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Críticas ordenadas por utilidad
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1
23 de abril de 2016
23 de abril de 2016
9 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hemos tocado piedra pero nada importa. Sigamos.
Escarbemos.
Escarbemos aún más en el tópico más rancio porque siempre se puede bajar un peldaño más hasta los infiernos.
Escarbemos hasta la saciedad los estereotipos más cavernarios y cerriles de nuestro panorama nacional.
Hurguemos hasta las entrañas del palurdismo, el cliché picantón, el cachondeíto barato, la machería ibérica más garrula, el marujismo de cola de panadería más baboso, el facha campechano, la pija pedorra, el cuñado hortera, la zorra trasnochada, viejas cabronas y jubilados vegetales, el calzonazos y la mandona, la más petarda de las beatas, el más patético ligón de playa, chonis que no sabrian hacer una "o" en un canuto con una 45 en la sien, macarrillas de barrio castrados mentales solo aptos para la producción de pienso para gatos...
desechos de la civilización occidental en general.
A todos ellos repártanles, por favor, picos y palas y que sigan cavando. Que caven bien hondo y sin tregua. Y hacia abajo. No hacia los lados, ni hacia arriba en diagonal sino siempre, siempre hacia abajo.
Estoy seguro, pero que muy seguro, de que este es el buen camino para que, tal vez, algún dia, la industria del entretenimiento de este bendito país pueda aspirar a algo más que revolcarse en su propia mierda.
De momento, seguiremos soñando.
Buenas noches.
Escarbemos.
Escarbemos aún más en el tópico más rancio porque siempre se puede bajar un peldaño más hasta los infiernos.
Escarbemos hasta la saciedad los estereotipos más cavernarios y cerriles de nuestro panorama nacional.
Hurguemos hasta las entrañas del palurdismo, el cliché picantón, el cachondeíto barato, la machería ibérica más garrula, el marujismo de cola de panadería más baboso, el facha campechano, la pija pedorra, el cuñado hortera, la zorra trasnochada, viejas cabronas y jubilados vegetales, el calzonazos y la mandona, la más petarda de las beatas, el más patético ligón de playa, chonis que no sabrian hacer una "o" en un canuto con una 45 en la sien, macarrillas de barrio castrados mentales solo aptos para la producción de pienso para gatos...
desechos de la civilización occidental en general.
A todos ellos repártanles, por favor, picos y palas y que sigan cavando. Que caven bien hondo y sin tregua. Y hacia abajo. No hacia los lados, ni hacia arriba en diagonal sino siempre, siempre hacia abajo.
Estoy seguro, pero que muy seguro, de que este es el buen camino para que, tal vez, algún dia, la industria del entretenimiento de este bendito país pueda aspirar a algo más que revolcarse en su propia mierda.
De momento, seguiremos soñando.
Buenas noches.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El tufo que desprende da ganas de vomitar. Telecinco es Satanás y va ganando.

7,3
65.944
9
4 de febrero de 2016
4 de febrero de 2016
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace ya dos años que Django me dejó relativamente tibio. Digo relativamente porque este hombre sacaría una buena película hasta de cómo se seca una pared recién pintada. Pero como que me mosqueaba que el mismo Quentin Tarantino se hubiese limitado a contar una historia en el fondo tan convencional dejando pasar la oportunidad de diseccionarla y ponerla del revés y voltearla y exprimirla y desnudarla y, en fin, desplegar su magia para nuestro impagable deleite.
En la crítica a la misma que le dediqué en su momento me centre en dos cosas: señalar los aspectos a mi juicio más flacos e impropios y formular un deseo: el de que el próximo proyecto de QT aparcase los antojos estéticos y el efectismo y regresara a sus orígenes.
Así pues, cuando me enteré de que su próxima película iba a ser otro western se me hizo de noche; el pesimismo se me apoderó, lo confieso, y di por hecho que el gran Tarantino había tirado la toalla y delegado el mando de la nave definitivamente, que ya había renunciado a innovar, que ya solo aguardaba la jubilación y que su declive era ya inevitable.
Lo diré alto, claro y con una sonrisa de oreja a oreja:
NO PODÍA ESTAR MÁS EQUIVOCADO.
