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Críticas ordenadas por utilidad
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6,0
951
8
31 de enero de 2021
31 de enero de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este mundo en el que nos ha tocado vivir está lleno de límites, de fronteras; de gente que nos dice qué pensar, qué hacer, como comportarnos, como no comportarnos, qué es lo políticamente correcto y qué no. Y el pasado siempre es un lastre que no nos deja avanzar, por rencores, prejuicios, miedos, o bloqueos nuestros o de la propia sociedad. Y de todo esto habla ésta gran película.
Personalmente esta película me parece una maravilla, sutil, sensible sin caer en la sensiblería y con personajes de carne y hueso. Me ha traído a la memoria películas maravillosas como “Ser o no ser” de Lubitsch por su oda a los actores y guionistas (entre otras cosas), a “el apartamento” (Por la tragicomedia del individuo frente a lo establecido) y a “uno, dos, tres” de Billy Wilder (por reírse de todas las fronteras, ya sean físicas, y, peor todavía, mentales). Por cierto, dos judíos...También me ha recordado al Neorrealismo italiano, con su "Ladrón de bicicletas" a la cabeza (aquí el protagonista también roba, eso sí...ideas), y por supuesto, a Chaplin, siempre a Chaplin, el protagonista bien podría llevar un bastón y un bombín y perderse hacia el infinito del brazo con su amada.
En fin, que me ha mostrado el aroma de lo único que no tiene fronteras...el arte con mayúsculas, la brillantez humana, el humor y sobre todo el amor y el humanismo como bandera de resistencia ante la estupidez humana.
Y aunque parezca “ciencia ficción” ésta película me ha recordado a la gran “Metrópolis” de Fritz Lang (medio ario, medio judío). Metrópolis es una película única, precursora de muchos géneros en el cine, no sólo de la ciencia ficción, es grandilocuente y megalómana. Pero a su vez, en sus rótulos se repite, una y otra vez, como un mensaje para el ser humano del siglo XX...y del XXI: “el mediador entre la cabeza y las manos debe ser el corazón”. Fritz Lang contaba que, de "Metrópolis", le interesaba la parte técnica e innovadora, y nada ése mensaje, que era aportación de su mujer como guionista. Pasados los años y después de que mucha gente valorara ése mensaje y así se lo hicieran saber a Fritz Lang, el propio Lang reconocía que igual era un elemento más importante de lo que parecía en su película. Para mí, personalmente, es el más importante de su película y mira que Metrópolis tiene aspectos reseñables...Todo esto lo digo porque en “Todo pasa en Tel Avid” hay una pregunta clave, que tiene más miga de lo que parece y que plantea el protagonista hablando del pasado de su país con alguien más mayor que él: “¿Donde se encuentra el punto medio entre las bombas y la rendición?".... la repuesta está en el aire y en Metrópolis.
¡Cuanta falta nos hacen películas como esta! ¡y qué escasos estamos de ellas!. Y sin embargo, ¡los voceras y los políticos de medio pelo crecen cómo las setas en otoño¡, ¡vamos que es más fácil poner fronteras, vallas y muros, antes que abrir puertas y ventanas a la libertad humana!.
Personalmente esta película me parece una maravilla, sutil, sensible sin caer en la sensiblería y con personajes de carne y hueso. Me ha traído a la memoria películas maravillosas como “Ser o no ser” de Lubitsch por su oda a los actores y guionistas (entre otras cosas), a “el apartamento” (Por la tragicomedia del individuo frente a lo establecido) y a “uno, dos, tres” de Billy Wilder (por reírse de todas las fronteras, ya sean físicas, y, peor todavía, mentales). Por cierto, dos judíos...También me ha recordado al Neorrealismo italiano, con su "Ladrón de bicicletas" a la cabeza (aquí el protagonista también roba, eso sí...ideas), y por supuesto, a Chaplin, siempre a Chaplin, el protagonista bien podría llevar un bastón y un bombín y perderse hacia el infinito del brazo con su amada.
En fin, que me ha mostrado el aroma de lo único que no tiene fronteras...el arte con mayúsculas, la brillantez humana, el humor y sobre todo el amor y el humanismo como bandera de resistencia ante la estupidez humana.
