El maestro provoca, advierte, abruma, nos deja estupefactos con este film altamente erótico y al mismo tiempo vastamente profundo. Delicada disección del sufrimiento femenino, sus pasiones y fantasías, sus debilidades y crueldad. Nadie quedará abstraído de ello luego de ver esta joya, que no dejará de molestar y enfurecer a nuestro subyacente machismo, a la vaga tradición de las llamadas "buenas costumbres", al conservadurismo religioso, y a la hipocresía y frialdad pasmosa de cierto tipo de mujeres. Sí, el arte debe provocar, si se pretende arte, y aquí Buñuel nos alecciona sobre cómo hacerlo sin caer en la burda banalidad y el mal gusto. Filmada por el genio español con logrado refinamiento y estilizado manejo de la cámara, es Catherine Deneuve quien da clase de actuación para la posteridad, en la piel de la mujer tradicional y conservadora por un lado, prostituta y colmada de lujuria por el otro. ¿O todo esto es sólo un sueño, una fábula de nuestras propias fantasías y más íntimas represiones?

No todo es desesperanza en yankilandia. Aun existen directores que ven oro en contar historias con entereza y honestidad. Directores que se saben norteamericanos y obran en consecuencia, mostrándonos su mundo, de forma profunda a veces y de manera menos atinada en otras, pero sinceras y echando mano a utensilios cinematográficos de buena calidad. Tal es el respeto por el espectador que uno luego de observar la obra renueva sus esperanzas. Afortunadamente es el caso de Jeff Nichols y del plantel de actores que se presentan aquí, dándole un podio especial al señor Michael Shannon. Por supuesto, la historia es de familias enfrentadas, de duelos y rencores, abusos y perdones, violencia y venganza. Todo bajo un paisaje bucólico y melancólico afines.

Otra más del señor Kubrick. Un paso adelante más en toda su filmografía. ¿Paso adelante o caminar firme en base a talento y genialidad? Las dos cosas sí. ¡Qué grupo de forajidos entrañables! Incluso con culpa (o sin ella) nos vamos identificando y lo peor de la insanía, deseando ser ellos o al menos estar en su lugar un rato. Claro, tanta violencia, orgullosa y petulante vagancia, autocomplacencia y libertad para realizar lo que me plazca recibirá la reprimenda obligatoria. El Poder, el gobierno, las instituciones y la mismísima sociedad imbuida de las aburridas buenas costumbres tomarán al más rebelde y contestatario de ellos y harán añicos su mente y su juventud. A partir de ahora será un ciudadano apacible y respetuoso de las leyes y las sanas costumbres. Pero todo puede cambiar, incluso el Poder a su conveniencia. Psicodélico y psicotrópico film de Kubrick que nuevamente aprovecha para recordarnos que la "viña del señor" es una gran bolsa de gatos salvajes en celo. ¿La hipocresía y el espíritu vengativo son lo que caracteriza a las sociedades y en consecuencia a sus gobiernos? Kubrick nos convence que sí, aunque nos neguemos a aceptarlo.

"El exorcismo de Micaela", un film que no necesitó de efectos especiales, sólo la estimada actuación de Sandra Huller en el papel de posesa. La historia muestra los detalles familiares e íntimos que llevan al padecimiento de la protagonista principal. La puesta en escena según la época en que se desarrolla la historia es correcta, las actuaciones son acertadas, en especial el dúo de amigos de la protagonista, quienes acompañan con responsabilidad la gran actuación de Sandra Huller, quien logra emocionarnos y poner en tela de juicio ciertas instituciones como la familia, la iglesia y la naturaleza misma de los seres humanos.

¿Alguien se atrevería hoy a afirmar que "Tiburón" es la mejor película de Spielberg? Sí, yo. Humildemente. Interesantísima de principio a fin, el escualo en cuestión no es lo central del film ni lo que lo hace genial, aunque por supuesto su razón de ser. La historia, la ambientación, la música y el desarrollo de los diálogos tan acertadísmos. No exenta de humor a pesar de la tragedia y el terror. Filmada de una manera que sorprende (no por las características de su director sino por su excelente manejo de los recursos, que vendría a ser lo mismo). Luego aparecerían "La lista de Shindler". "I.A." y otras, algunas con recomendadas virtudes, otras no tanto y otras a medio camino. Pero de lo que estoy seguro, al menos de mi parte, que un film como "Tiburón", de dos horitas pletóricas de aventura, drama y terror del bueno, está entre lo mejor de este director y del cine de todos los tiempos.