¡ ¡ ¡ V A Y A P E L I C U L Ó N ! ! !
El amigo Quentin ha vuelto y está que se sale.
Una docena de actores, un refugio de montaña, algún camino de loma, un par de coches de caballos, unas cuantas armas y mucha nieve. Dale esto a un director cualquiera y se meará encima sin saber ni por donde empezar. Dáselo al de Knoxville y serás todo suyo durante casi tres horas.
De nuevo, como en sus primeros trabajos, el tiempo, el espacio y los puntos de vista bailan una danza a ratos serena, a ratos frenética al son de una batuta que, con sentido y convicción, pone un episódico orden en este brutal choque de personalidades donde la tensión no deja de crecer sin prisa pero sin pausa, alimentando el interés a través de aquello que no sabemos y teniéndonos siempre alerta a la espera de la siguiente revelación.
Avanza a su ritmo, sin preocuparse por complacer a nadie y tomándose el tiempo que considera para construir un ambiente de un detallismo y riqueza sublimes. Las cuatro paredes entre las que transcurre el grueso de la película nos atrapan en un aura mágica, nos sumerge de lleno en el misterio y la intriga de unos personajes metidos en una situación tan peligrosa e impredecible que te hace agazaparte en la butaca, pendiente de cada frase, de cada gesto, porque sabes que algo gordo va a pasar en cualquier momento y no sabes de donde vendrá.
No te queda otra que escudriñar cada plano en busca de una pista que te ayude a entender qué demonios está ocurriendo, quien es quien y a qué juegan, qué saben ellos que tú no sabes y viceversa… ¡Eso es cine coño, y no los cuentitos adornados a los que nos quieren acostumbrar!
Ni que decir tiene que una vez más Tarantino se las apaña para sacar lo mejor de cada actor ofreciendo interpretaciones memorables.
Samuel L. Jackson está sencillamente genial. En su salsa, desplegando toda su mala leche y gozando cada instante, cuando este tío tiene manga ancha es capaz de dejarte tieso a golpe de frase lapidaria al nivel de Clint Eastwood.
Kurt Russell con su ejercicio a medio camino entre John Wayne y un oso rabioso directamente da miedo. Ese montón de pieles que lleva puesto, las dos recortadas, el bigotarro de morsa y sobre todo esos ojos que se te clavan hacen el resto.
Respecto al resto del elenco no puedo entrar en detalle sin colar algún spoiler, así que solo añadir que todos ellos dieron la talla más allá de mis expectativas.
¿Qué guinda le falta a este rico pastel? ¿Cómo redondear esta maravilla? Pues…¿qué tal las vibrantes, violentas y acojonantes notas del maestro Morricone? De verdad que sobran las palabras, debe ser escuchado. Tan solo decir que la expresión “como anillo al dedo” se queda corta.
Pero a pesar de todo, para hacer un buen guiso no solo es necesario que los ingredientes sean de alta calidad.
Unas buenas interpretaciones, una buena música, una buena ambientación, una buena edición no hacen una buena película por si mismas. Hace falta el cariño y el esmero de un verdadero artista que pone la excelencia de su trabajo por delante incluso de sí mismo, como los grandes saben que debe ser.
Los que vengan buscando un blockbuster pasatiempos, absténganse.
Los amantes del mejor Tarantino, regocíjense.
Gracias Quentin por volver a tu fuente y traernos esta experiencia.
PD: Que este año haya muy buena competencia en los Oscar es una cosa, pero que le hayan dado solo estas tres nominaciones es de risa.
En fin, el tiempo siempre da la razón (como si fuera la primera vez que la cagan)
En la crítica a la misma que le dediqué en su momento me centre en dos cosas: señalar los aspectos a mi juicio más flacos e impropios y formular un deseo: el de que el próximo proyecto de QT aparcase los antojos estéticos y el efectismo y regresara a sus orígenes.
Así pues, cuando me enteré de que su próxima película iba a ser otro western se me hizo de noche; el pesimismo se me apoderó, lo confieso, y di por hecho que el gran Tarantino había tirado la toalla y delegado el mando de la nave definitivamente, que ya había renunciado a innovar, que ya solo aguardaba la jubilación y que su declive era ya inevitable.
