Una película enternecedora sobre la lucha por la supervivencia, sobre el heroísmo silencioso, sobre la frágil línea que separa el reino animal del humano ( no sabría decir qué lado de la línea es el humano); de ritmo consistente y con buena factura, entretiene en grado sumo. Las escenas de enfrentamiento protagonista-antagonista, por su diversidad y originalidad, elevan el nivel de suspense y mantienen en vilo al espectador hasta el final de la trama. Buen montaje, música accidental acorde. Poco que objetar. Para ver en familia y comprender un poco más el mundo que nos rodea.

Cinta de acción respaldada por la presencia solvente del nuevo dueño del género, un Liam Neeson espectacularmente generado para un divertimento fílmico de buen calibre. Esta claro que Collet-Serra sabe lo que hace y lo que quiere es entretener..,Y lo consigue. Una buena muestra de que el cine sin ser obra maestra es cosa de maestros. Para pasárselo bien.

La mano cinematográfica de Zhang Yimou sobre El amor bajo el Espino Blanco se tiende con ternura, acaricia los detalles y recorre el metraje apoyada sobre el hombro de la casta relación de sus protagonistas.

La figura del tiempo emprende su dialéctica y condensa la historia de un amor muy pocas veces puesto en escenas de manera tan simbólicamente bella ( a veces me recuerda a El Séptimo Cielo de Frank Borzage).

La fuerza del espacio, en medio de una revolución cultural y social tan convulsa, aporta ese transfondo de inquietud y de peligro siempre latente sobre unos seres viviendo un imposible: dos brazos suspendidos en el aire con un río en medio de otros dos brazos suspendidos en la otra orilla (una de las mejores metáforas del cine que haya visto) atestiguan ese funesto destino.

La música acompaña suavemente a esta historia de amor pura e inabarcable dentro de una mundana e insensible realidad como aquélla que contiene a estos amantes ideales.

Un 10 es mi voto ahora que la he vuelto a ver y he captado su esencia, sin pensar en su guión imperfecto.

Es una de mis películas favoritas.

Paso atrás en la carrera fulgurante de Clooney en los últimos años. Un experimento fallido a la hora de rememorar el clasicismo de antaño en todos los aspectos, desde un vago desarrollo de los personajes hasta una realización ineficaz a todas luces, incapaz de atrapar al espectador en prácticamente ninguna escena. Seguramente se lo han pasado mejor detrás de las cámaras los responsables del producto que nosotros, los pobres espectadores, viéndola. Saludos.

Stanley Kramer añade a su impecable labor cinéfila ( son maravillosas, por ejemplo, las elípsis visuales que cierran y abren las escenas del film) con una labor sociológica encomiable, a este respecto, cabe destacar ciertas escenas del film por su aquilatado y bravo guión. En conclusión, una película que no deberían perderse. Un saludo a todos los cinéfilos.