Y aunque parezca “ciencia ficción” ésta película me ha recordado a la gran “Metrópolis” de Fritz Lang (medio ario, medio judío). Metrópolis es una película única, precursora de muchos géneros en el cine, no sólo de la ciencia ficción, es grandilocuente y megalómana. Pero a su vez, en sus rótulos se repite, una y otra vez, como un mensaje para el ser humano del siglo XX...y del XXI: “el mediador entre la cabeza y las manos debe ser el corazón”. Fritz Lang contaba que, de "Metrópolis", le interesaba la parte técnica e innovadora, y nada ése mensaje, que era aportación de su mujer como guionista. Pasados los años y después de que mucha gente valorara ése mensaje y así se lo hicieran saber a Fritz Lang, el propio Lang reconocía que igual era un elemento más importante de lo que parecía en su película. Para mí, personalmente, es el más importante de su película y mira que Metrópolis tiene aspectos reseñables...Todo esto lo digo porque en “Todo pasa en Tel Avid” hay una pregunta clave, que tiene más miga de lo que parece y que plantea el protagonista hablando del pasado de su país con alguien más mayor que él: “¿Donde se encuentra el punto medio entre las bombas y la rendición?".... la repuesta está en el aire y en Metrópolis.
¡Cuanta falta nos hacen películas como esta! ¡y qué escasos estamos de ellas!. Y sin embargo, ¡los voceras y los políticos de medio pelo crecen cómo las setas en otoño¡, ¡vamos que es más fácil poner fronteras, vallas y muros, antes que abrir puertas y ventanas a la libertad humana!.
Cortometraje

7,0
385
10
24 de noviembre de 2020
24 de noviembre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para mí esta película es la quintaesencia del humor y sobre todo del humor absurdo, loco y a la vez humano. Quizás, y sea mucho decir por mi parte, sea una de las mejores radiografía que se han hecho en el cine sobre la conducta humana, me parece más acertada que la de muchos antropólogos y estudios sesudos.
Leo McCarey, está claro que era un humanista, y conocía muy bien la naturaleza humana, capaz de lo mejor y también de lo peor, ingenua, y a la vez maliciosa y destructiva. Y es que, en el fondo, o no tan en el fondo, somos como niños jugando a ser adultos. De hecho ésta película sigue siendo tan actual como el día que se rodó, ya que, por muchos avances tecnológicos que consigamos, por muchas revoluciones industriales, tecnológicas etc, etc, seguimos siendo los mismos, lo que hacen en ésta película lo hacemos ahora por tweeter, pensarlo un poco y lo veréis claro, da igual que seas un desconocido que Donald Trump, lo dicho, como niños.
En éste sentido ésta película tiene mucho que ver con "Sopa de ganso", de hecho creo que "Sopa de ganso" bebe de ésta misma fuente, en la que las cosas suelen empezar por una discrepancia sin importancia,y acaban convirtiéndose en un conflicto total abocado a un final sin solución, ¿cuantos problemas en la vida cotidiana empezarán así?, ¿a cuantas guerras sin sentido habremos asistido que en un principio eran una tontería (o no) y se convirtieron en una bola de nieve sin fin?...Poca broma con ésta película, tiene más fundamento del que parece, aún estamos en las cavernas, pero eso sí, tenemos sentido del humor y a cómicos maravillosos cómo Stan Laurel y Oliver Hardy para endulzarnos la vida.
Leo McCarey, está claro que era un humanista, y conocía muy bien la naturaleza humana, capaz de lo mejor y también de lo peor, ingenua, y a la vez maliciosa y destructiva. Y es que, en el fondo, o no tan en el fondo, somos como niños jugando a ser adultos. De hecho ésta película sigue siendo tan actual como el día que se rodó, ya que, por muchos avances tecnológicos que consigamos, por muchas revoluciones industriales, tecnológicas etc, etc, seguimos siendo los mismos, lo que hacen en ésta película lo hacemos ahora por tweeter, pensarlo un poco y lo veréis claro, da igual que seas un desconocido que Donald Trump, lo dicho, como niños.