Lo diré alto, claro y con una sonrisa de oreja a oreja:
NO PODÍA ESTAR MÁS EQUIVOCADO.
¡ ¡ ¡ V A Y A P E L I C U L Ó N ! ! !
El amigo Quentin ha vuelto y está que se sale.
Una docena de actores, un refugio de montaña, algún camino de loma, un par de coches de caballos, unas cuantas armas y mucha nieve. Dale esto a un director cualquiera y se meará encima sin saber ni por donde empezar. Dáselo al de Knoxville y serás todo suyo durante casi tres horas.
De nuevo, como en sus primeros trabajos, el tiempo, el espacio y los puntos de vista bailan una danza a ratos serena, a ratos frenética al son de una batuta que, con sentido y convicción, pone un episódico orden en este brutal choque de personalidades donde la tensión no deja de crecer sin prisa pero sin pausa, alimentando el interés a través de aquello que no sabemos y teniéndonos siempre alerta a la espera de la siguiente revelación.
Avanza a su ritmo, sin preocuparse por complacer a nadie y tomándose el tiempo que considera para construir un ambiente de un detallismo y riqueza sublimes. Las cuatro paredes entre las que transcurre el grueso de la película nos atrapan en un aura mágica, nos sumerge de lleno en el misterio y la intriga de unos personajes metidos en una situación tan peligrosa e impredecible que te hace agazaparte en la butaca, pendiente de cada frase, de cada gesto, porque sabes que algo gordo va a pasar en cualquier momento y no sabes de donde vendrá.
No te queda otra que escudriñar cada plano en busca de una pista que te ayude a entender qué demonios está ocurriendo, quien es quien y a qué juegan, qué saben ellos que tú no sabes y viceversa… ¡Eso es cine coño, y no los cuentitos adornados a los que nos quieren acostumbrar!
Ni que decir tiene que una vez más Tarantino se las apaña para sacar lo mejor de cada actor ofreciendo interpretaciones memorables.
Samuel L. Jackson está sencillamente genial. En su salsa, desplegando toda su mala leche y gozando cada instante, cuando este tío tiene manga ancha es capaz de dejarte tieso a golpe de frase lapidaria al nivel de Clint Eastwood.
Kurt Russell con su ejercicio a medio camino entre John Wayne y un oso rabioso directamente da miedo. Ese montón de pieles que lleva puesto, las dos recortadas, el bigotarro de morsa y sobre todo esos ojos que se te clavan hacen el resto.
Respecto al resto del elenco no puedo entrar en detalle sin colar algún spoiler, así que solo añadir que todos ellos dieron la talla más allá de mis expectativas.
¿Qué guinda le falta a este rico pastel? ¿Cómo redondear esta maravilla? Pues…¿qué tal las vibrantes, violentas y acojonantes notas del maestro Morricone? De verdad que sobran las palabras, debe ser escuchado. Tan solo decir que la expresión “como anillo al dedo” se queda corta.
Pero a pesar de todo, para hacer un buen guiso no solo es necesario que los ingredientes sean de alta calidad.
Unas buenas interpretaciones, una buena música, una buena ambientación, una buena edición no hacen una buena película por si mismas. Hace falta el cariño y el esmero de un verdadero artista que pone la excelencia de su trabajo por delante incluso de sí mismo, como los grandes saben que debe ser.
Los que vengan buscando un blockbuster pasatiempos, absténganse.
Los amantes del mejor Tarantino, regocíjense.
Gracias Quentin por volver a tu fuente y traernos esta experiencia.
PD: Que este año haya muy buena competencia en los Oscar es una cosa, pero que le hayan dado solo estas tres nominaciones es de risa.
En fin, el tiempo siempre da la razón (como si fuera la primera vez que la cagan)
29 de enero de 2021
29 de enero de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Q̶u̶e̶r̶i̶d̶o̶ Carlos Boyero:
Siempre me hubieran hecho gracia tus críticas. Tu estrechez de miras al nivel del lavabo de un avión y tu arrogancia academicista de monóculo y sombrero de copa han producido verdaderas bufonadas de las que me gustaría reirme; pero que a estas alturas un sector importante de la cinefilia te siga teniendo por su gurú me parece un tristísimo despropósito que se explica como se explican Trump o Mourinho: monta un espectáculo, pasa a ser tú el protagonista en lugar de tu trabajo y engatusarás a quienes prefieren leer una opinión que formarse una; pensar por uno mismo es complicado pero adular a un ególatra que siempre suena muy vehemente está tirado.
