Carente de absolutamente ningún valor cinematográfico, esta "cosa audiovisual" solo dispone del valor de entretenimiento de las vergonzosas referencias televisivas de las que sale.

Mi aprobado, pues, no es para algo a lo que duele llamar "película", porque no lo es; mi aprobado es para esos momentos en los que he logrado avistar sufrimiento real en los ojos de algunos de los frikis a los que el señor Cárdenas pone a prueba. Mi aprobado es para el (poco o mucho) nivel de escarmiento que se le aplica aquí a estos desechos biológicos, llevando a auténtico facto esa carencia de dignidad humana que todos ellos luchan por mantener en sus vergonzosas vidas. Una carencia de dignidad de la que cobran cómodamente deja entrever que no les molesta; llevar al sumo extremo ese desarraigo de identidad humana, a través del sano maltrato, sería la única manera de conseguir que sintieran algo de humanidad... que descubrieran el daño y el sufrimiento en lo que están haciendo...

Así que todo mi apoyo a la tortura y el maltrato hacia estos subnormales profundos. Ya que ellos mismos piden a gritos el morbo de la polémica para lucrarse, no siento remordimiento al desearles el extremo total de ridiculización y sufrimiento, básicamente, porque sería de hecho la única forma de hacerles ver lo errado de su comportamiento...

Digni...¿que? Joder, si llego a estar yo en el lugar de Cárdenas, esto pasaría a ser el snuff más extremo, porque les haría pagar en dolor físico todo el sacrificio personal que le deben a la vida, por haberse lucrado a costa de la dignidad humana sin ningún remordimiento ni sufrimiento; por haberse lucrado sin escrúpulos, vendiendo una dignidad que a los verdaderos humanos nos cuesta el duro trabajo de cada día... así que ¡a por ellos!. Así de simple.