Correcto, es una película antibelicista más, de las que retratan los combates con toda su crudeza, de las que ponen al descubierto el sinsentido de la barbarie, de las que denuncian que siempre la tropa de a pie paga los platos rotos.

Sin embargo, tiene alicientes para soportar sin demasiado problema las casi tres horas de película.

Una excelente ambientación acompañada por una fotografía que te mete dentro del torbellino y cuenta lo trágico de la historia como un personaje más. Unos actores solventes que caracterizan unos personajes bien dibujados con los que acabas simpatizando. Una leve explicación del trasfondo político alemán y del papel de los altos mandos militares en la dirección de la guerra, cómo se comportaron cuando el fracaso llegó.

Es lo mismo de siempre, pero bien hecho. Quizás peca en algunos momentos de subjetivismo alemán, qué le vamos a hacer, se compensa con la crítica directa a su alto mando.

Será mejor disfrutada y valorada por los aficionados al cine bélico, sin embargo no deja de ser una buena película técnicamente soberbia y con argumentos suficientes para convencer a cualquiera.

Mi hijo juega al fútbol federado. Entrena entre semana, sigue una disciplina y un método y lo da todo los fines de semana en los partidos de liga oficiales.

Si embargo, de vez en cuando monta "pachangas" con amigos de toda la vida y se van a un campo de una urbanización y simplemente juegan para divertirse a veces sin tener en cuenta el marcador. Puro jugueteo entre amigos con el único objetivo de disfrutar (ellos).

Esta película es eso. Yo creo que este género, el de la "pachanga", que ya existía, se ha potenciado estos últimos años con la proliferación de plataformas. Léase: juntémonos unos cuantos actores famosos o famosillos y produzcamos cualquier guion lerdo y sin demasiado lustre, pero pasémoslo bien a nuestra manera y divirtámonos. La taquilla viene dada por el caché y el glamur pretérito, Está asegurada.

Esto es esta película: una pachanga. Un guion supuestamente ingenioso y francamente aburrido, mucha pose y mirada interesante que va a deleitar al público y mucha complicidad, una sucesión de chiste fácil que te deja la sonrisa helada. Nadie duda que se lo pasaron de fábula filmando la peli, unas vacaciones pagadas.

El problema que tienen las pachangas es que solo las disfrutan los participantes, el publico se aburre soberanamente. Por eso se llaman pachangas.

Y cuidado, tomen precauciones porque el género está al alza con este monstruo devorador de contenidos que son las plataformas. A atarse los machos.

En fin, supongo que todos nos hacemos mayores y queremos vivir del cuento. Humanum est.