En éste sentido ésta película tiene mucho que ver con "Sopa de ganso", de hecho creo que "Sopa de ganso" bebe de ésta misma fuente, en la que las cosas suelen empezar por una discrepancia sin importancia,y acaban convirtiéndose en un conflicto total abocado a un final sin solución, ¿cuantos problemas en la vida cotidiana empezarán así?, ¿a cuantas guerras sin sentido habremos asistido que en un principio eran una tontería (o no) y se convirtieron en una bola de nieve sin fin?...Poca broma con ésta película, tiene más fundamento del que parece, aún estamos en las cavernas, pero eso sí, tenemos sentido del humor y a cómicos maravillosos cómo Stan Laurel y Oliver Hardy para endulzarnos la vida.

7,2
19.828
8
31 de marzo de 2024
31 de marzo de 2024
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si, después de ver esta maravillosa película entiendo perfectamente el desenlace final de Casablanca, entiendo las decisiones tomadas por cada uno de sus personajes, y entiendo qué les movió a tomarlas. Entiendo porqué Rick prefirió dejar volar libre a Ilsa, y también el porqué de su “amistad” con el capitán Renault.
Y entiendo también decisiones tomadas en mi vida, y decisiones no tomadas en mi vida. Y entiendo decisiones tomadas por otros, que me afectaron directa o indirectamente a mí, y decisiones no tomadas por otros que acabaron afectándome a mí.
Esta maravillosa película, de una sensibilidad enorme, nos habla de la vida, y de los hilos que la mueven. Y lo hace de una manera aparentemente simple, pero muy inspiradora. Habla de “dejar ir”, de la aceptación, de no olvidar el pasado pero de no quedarnos en él…habla de tantas cosas aparentemente simples y al mismo tiempo profundas, que me parece impresionante. Tiene escenas, sobre todo al final de la película, tan bellas, y de tanta profundidad en sus diálogos, que por un momento me reconcilia con el cine, y me hace ver que aún hay vida inteligente ahí fuera…pese a sagas Marvel, y productos superficiales.
Sólo puedo decir que es la mejor película que he visto en muchos años, y que, ¡larga vida al cine!…sobre todo si es así…
Y entiendo también decisiones tomadas en mi vida, y decisiones no tomadas en mi vida. Y entiendo decisiones tomadas por otros, que me afectaron directa o indirectamente a mí, y decisiones no tomadas por otros que acabaron afectándome a mí.
Esta maravillosa película, de una sensibilidad enorme, nos habla de la vida, y de los hilos que la mueven. Y lo hace de una manera aparentemente simple, pero muy inspiradora. Habla de “dejar ir”, de la aceptación, de no olvidar el pasado pero de no quedarnos en él…habla de tantas cosas aparentemente simples y al mismo tiempo profundas, que me parece impresionante. Tiene escenas, sobre todo al final de la película, tan bellas, y de tanta profundidad en sus diálogos, que por un momento me reconcilia con el cine, y me hace ver que aún hay vida inteligente ahí fuera…pese a sagas Marvel, y productos superficiales.
Sólo puedo decir que es la mejor película que he visto en muchos años, y que, ¡larga vida al cine!…sobre todo si es así…

7,2
34.696
6
3 de abril de 2024
3 de abril de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia en si, si la despojamos del patrioterismo y del tema ultra religioso, es inspiradora.
Si nos quedamos con el pacifismo, con el humanismo, con ser fieles a nosotros mismos y confiar en nuestra visión y en los dictados de nuestro corazón, pase lo que pase, aún a sabiendas del repudio que podemos recibir de la sociedad, como le ha pasado a tanta gente común y a grandes pensadores como Giordano Bruno, Galileo Galilei, o Miguel Servet, entre otros. Entonces la historia merece la pena.
También merece la pena toda la parte bélica, por su crudeza, su realismo, y el pulso narrativo que demuestra, ahí, Mel Gibson. Pero cuando intenta colarnos su mensaje "ultra" católico la cosa cambia, al igual que al presentarnos a todos los personajes y sus motivaciones, en ese terreno la historia flojea. Y siendo una historia que, perfectamente, podría haber firmado el gran Clint Eastwood, es en esa comparación, precisamente, donde se ven las carencias de esta película: En la construcción de los personajes y de las escenas aparentemente intrascendentes, pero importantes para conocerlos bien...Y por supuesto, en que, Clint Eastwood nunca nos intentaría colar un mensaje de ese tipo, y menos aún, de una manera tan poco sutil.