¿Qué más da que esta sea una película sin una estructura convencional? Le coloco la etiqueta de "insustancial".
¿Qué más da que asuma riesgos en cuanto a su estilo y tenga cambios de ritmo y de registro? Digo que no tiene gracia.
¿Que más da que los actores hayan hecho un trabajo descomunal? Que se j0d@ la verdad, digo que andan perdidos que si aflojo igual decepciono a mis fans.
Y es esto último lo que es IMPERDONABLE, no solo porque tanto DiCaprio como Pitt están que se salen por todos lados, sino porque ilustra lo que representas, la razón misma por la que la profesión de crítico en general tiene mala reputación por culpa de individuos como tú. La gente que ha trabajado en esta película, desde Tarantino al técnico de iluminación, ha dado lo mejor de sí misma, han trabajado durante meses o años para materializar sus ideas y esfuerzos; tú has tardado dos horas y pico en verla y otras tantas en la comodidad de un butacón tecleando tu opinión al respecto. Les debes amplitud de miras, les debes profesionalidad y, sobre todo les debes, tanto a ellos como a la audiencia, honestidad. Y fallas en todo.
No tienes ningún reparo en echar por tierra la verdad y el trabajo duro de alguien que sabe mucho más de cine que tú para marcarte un par de lineas mordaces y dártelas de intelectual. Me importaría un bledo, pero es que te pagan bien por ello.
Con el debido respeto, vete a tomar vientos.
Desatentamente, alguien a quien le gusta el cine y aprecia las buenas críticas.
Siempre me hubieran hecho gracia tus críticas. Tu estrechez de miras al nivel del lavabo de un avión y tu arrogancia academicista de monóculo y sombrero de copa han producido verdaderas bufonadas de las que me gustaría reirme; pero que a estas alturas un sector importante de la cinefilia te siga teniendo por su gurú me parece un tristísimo despropósito que se explica como se explican Trump o Mourinho: monta un espectáculo, pasa a ser tú el protagonista en lugar de tu trabajo y engatusarás a quienes prefieren leer una opinión que formarse una; pensar por uno mismo es complicado pero adular a un ególatra que siempre suena muy vehemente está tirado.
¿Qué más da que esta sea una película sin una estructura convencional? Le coloco la etiqueta de "insustancial".
¿Qué más da que asuma riesgos en cuanto a su estilo y tenga cambios de ritmo y de registro? Digo que no tiene gracia.
¿Que más da que los actores hayan hecho un trabajo descomunal? Que se j0d@ la verdad, digo que andan perdidos que si aflojo igual decepciono a mis fans.
Y es esto último lo que es IMPERDONABLE, no solo porque tanto DiCaprio como Pitt están que se salen por todos lados, sino porque ilustra lo que representas, la razón misma por la que la profesión de crítico en general tiene mala reputación por culpa de individuos como tú. La gente que ha trabajado en esta película, desde Tarantino al técnico de iluminación, ha dado lo mejor de sí misma, han trabajado durante meses o años para materializar sus ideas y esfuerzos; tú has tardado dos horas y pico en verla y otras tantas en la comodidad de un butacón tecleando tu opinión al respecto. Les debes amplitud de miras, les debes profesionalidad y, sobre todo les debes, tanto a ellos como a la audiencia, honestidad. Y fallas en todo.
No tienes ningún reparo en echar por tierra la verdad y el trabajo duro de alguien que sabe mucho más de cine que tú para marcarte un par de lineas mordaces y dártelas de intelectual. Me importaría un bledo, pero es que te pagan bien por ello.
Con el debido respeto, vete a tomar vientos.
Desatentamente, alguien a quien le gusta el cine y aprecia las buenas críticas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En cuanto a la película, fetén, ni caso al cantamañanas este.
Tarantino yendo a su bola y sin presiones, como ha de ser, tejiendo unas personalidades y una ambientación espléndidas y apostándolo todo a un clímax inolvidable.
