Quizás un poco de sarcástico el título de la crítica, sin embargo es valedera puesto que Audrey Hepburn para prepararse para este peliculón, tuvo que ir a una escuela de ciegos y compartir con ellos.

La simpleza en cuanto a escenografía y personajes es la quintaesencia de la película, y quizás su peor pecado es lo enrevesado de ciertos diálogos. Mi nota inicial es un 9, pero como este film merece más nota que un 7,4 le doy un 10.

Lo mejor de la película es el perverso Sr. Roat interpretado por Alan Arkin, que talento para interpretar uno de esos malos pero malvados, sin ninguna pizca de misericordia ni compasión.

Y Audrey, que pese a que esta flaquísima, con un vestuario simplón, con limitaciones en sus movimientos y expresiones, y sin contar con la frescura de su juventud, aún logra enternecer al espectador con esa sonrisa tan cautivadora y esa extrema fragilidad que expresan sus ojos (aunque sean de una no vidente), sin duda espléndida como pocas (sólo para no arriesgarme a decir la única)

No soy spoilero, sólo a los visitantes de Filmaffinity recomiendo ver esta película.

Una de mis máximas es no ver en una segunda ocasión películas de suspenso, porque ¿Qué sentido tiene? ¿Buscar la "quinta pata al gato"?.

Aunque tal vez, esta película sea la excepción para lograr ver nuevamente la delicada belleza de Audrey y la perversión de Alan.

El argumento de la película es algo soso e insustancial, así que no vale la pena entrar en los detalles de las escenas. Pero eso sí, cuenta con un final de aquellos que perduran en la memoria, por lo bien interpretado y dirigido.

El brillo de la película es Audrey (aunque Eddie Albert lo hace muy bien, como secundario) es lo que lleva al espectador a no presionar el botón "Power" del DVD o a no irse de la sala de cine. Ella con una belleza fresca e inimitable (algo de Audrey tiene Winona Ryder, pero no está ni cerca) cautiva al espectador y lo hace parte de su sufrimiento (pese a que la historia es ñoña). La química con Gregory Peck se cumple cabalmente, es por ello que el final de esta película es de antología. Un dato curioso, en Japón esta película tiene tal grado de penetración, que ha sido considerada la película extranjera más influyente, probablemente sea por la figura de Audrey que cuenta con una belleza rara y natural que parece tan cercana (para algunos AH es una flacucha con bonita cara), pero a su vez todavía no existe actriz que haya transmitido ese encanto y candidez (incluso cuando vieja).

Película con Audrey: 8
Película sin Audrey: 3
Promedio: 5,5
Bono (Dirección/Argumento): Con ese final... suben los bonos....+1,5
Nota Final: 7

Esta película me interesó verla por dos motivos: Naomi Watts, la actriz más atractiva de Hollywood (de las clásicas me quedo con Audrey Hepburn) y los efectos especiales, muy denostados pero llaman la atención.

¿Esta película es española?, de eso le ví bien poco.

Poco desarrollo de personajes, y espectacularidad en las llagas y heridas de los protagonistas (dignas de "La Pasión de Cristo") le quitan peso a la película y que pudo ser mucho mejor.

Muy de acuerdo también con otras críticas, por ejemplo el racismo y la escasa visión general del desastre ocurrido en el 2004.

Pudo haber sido mucho mejor, esperemos que otra película pueda retomar como guión esta catástrofe y darle otra óptica.

Portman con cara de poker y Kutcher el galán más soso de la historia de Hollywood. El genero de comedia no me repele tanto, pero esta es una verdadera bazofia, lo siento pero no encuentro otro término más adecuado y al día siguiente estuve viendo una película romántica de la Hepburn en los 60', que contraste.

Una película con demasiados montajes e irregularidades en el guión para tomarlo en serio, aun así el final en algo me conmovió.

Las actuaciones fueron convincentes (nada del otro mundo) y bellos parajes amazónicos que aportaron frescura a la cinta.

Obviamente es necesario ver a Audrey sin los trajes o prendas de diseñadores, para descubrir que ella es hermosa elevado a la enésima potencia. Por ella y algunas escenas valorables, Mansiones verdes obtiene un 6.

Un trabajo simplemente regular