Comedia romántica con un marcado carácter documental y una pizca de drama. Sin ser una gran película, Las bodas del Monzón es vistosa, alegre y original, ya que muestra otra sensibilidad a la hora de hacer cine.

La víspera de una boda en la India es el escenario de varios romances, mucha fiesta, algarabía, música, declaraciones solemnes y unas gotas de intriga. A pesar de tener tantos elementos la trama general es bastante intrascendente y falta de suspense. Son bastantes, quizá demasiadas, las escenas que describen la atmósfera del acontecimiento, lo cual termina ralentizando el desarrollo de la historia.

Cabe destacar el acierto de los cambios de ritmo que otorgan las escenas callejeras con música tecno autóctona, lo cual me recuerda a Slumdog millionaire. También son admirables algunos cortes de gran sensualidad y buen gusto.

En suma, una muestra de cine indio que mezcla tradición y modernidad con un claro enfoque al público occidental con un guión bastante flojo pero que se deja ver.

A pesar de sus buenas interpretaciones, la ambientación y la calidad de su fotografía, The reader es una película fallida: resulta agotadoramente descriptiva y en el plano narrativo no despliega más que un conflicto de muy bajo voltaje. En casi dos horas de metraje la historia lo logra despegar el vuelo ni despertar apenas suspense.

Para ser justos, hay que reconocer el mérito de la pareja protagonista, así como el maquillaje y la ambientación de la época, mientras que también cabe destacar la sobriedad que aporta la dirección. Obviamente, como tantas otras películas, The reader obtiene puntos adicionales con el poder de atracción que despierta lo relacionado con la barbarie nazi.

Se trata, pues, de una bella película paisajista que desgraciadamente carece de toda tensión narrativa. En pocas palabras, aburrida.

Grata sorpresa del cine español, con acción feroz y doble ración de denuncia, que te hace sentir como un testigo directo de los hechos, exactamente como un videojuego de realidad virtual donde estás en medio del fuego cruzado.

Excelente la selección de actores, especialmente la protagonista, con un personaje complejo lleno de contradicciones y expuesta a toma de decisiones bajo máxima presión que pondrán a prueba su sistema de valores.

Guión interesante que no deja títere con cabeza, aunque ya se sabe que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia…O eso dice en los créditos. Corrupción, mafias y mucha violencia descarnada al estilo Tarantino. Seguro que si fuese una película de Hollywood estaría en los primeros rankings.

Gran parte del ritmo de infarto es “culpa” de la fotografía que, gracias a la cámara pegada a quemarropa, hace sentir al espectador en la piel de la protagonista.
Una película realista con máxima sensación de realidad.

El poder del perro no es un western al uso. Es un drama áspero con un gran peso psicológico que ahonda en aspectos dolorosos como la misoginia, la homofobia o el acoso moral.
Con un tempo lento, la cámara persigue retratar lo que sucede por dentro de los personajes. Se toma el tiempo de examinarlo y desnudar la rabia, el dolor o la soledad que sienten. De hecho, ya desde el primer momento la película avisa que habrá pocas concesiones a las emociones positivas.
La presencia de personajes varones es aplastante, así como el machismo dominante, que poco a poco van mostrando sus inmensas contradicciones. De esta forma, El poder del perro se interpreta también como una denuncia a comportamientos demasiado vigentes.
Muy buen trabajo de los actores, que entienden la complejidad de sus personajes, lejos de los clichés del western, y aportan intensidad y suspense hasta un final que es sorprendente y coherente a la vez.
Film oscuro y absorbente. Recomendable.

Película realista sobre la adolescencia y la vida en un pueblo pequeño. Aceptable ópera primera que sabe transmitir con austeridad los conflictos de una adolescente con un entorno asfixiante.
No es fácil hacer una película sobre adolescentes y esta historia sale bastante airosa. A pesar de visitar muchos tópicos y resultar predecible, el film alcanza un nivel alto de realismo a través de recursos como la cámara en mano o la ausencia de música.
Buenas interpretaciones cargadas de costumbrismo en un film que es un claro alegato por la modernidad, la convivencia y la igualdad de género.