encontramos con, precisamente, un sendero lleno de adversidades; sendero que el héroe deberá recorrer y salir victorioso.
Ese héroe solitario se llama Jubei Kibagami, quien se enfrenta a su destino, o mejor dicho a su pasado. En su camino conoce a un viejo que no es de fiar y a una hermosa mujer con la que comenzará a llevarse inevitablemente bien.
En cuanto a la estructura de los combates, todos los enemigos cuentan con cierta épica y claro, características y habilidades especiales muy sobrenaturales por cierto: un hombre de piedra, otro que tiene como espalda una colmena, un samurai ciego (qué original, tipo zatoichi…), una ninja que utiliza hilos cortantes, otro que se camufla entre las sombras, otro que regenera sus heridas…). Debo decir que Ninja scroll me recordó El topo (1970), película de Alejandro Jodorowsky, lo que no quiere decir que haya sido de inspiración o algo por el estilo. Lo dejo como antecedente para el espectador.
Pero lo que sí se puede decir (ya que es notorio), es que Ninja scroll tiene una fuerte influencia de El puño de la estrella del norte. No solo por la estética y los elementos narrativos, sino además por la idea de la batalla singular contra quien en el pasado no fue su enemigo; eso sí, Ninja scroll cuenta con una historia más elaborada y sin los antojadizos saltos argumentales que tiene El puño de la estrella del norte.
En Ninja scroll no solo los trazos y colores son hermosos. Todo en lo que respecta al arte mismo de #Ninjascroll lo es. Con una estética de animación ochentera, y con osadas escenas sexuales, #Madhouse consigue su primera obra de
Arte.
*Extraído de cineconpalillos.com
Ese héroe solitario se llama Jubei Kibagami, quien se enfrenta a su destino, o mejor dicho a su pasado. En su camino conoce a un viejo que no es de fiar y a una hermosa mujer con la que comenzará a llevarse inevitablemente bien.
En cuanto a la estructura de los combates, todos los enemigos cuentan con cierta épica y claro, características y habilidades especiales muy sobrenaturales por cierto: un hombre de piedra, otro que tiene como espalda una colmena, un samurai ciego (qué original, tipo zatoichi…), una ninja que utiliza hilos cortantes, otro que se camufla entre las sombras, otro que regenera sus heridas…). Debo decir que Ninja scroll me recordó El topo (1970), película de Alejandro Jodorowsky, lo que no quiere decir que haya sido de inspiración o algo por el estilo. Lo dejo como antecedente para el espectador.
Pero lo que sí se puede decir (ya que es notorio), es que Ninja scroll tiene una fuerte influencia de El puño de la estrella del norte. No solo por la estética y los elementos narrativos, sino además por la idea de la batalla singular contra quien en el pasado no fue su enemigo; eso sí, Ninja scroll cuenta con una historia más elaborada y sin los antojadizos saltos argumentales que tiene El puño de la estrella del norte.
En Ninja scroll no solo los trazos y colores son hermosos. Todo en lo que respecta al arte mismo de #Ninjascroll lo es. Con una estética de animación ochentera, y con osadas escenas sexuales, #Madhouse consigue su primera obra de
Arte.
*Extraído de cineconpalillos.com
10
21 de abril de 2018
21 de abril de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Redline resultó ser más que una grata sorpresa. Y cuando eso sucede se nos presenta un problema: por dónde comenzar. Y sí, porque son varios los motivos de porqué Redline es una película de animación digna de ser considerada imperdible. Por un lado su increíble calidad de animación y sentido estético; por otro, que evoca tantas películas y series que son de culto; también por contar con ritmo, audacia y en especial, con una gran potencia narrativa exquisitamente adrenalínica lo que consigue evitar bostezos e incluso dotarla con un toque de humor de lo más particular.
Dicho esto, ¡pasemos a revisar Redline!
Animación hecha a mano
Redline cuenta con una hazaña no menor: ¡Se hizo durante siete años usando alrededor de 100.000 dibujos hechos a mano!
Lo primero que salta a la vista en una película de animación es, precisamente, la animación, y los trazos, colores, dibujos, detalles… Y en este sentido lo que ocurre con Redline es fascinante. No solo por la maestría con que se maneja el color negro para dar volumen y contrastes, sino además porque se sitúa como el tono protagonista al punto de ser casi hipnótico. Genial.
Redline no escatima en límites. Ni de velocidad ni de movimientos. No escatima en potencia. Menos en el torque de sus motores. Y por ello la necesidad de contar con una estética muy plástica, que resulte elástica, brillante como el látex y flexible (lo cual consigue muy bien), para no entorpecer la fuerza narrativa.
En cuanto a la creación visual de los personajes, es evidente la fuerte influencia del arte de Roy Lichtenstein. Y puede que aquí descanse uno de sus atractivos visuales más interesantes: se obtiene una especie de cómic sin viñetas, bastante “pop”, sin páginas y que se estira como si se tratara de una goma de mascar. ¡Impresionante!
