Divertida, dinámica, genialmente escrita y con unos personajes estupendamente dibujados... cuando la vi en su día en el cine, allá por los años 90, no supe apreciarla en su justa medida. Vista hoy, con unos cuantos años más, me parece una de las mejores comedias de Allen.
La forma en la que la historia se va desarrollando, en que los personajes se van mezclando y todo va, poco a poco, poniéndose en su sitio para cerrar el arco argumental, es una verdadera delicia. Todo en la cinta funciona perfectamente y en equilibrio con el resto de elementos. Es lo que tiene saber escribir y dirigir (con especial mención a la dirección de actores), que a uno le salen joyitas como esta.

Totalmente recomendable.

La película está correctamente ejecutada, pero la historia, sin embargo, es simple y carece de la chispa que hay en otras cintas de Ritchie, tal vez porque en ésta, desaparece por completo el elemento humorístico, pero probablemente también por culpa de un guión menos trabajado y una historia menos interesante. El personaje de Jason Statham, a pesar de la presencia del actor en pantalla, es bastante plano y la narración se desarrolla de forma correcta, pero ahí se queda, con una estructura algo rudimentaria de flashbacks que cumple una función explicativa, pero sin profundizar en el personaje protagonista ni mantener demasiado la intriga acerca de su identidad.

Pero para mí, el mayor problema es que me deja frío y con sensación de vacío, porque nos presenta una historia de venganza muy simple, con un personaje más inexpresivo que una piedra, con el que es difícil simpatizar.

En resumidas cuentas, una película formalmente correcta, pero fría, con personajes carentes de carisma y con un contenido de entidad más que cuestionable. Yo, al menos, termino de verla y no estoy seguro de que me haya aportado algo.

En efecto, esta segunda parte de Dune está cortada por el mismo patrón que su predecesora, Tiene las mismas virtudes, que podrían resumirse en la puesta en escena y el diseño, y los mismos defectos, que tienen más bien que ver con la pobreza del guion, el escaso desarrollo de los personajes, la torpeza narrativa y el tratamiento en general superficial y falto de contenido del conjunto. Lo único que varía, es que todo ello es peor en esta entrega, es decir, que la historia es más superficial, la narración y el montaje más torpes, los personajes menos desarrollados y el tratamiento, en general, más frío y falto de resolución que en la anterior.

Está claro que lo que le interesa a Villeneuve no es la historia que cuenta, sino el diseño audiovisual de la historia que cuenta. Es más un ilustrador que un narrador, y eso hace que la película sea bastante menos de lo que podría haber sido.

La idea de partida es interesante y hubiera podido dar mucho de sí si hubiera existido la voluntad de explorar debidamente todas las cuestiones asociadas a ella pero, en su lugar, se opta por un desarrollo argumental tan enrevesado por un lado, como lineal e intrascendente por el otro, que además se hace bastante repetitivo en ocasiones. Tiene algunos momentos disfrutables pero, en general, es una serie bastante infantil, con personajes que son poco más que clichés y con ínfulas de madura y compleja.

Tras terminar la película, me he quedado con la sensación de haber visto un corto estirado de Love, Death and Robots, pero de los malos. Quizá sea porque la historia es tan simple, que uno no se explica cómo han podido alargarla tanto sin contar realmente nada y hacer, además, que se pase bastante deprisa (lo cual es, quizá, una de las pocas virtudes de la cinta), estando, encima, tan mal narrada.

El guión, parece escrito por un aficionado sin demasiado talento y revisado después por un chimpacé. Es tan pobre que no tiene ni para unos personajes mínimamente decentes. Los que nos presenta, no están en absoluto perfilados, siendo menos que genéricos, y el conflicto está apenas construido y narrativamente mal ejecutado. La dirección es inexistente, el montaje es malo y los efectos especiales son excesivos. Hasta las escenas de acción están mal diseñadas, además de ser, en ocasiones, oscuras y confusas.

Lo único que juega en favor de este desastre narrativo es, curiosamente, lo soso que es. En efecto, se trata de un producto tan plano, tan falto de personalidad, tan gris, que pasa sin más, sin ningún defecto que destaque especialmente por encima de ese gran defecto que es la película en sí.