La crisis creativa -y personal- de un cineasta "semijubilado" le obliga a viajar entre sus vagos y oscuros recuerdos en torno a Sabor, una película del pasado. Con una íntima pero intensa reminiscencia, Almodóvar relata magistralmente el dolor y la gloria de Salvador e incide en su deprimente y alocada vida.
Se trata de una cinta personal, auténtica, con denominación de origen del bueno de Pedro, capaz de trasladar al espectador a aquellos lejanos años de la infancia.

Cinta de Kurosawa en la que nos presenta a dos individuos, quizás un poco imprecisos y cómicos, marcados por la desgracia y la miseria. La narración da lugar a una de las denuncias e historias más impactes y bonitas, con el permiso de Los Siete Samuráis, que nos ha ofrecido el cineasta japonés. La codicia de nuestros protagonistas los involucra en una trama compleja, pues deberán convivir y sobrevivir con el General Rokurota Makabe y la princesa Yuki, una joven valerosa con un sentido de la justicia fascinante.
Personificación y caricatura magistral de Akira Kurosawa en la que destaca e ilumina la naturaleza de los personajes y los roles de cada individuo del Japón feudal.

Brillante película sobre el concepto de venganza. A la altura de El Padrino, V de Vendetta o Kill Bill. De hecho, presenta patrones muy comunes con la cinta de Tarantino, ambas coetáneas (2003). Old boy trata magistralmente el sentido real de la venganza y su particular cinismo. Salvaje, surrealista en algunos momentos, pero ante todo desempeña una visión nihilista super absorbente.

Las Noches De Cabiria narra la vida de una prostituta con infinitos problemas personales y psicológicos. La interpretación de Giulietta Masina sobre este conflictivo personaje es más que sorprendente y derrocha un estilo único y carismático… Es descarada a más no poder. Respecto a su argumento y guion, poco se puede objetar. Fellini tiene un don innato para describir una situación a la altura de “su” neorrealismo y de aportar una denuncia a gritos.

Una cinta para enamorarse de la sofisticación de Monica Vitti y Alain Delon. Su elegancia, su carisma, su conexión, en fin, toda su belleza -sobre todo la de la actriz, totalmente hipnotizante y poderosa- pasarán a la historia de la filmografía de Antonioni. No es el mejor guion que ha dirigido el cineasta, pero por la figura de los dos protagonistas ya vale la pena de ver.