Acerca de los personajes solo me referiré a “JP”, quien es por cierto nuestro protagonista, un engreído y vanidoso piloto con exceso de confianza que se presta para hacer apuestas fraudulentas a costa de su talento. Lo interesante de JP, es que responde a un estereotipo exageradamente ”Rockabilly”, haciendo de JP un personaje anacrónico en una realidad futurista en donde hay extraterrestres y robots inteligentes. No es algo gratuito y da para pensar mientras se va digiriendo la trama ya que por aquí va el encanto, el estilo y ese toque de complicidad que nos involucra con el piloto JP.
Una película hecha con muchas películas
Tal como un auto necesita de piezas de gran nivel para hacer una máquina única, Redline se abasteció con la imaginería creativa del cine y animación occidental. La primera, y quizás la más evidente para quienes crecimos viendo dibujos de Hanna-Barbera, es la serie de Los autos locos. He aquí la esencia emotiva. Lo que cautiva al “niño interior” que guarda el espectador adulto.
Luego tenemos una muy prístina alusión -que yo catalogaría más como homenaje- a la película Death Race 2000. Esa bizarra película protagonizada por David Carradine y Sylvester Stallone en donde las carreras automovilísticas son un deporte sangriento y mortal, y los autos de lo más excéntricos y acondicionados para ser verdaderas armas sobre ruedas.
De Death Race 2000 toma bastantes elementos prestados. Pero a destacar, la bestialidad de la manufactura automotriz y la violencia misma como motor de acción de la carrera.
Siguiendo con este ejercicio de hallar referencias, tiene ciertas similitudes a la carrera inicial de Star Wars: La amenaza fantasma, en donde un pequeño niño (Anakin) se enfrenta a rivales ridículos en un planeta bastante anodino…
En definitiva, Redline consigue con creces ser una muy buena película de animación para adultos. Lo que sí, se queda corta. Dicho en términos “tuercas”: demasiado motor para una carretera tan breve.
Se hubiera agradecido más extensión, ¡porque daba para mucho!
*cineconpalillos.com
Dicho esto, ¡pasemos a revisar Redline!
Animación hecha a mano
Redline cuenta con una hazaña no menor: ¡Se hizo durante siete años usando alrededor de 100.000 dibujos hechos a mano!
Lo primero que salta a la vista en una película de animación es, precisamente, la animación, y los trazos, colores, dibujos, detalles… Y en este sentido lo que ocurre con Redline es fascinante. No solo por la maestría con que se maneja el color negro para dar volumen y contrastes, sino además porque se sitúa como el tono protagonista al punto de ser casi hipnótico. Genial.
Redline no escatima en límites. Ni de velocidad ni de movimientos. No escatima en potencia. Menos en el torque de sus motores. Y por ello la necesidad de contar con una estética muy plástica, que resulte elástica, brillante como el látex y flexible (lo cual consigue muy bien), para no entorpecer la fuerza narrativa.
En cuanto a la creación visual de los personajes, es evidente la fuerte influencia del arte de Roy Lichtenstein. Y puede que aquí descanse uno de sus atractivos visuales más interesantes: se obtiene una especie de cómic sin viñetas, bastante “pop”, sin páginas y que se estira como si se tratara de una goma de mascar. ¡Impresionante!
Acerca de los personajes solo me referiré a “JP”, quien es por cierto nuestro protagonista, un engreído y vanidoso piloto con exceso de confianza que se presta para hacer apuestas fraudulentas a costa de su talento. Lo interesante de JP, es que responde a un estereotipo exageradamente ”Rockabilly”, haciendo de JP un personaje anacrónico en una realidad futurista en donde hay extraterrestres y robots inteligentes. No es algo gratuito y da para pensar mientras se va digiriendo la trama ya que por aquí va el encanto, el estilo y ese toque de complicidad que nos involucra con el piloto JP.
Una película hecha con muchas películas
Tal como un auto necesita de piezas de gran nivel para hacer una máquina única, Redline se abasteció con la imaginería creativa del cine y animación occidental. La primera, y quizás la más evidente para quienes crecimos viendo dibujos de Hanna-Barbera, es la serie de Los autos locos. He aquí la esencia emotiva. Lo que cautiva al “niño interior” que guarda el espectador adulto.
Luego tenemos una muy prístina alusión -que yo catalogaría más como homenaje- a la película Death Race 2000. Esa bizarra película protagonizada por David Carradine y Sylvester Stallone en donde las carreras automovilísticas son un deporte sangriento y mortal, y los autos de lo más excéntricos y acondicionados para ser verdaderas armas sobre ruedas.
De Death Race 2000 toma bastantes elementos prestados. Pero a destacar, la bestialidad de la manufactura automotriz y la violencia misma como motor de acción de la carrera.
Siguiendo con este ejercicio de hallar referencias, tiene ciertas similitudes a la carrera inicial de Star Wars: La amenaza fantasma, en donde un pequeño niño (Anakin) se enfrenta a rivales ridículos en un planeta bastante anodino…
En definitiva, Redline consigue con creces ser una muy buena película de animación para adultos. Lo que sí, se queda corta. Dicho en términos “tuercas”: demasiado motor para una carretera tan breve.
Se hubiera agradecido más extensión, ¡porque daba para mucho!
*cineconpalillos.com
Más sobre cine con palillos
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here