Tarantino yendo a su bola y sin presiones, como ha de ser, tejiendo unas personalidades y una ambientación espléndidas y apostándolo todo a un clímax inolvidable.
AnimaciónTV

2,0
1.082
1
16 de diciembre de 2015
16 de diciembre de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es la única vez que he votado algo sin terminar de verlo, pero me la trae al pairo.
Después de atestiguar 8 minutos ininterrumpidos de DIALOGOS DE WOOKIES SIN SUBTITULAR (no es coña) hubiera sido capaz de empalar los genitales del responsable con un serrucho oxidado, así que este 1 que le doy (a falta de un -900.000.000) es en realidad todo un halago, pero sobre todo una advertencia a todos aquellos que aún esteis a tiempo: huid.
Huid y nunca mireis atrás pues cualquier contacto con esta infamia, con esta abyecta aberración salida del noveno círculo del infierno envilecerá para siempre no solo vuestro amor por Star Wars, sino por la vida misma.
Una parte de tí se va con ella para nunca volver dejando una sensación de vacío que te acompañará hasta la tumba; saber que adultos presuntamente profesionales, considerados mentalmente sanos, fueran capaces de excretar este holocausto de la imaginación arrebata la fe en la humanidad de cualquiera.
Por el bien de vuestros hijos y de sus hijos, quemadla y enterradla. Hay abismos a los que es mejor no asomarse.
Después de atestiguar 8 minutos ininterrumpidos de DIALOGOS DE WOOKIES SIN SUBTITULAR (no es coña) hubiera sido capaz de empalar los genitales del responsable con un serrucho oxidado, así que este 1 que le doy (a falta de un -900.000.000) es en realidad todo un halago, pero sobre todo una advertencia a todos aquellos que aún esteis a tiempo: huid.
Huid y nunca mireis atrás pues cualquier contacto con esta infamia, con esta abyecta aberración salida del noveno círculo del infierno envilecerá para siempre no solo vuestro amor por Star Wars, sino por la vida misma.
Una parte de tí se va con ella para nunca volver dejando una sensación de vacío que te acompañará hasta la tumba; saber que adultos presuntamente profesionales, considerados mentalmente sanos, fueran capaces de excretar este holocausto de la imaginación arrebata la fe en la humanidad de cualquiera.
Por el bien de vuestros hijos y de sus hijos, quemadla y enterradla. Hay abismos a los que es mejor no asomarse.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En serio, ni aunque curase el cáncer.

6,6
44.171
7
16 de mayo de 2013
16 de mayo de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un soberbio Tim Roth metido en la piel de un botones novato se despide de su antecesor y se prepara para la noche más extraña de su vida.
Primera habitación: Me parece un poco fuerte el vapuleo que se ha llevado esta primera parte ya que la considero una simple travesura. No es más que una parodia de las series y películas de brujas buenas como El hada novata o Hechizada, con su toque cursi y amanerado solo que contando una historia totalmente surrealista y salida de tono (con su Madonna incestuosa y todo). Si bien es verdad que está bastante fuera de lugar, ya que no tiene nada que ver con el estilo del resto de la película, tomado como la simple historieta que es, tampoco es nada horrible. Tiene algún momento gracioso, en general crea un ambiente cuanto menos peculiar y no creo que apuntase más alto.
Segunda habitación: Me sorprende aún más que tanta gente tache este segmento tan tajantemente. Estoy seguro de que fue este el que más sufrió con el recorte que le aventaron al metraje ya que es una trama definida muy paso a paso y da la sensación de que se queda corto en el desarrollo, de que se dejaron algo por contar. Aún así creo que la historia es buenísima, los personajes aún mejores y muy bien interpretados por un acojonante David Proval y una sorprendente Jeniffer Beals y que logra mantener la tensión hasta el final. De haberla dejado respirar no creo que tuviese mucho que envidiarle a los dos siguientes.
