Es difícil plasmar el ambiente agobiante de la novela de Saramago. Si se había leído previamente la obra literaria (como es mi caso), el film pierde mucho interés, pero reconozco que está bien realizado y procura ser fiel a la novela, aunque deja menos regusto de amargura ante la mezquindad a la que pueden llegar los seres humanos en situaciones existenciales difíciles; quizás porque el texto lo interioriza más cada uno según experiencias similares que haya vivido, mientras que el film es más externo y sólo nos alcanza la expresión de los rostros de los actores que es demasiado neutra y menos convincente.
Una reflexión sobre la mezquina o grandiosa condición humana.

Dice en el prólogo : La tercera regla " transcurridas unas horas toda materia inversa en contacto con la materia se quema" y dan unos ejemplos de quemarse los zapatos, etc. El tío se va con la chica a un restaurante a comer y beber materia inversa y no le pasa nada !!! etc. etc. Ya lanzado el guionista repite continuamente el proceso de poner en contacto ambos tipos de materia y no pasa nada !!!
El colmo de la estupidez : que tendrá que ver el envejecimiento con la gravedad !!!

Me dormí un rato a mitad de la película de puro aburrimiento. Un acúmulo de anécdotas judías que no llevan a nada. No está mal hecha, pero al guión le falta chispa, un hilo conductor más brillante, una trama, algo que te enganche. Quizás los judíos americanos más críticos la sepan valorar, pero para otras culturas, hoy en día, resulta ambigua e insulsa, ni hace reír, ni es seria.