Vértigo tiene uno de los Macgufin más especiales de las películas de Hitchcock. James Stewart, radiante y cumplidor, da forma a un detective retirado por pánico a las alturas, pero que debe volver para enfrentarse a una ficción intrigante. Una dirección impecable sostenida por un suspense y un seguimiento innatos, sellada por una ligera temática amorosa y una nostalgia obsesiva contundente.

Origen es la combinación perfecta -con el permiso de Matrix- de filosofía y acción. El film plantea un muy complejo, aunque no por ello no interesante, argumento repleto de contenido metafísico que quiere poner en jaque los límites y la manipulación de los sueños. Nolan consigue establecer un juego confuso que sorprende al espectador con un guion sólido y con una ejecución alentadora de efectos visuales.

Juan Antonio Bardem sabe cuándo y cómo desarrollar los acontecimientos. Dos amantes, María José (Lucía Bosé) y Juan (Alberto Closas) se ven entrometidos en un fatal incidente. En la película se crea un ambiente de equilibrio entre el esperpento, siempre arraigado a la literatura y sociedad española, pero también afloran atisbos de evolución y de luz. Esta dualidad se ve encarnada especialmente en sus dos protagonistas. A pesar del buen uso del simbolismo y de su brillante estructura circular, Muerte de un Ciclista no consigue conectar y se queda en un parámetro un tanto frío.

Taxi Driver es un título que todo cinéffilo debe ver para conocer el cine de Martin Scorsese. En él aparecen destellos de clásicos como Toro Salvaje, Goodfellas, y de nuevos proyectos como The Irishman o el Lobo de Wall Street. Scorsese trata con un estilo propio y con una ternura especial a su protagonista, un taxista solitario -y solo- interpretado por un jovencísimo De Niro. La vida del taxista está marcada por una monotonía visceral y no tiene rumbo alguno. Solo tiene un pequeño pero: el desarrollo un tanto lento de sus hechos, aunque finalmente le da el significado a esta notable película.

La venganza servida en el plato de Tarantino. En este clásico del cine, el guionista estadunidense presenta la vendetta por excelencia a manos de la sangrienta mamba negra, caracterizada por la espectacular Uma Thurman, con el fin de liquidar al malvado Bill y a sus secuaces. Sirviéndose esta vez del puro estilo japonés y de las artes marciales, Quentin Tarantino logra consagrar su prestigioso y exagerado método. Baños de sangre, trágicas historias, pura acción son adjetivos que describen a una de las mejores películas que ha dirigido el maestro Tarantino.