Si nos quedamos con el pacifismo, con el humanismo, con ser fieles a nosotros mismos y confiar en nuestra visión y en los dictados de nuestro corazón, pase lo que pase, aún a sabiendas del repudio que podemos recibir de la sociedad, como le ha pasado a tanta gente común y a grandes pensadores como Giordano Bruno, Galileo Galilei, o Miguel Servet, entre otros. Entonces la historia merece la pena.
También merece la pena toda la parte bélica, por su crudeza, su realismo, y el pulso narrativo que demuestra, ahí, Mel Gibson. Pero cuando intenta colarnos su mensaje "ultra" católico la cosa cambia, al igual que al presentarnos a todos los personajes y sus motivaciones, en ese terreno la historia flojea. Y siendo una historia que, perfectamente, podría haber firmado el gran Clint Eastwood, es en esa comparación, precisamente, donde se ven las carencias de esta película: En la construcción de los personajes y de las escenas aparentemente intrascendentes, pero importantes para conocerlos bien...Y por supuesto, en que, Clint Eastwood nunca nos intentaría colar un mensaje de ese tipo, y menos aún, de una manera tan poco sutil.
5 de noviembre de 2023
5 de noviembre de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película sutil, tierna, maravillosa, evocadora, y que siempre apunta al misterio de la creación artística, y del influjo de lo inmaterial en ella y en la propia vida.
Une al espíritu del, tan amado por Mankiewicz, Edgar Allan Poe, con la idea griega de las Musas…en este caso “Muso”. Pero también nos habla de lo efímero, misterioso, simple y al mismo tiempo maravilloso de la vida. ¡Y de la ensoñación!. ¡Y de la fantasía!. ¡Y del eterno dilema filosófico entre el mundo material y el ideal!. ¡Y de, ¿qué es lo real?, ¿es lo que ven nuestros ojos?, ¿es lo que se tamiza en nuestra mente?, ¿es lo que siente nuestro corazón?!…
La película es moderna, habla de la libertad personal, es femenina y feminista hasta hacer bandera de ese tipo de mirada. Y al mismo tiempo habla de una manera de ver el mundo masculina, humana y liberadora.
Y a parte, como las grandes obras de arte, siempre habla de algo más, algo imperceptible para el ojo, algo inaudible para el oído, pero que nos arrebata y no podemos soltar. Que se podría definir como una obsesión, pero que al mismo tiempo no lo es, porque en últimas, es nuestra esencia…Ponerle nombre vosotros mismos, yo lo dejo en el misterio…o en su defecto en Daniel y Lucía.
Saludos.
Une al espíritu del, tan amado por Mankiewicz, Edgar Allan Poe, con la idea griega de las Musas…en este caso “Muso”. Pero también nos habla de lo efímero, misterioso, simple y al mismo tiempo maravilloso de la vida. ¡Y de la ensoñación!. ¡Y de la fantasía!. ¡Y del eterno dilema filosófico entre el mundo material y el ideal!. ¡Y de, ¿qué es lo real?, ¿es lo que ven nuestros ojos?, ¿es lo que se tamiza en nuestra mente?, ¿es lo que siente nuestro corazón?!…
La película es moderna, habla de la libertad personal, es femenina y feminista hasta hacer bandera de ese tipo de mirada. Y al mismo tiempo habla de una manera de ver el mundo masculina, humana y liberadora.
Y a parte, como las grandes obras de arte, siempre habla de algo más, algo imperceptible para el ojo, algo inaudible para el oído, pero que nos arrebata y no podemos soltar. Que se podría definir como una obsesión, pero que al mismo tiempo no lo es, porque en últimas, es nuestra esencia…Ponerle nombre vosotros mismos, yo lo dejo en el misterio…o en su defecto en Daniel y Lucía.
Saludos.
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