Les cinq diables es un melodrama con elemento sobrenatural. El film tiene una trama simple, unos personajes bien construidos, interpretaciones brillantes y puesta en escena impecable.

La mezcla de géneros entre crítica social a la vida en pueblos pequeños, el melodrama a partir de heridas del pasado y el elemento fantástico funciona durante gran parte del metraje. La impresionante localización y la textura de las imágenes contribuye a potenciar las emociones que el film busca transmitir. La interpretación de su protagonista Adèle Exarchopoulos (maravillosa en La vida de Adèle (2013)) es espectacular.

La dirección de Léa Mysius es firme y convincente. A algunos espectadores puede no convencer la intrusión del género fantástico en el melodrama, pero personalmente creo que el film juega con ello inteligentemente, con resultados muy satisfactorios.

In The Earth va de mas a menos,

Con una premisa postpandémica potente, su director Ben Wheatley sabe construir atmósferas de tensión. Elementos de folk horror, montaje estroboscópico, con momentos de gore y de surrealismo, y una historia que no aporta nada nuevo, nos va llevando por lugares comunes a muchos otros films de terror.
Un film que podría haber dado mucho más de sí, que se queda en correcto y punto.

Te quiero, imbécil es la prueba de que la comedia española se ha instalado en un lugar acomodado. Arriesgar poco a a cambio de productos que permiten a la industria seguir produciendo y funcionando y vendiendo a las plataformas. Es obvio que Quim Gutierrez y Natalia Tena, son dos intérpretes competentes capaces de llevar adelante unos personajes de vergüenza ajena y unas situaciones casposas, llenas de clichés. Pero es una pena ver como productoras donde existe el talento para elaborar productos mucho más dignos, malgasten recursos. tiempo y ingenio en fabricar cine de usar y tirar.

El film va de moderno, desenfadado, sin pretensiones, pero eso no debería ser excusa para no construir unos personajes interesantes, situaciones verosímiles y una trama que aporte alguna cosa al espectador.

Lamentable.

Nomadland es desoladora y luminosa a la vez.

La adaptación del libro de no ficción "País nómada, supervivientes del siglo XXI" de jessica Bruder, retrata la realidad de "los olvidados" por el capitalismo salvaje. El lado oscuro del sueño americano se nos muestra desde una espeluznante y honesta intimidad a partir de las vivencias de las personas que se ven empujadas a (mal)vivir en furgonetas a partir de algún tipo de revés vital.

La autenticidad que otorga el hecho de incorporar actores no profesionales (nómadas auténticos) y desdibujar las fronteras entre ficción y documental, otorga al film una fuerza dramática desoladora. Su directora Chloé Zhao aporta una mirada tremendamente humana, que huye del sentimentalismo y sabe dotar al film de una bella melancolía, de un aire luminoso a pesar de todo. La conexión con la naturaleza como fuente de sanación, emparenta Nomadland con el cine de Terrence Malick.

La interpretación de Frances MacDormand desborda humanidad y sutileza, y la música de Ludovico Einaudi elevan el carácter contemplativo de un film, que fluye, sin parecer buscar una trama más allá de mostrarnos la compasión y solidaridad que impera entre los olvidados, convirtiendo el film en una auténtica experiencia antropológica, conmovedora, bella y a la vez desoladora.

Libertad es un coming of age mediterráneo con mirada femenina y sensibilidad social.

El despertar sexual, los rituales de iniciación, todos los elementos de un coming of age al uso, están en Libertad. Su directora (y guionista de larga trayectoria) logra capturar la luz, el mood de ese verano en el que todo cambia.
La mirada femenina y la naturalidad con la que se nos presentan los hechos son brillantes. Se agradece la sutileza, el no sobrecargar el drama, y sobretodo la habilidad para plantear la invisibilidad de los privilegios y el despertar de la conciencia de clase de su protagonista. Un despertar más que asumir en el tránsito a esa adolescencia que trastoca las relaciones familiares.

Un film es un honesto relato, íntimo, con toques autobiográficos, que sin ser redondo (su desarrollo dramático resulta demasiado evidente en algún momento), consigue niveles de calidad muy por encima de la media del cine nacional.