Tercera habitación: Lo que no me sorprende es que esta sea la indiscutible ganadora para tantos. Es el segmento más divertido y original, con dos niños a los que dan ganas de mandar a una escuela militar norcoreana, y su padre Antonio Banderas vibrante en su papel de aterrador narco mexicano. La trama parece al principio lenta e incluso irrelevante aunque divertida, pero al final descubres que solo es el anticipo para un logradísimo clímax totalmente inesperado y desternillante. El mejor ejemplo de un Robert Rodríguez en pleno estado de gracia.
Cuarta habitación: Mi favorita. Como fan de Tarantino no tengo reparo alguno en admitir que Rodríguez se esforzó más y que su historia es la que más se hace valer. Pero he de decir que imaginarme el rodaje de estas escenas y lo bien que se lo debieron pasar Quentin y compañía me dibuja una sonrisa de principio a fin. Planos secuencia larguísimos, una vuelta de rosca a un guión de "Alfred Hitchcock presenta" y unos brillantes diálogos y monólogos marca de la casa dan como resultado un capítulo tan fresco y vivo que tuve la sensación de estar con Bruce Willis y Paul Calderon en esa misma barra ansiando la decisión de Ted, el botones, que no se cree lo que está pasando.
En definitiva me sorprende lo en serio que algunos se la han tomado ya que no creo que este film sea más que un cadáver exquisito que a los directores les apetecía acometer. No sirve de nada juzgar tan rígidamente una película hecha a cuatro manos por pura diversión. El resultado general es dispar e inconsistente, pero ¿acaso no tenia exactamente la misma sensación el pobre Ted?
Primera habitación: Me parece un poco fuerte el vapuleo que se ha llevado esta primera parte ya que la considero una simple travesura. No es más que una parodia de las series y películas de brujas buenas como El hada novata o Hechizada, con su toque cursi y amanerado solo que contando una historia totalmente surrealista y salida de tono (con su Madonna incestuosa y todo). Si bien es verdad que está bastante fuera de lugar, ya que no tiene nada que ver con el estilo del resto de la película, tomado como la simple historieta que es, tampoco es nada horrible. Tiene algún momento gracioso, en general crea un ambiente cuanto menos peculiar y no creo que apuntase más alto.
Segunda habitación: Me sorprende aún más que tanta gente tache este segmento tan tajantemente. Estoy seguro de que fue este el que más sufrió con el recorte que le aventaron al metraje ya que es una trama definida muy paso a paso y da la sensación de que se queda corto en el desarrollo, de que se dejaron algo por contar. Aún así creo que la historia es buenísima, los personajes aún mejores y muy bien interpretados por un acojonante David Proval y una sorprendente Jeniffer Beals y que logra mantener la tensión hasta el final. De haberla dejado respirar no creo que tuviese mucho que envidiarle a los dos siguientes.
Tercera habitación: Lo que no me sorprende es que esta sea la indiscutible ganadora para tantos. Es el segmento más divertido y original, con dos niños a los que dan ganas de mandar a una escuela militar norcoreana, y su padre Antonio Banderas vibrante en su papel de aterrador narco mexicano. La trama parece al principio lenta e incluso irrelevante aunque divertida, pero al final descubres que solo es el anticipo para un logradísimo clímax totalmente inesperado y desternillante. El mejor ejemplo de un Robert Rodríguez en pleno estado de gracia.
Cuarta habitación: Mi favorita. Como fan de Tarantino no tengo reparo alguno en admitir que Rodríguez se esforzó más y que su historia es la que más se hace valer. Pero he de decir que imaginarme el rodaje de estas escenas y lo bien que se lo debieron pasar Quentin y compañía me dibuja una sonrisa de principio a fin. Planos secuencia larguísimos, una vuelta de rosca a un guión de "Alfred Hitchcock presenta" y unos brillantes diálogos y monólogos marca de la casa dan como resultado un capítulo tan fresco y vivo que tuve la sensación de estar con Bruce Willis y Paul Calderon en esa misma barra ansiando la decisión de Ted, el botones, que no se cree lo que está pasando.
En definitiva me sorprende lo en serio que algunos se la han tomado ya que no creo que este film sea más que un cadáver exquisito que a los directores les apetecía acometer. No sirve de nada juzgar tan rígidamente una película hecha a cuatro manos por pura diversión. El resultado general es dispar e inconsistente, pero ¿acaso no tenia exactamente la misma sensación el pobre Ted?
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