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10
24 de abril de 2025
24 de abril de 2025
Sé el primero en valorar esta crítica
Sublime, increíble, asombrosa, espectacular... Son tantos los adjetivos que definen a Shameless que podría pasarme días y días enumerándolos. Es muy difícil que una serie con tantas temporadas no decaiga o se estanque, pero aquí lo consiguieron con creces. Es cierto que hay temporadas mejores que otras, pero para mí todas son buenísimas; simplemente hay algunas que son ya insuperables.
El reparto, el guion anarquista, muy loco y dinámico, y los personajes —todos carismáticos y atractivos— hacen que no puedas despegarte de la pantalla. Incluso los secundarios brillan: Kevin y Veronica, Mickey Milkovich… Comedia sarcástica al máximo nivel, con un humor negro increíble.
William H. Macy está increíble en esta serie, encarnando al verdadero vividor americano: un alcohólico, drogadicto e irresponsable padre de una familia totalmente desestructurada. Fiona, la hija mayor, es quien tiene que tomar las riendas de ese desastre. Frank Gallagher, con su personalidad, también demuestra una inteligencia muy particular, siempre buscando cómo aprovecharse del sistema para eludir sus responsabilidades. Es un personaje que, siendo un sinvergüenza y un ejemplo de lo que no hay que hacer en la vida, consigue cautivar al público con su carisma.
Fiona también está espectacular. Muestra la impotencia de querer hacer su vida, independizarse y formar una familia que le brinde la estabilidad que tanto busca, pero su familia se lo pone muy difícil. Sin madre ni padre, le toca hacer de ambos, dejando a un lado sus frustraciones y sueños para tirar del carro de los Gallagher.
Uno de mis personajes favoritos es Carl, ese gamberro problemático con un futuro que, en principio, parece muy oscuro. Sin referentes, intenta vivir a su manera, sin importar a quién se lleve por delante. Pero a medida que avanza la historia, se va viendo su evolución: sus sueños, aspiraciones y sentimientos. Ese chico conflictivo solo necesitaba ser pulido para mostrar el diamante que llevaba dentro.
Lip, el más pícaro de la casa, utiliza sus habilidades con el estilo Gallagher. Tiene una evolución brutal y es fácil empatizar con él. Ian, que al principio no tiene tanto protagonismo, poco a poco va tomando fuerza y, en muchas ocasiones, se convierte en el eje de los Gallagher.
Debbie quizá no sea la más carismática, pero también es una figura indispensable: luchadora, currante, va madurando a base de golpes. Liam, quizás el que pasa más desapercibido y más secundario que principal, también aporta lo suyo.
Kevin y Veronica son esenciales en la serie con sus propias tramas, el bar y su cercanía con los Gallagher. Tienen sus propios conflictos y te sacan unas buenas carcajadas con los enredos de sus vidas. Mickey, el novio de Ian, es otro secundario que a veces parece principal por el peso que gana en pantalla.
Shameless es una serie caótica, políticamente incorrecta, satírica y con una crítica social profunda. Porque no todo son risas: también hay drama, melancolía, nostalgia y momentos que te hacen cuestionar muchos aspectos de la vida, la familia y la sociedad.
Shameless fue un cohete que entró de lleno en mi lista de obras maestras (por debajo de Los Soprano y Breaking Bad), pero ahí está, en ese olimpo. Una serie con once temporadas que no se hace larga ni tediosa en ningún momento. Muy llevadera, muy dinámica.
Para mí, sin duda, un 10 de 10.
El reparto, el guion anarquista, muy loco y dinámico, y los personajes —todos carismáticos y atractivos— hacen que no puedas despegarte de la pantalla. Incluso los secundarios brillan: Kevin y Veronica, Mickey Milkovich… Comedia sarcástica al máximo nivel, con un humor negro increíble.
William H. Macy está increíble en esta serie, encarnando al verdadero vividor americano: un alcohólico, drogadicto e irresponsable padre de una familia totalmente desestructurada. Fiona, la hija mayor, es quien tiene que tomar las riendas de ese desastre. Frank Gallagher, con su personalidad, también demuestra una inteligencia muy particular, siempre buscando cómo aprovecharse del sistema para eludir sus responsabilidades. Es un personaje que, siendo un sinvergüenza y un ejemplo de lo que no hay que hacer en la vida, consigue cautivar al público con su carisma.
Fiona también está espectacular. Muestra la impotencia de querer hacer su vida, independizarse y formar una familia que le brinde la estabilidad que tanto busca, pero su familia se lo pone muy difícil. Sin madre ni padre, le toca hacer de ambos, dejando a un lado sus frustraciones y sueños para tirar del carro de los Gallagher.
Uno de mis personajes favoritos es Carl, ese gamberro problemático con un futuro que, en principio, parece muy oscuro. Sin referentes, intenta vivir a su manera, sin importar a quién se lleve por delante. Pero a medida que avanza la historia, se va viendo su evolución: sus sueños, aspiraciones y sentimientos. Ese chico conflictivo solo necesitaba ser pulido para mostrar el diamante que llevaba dentro.
Lip, el más pícaro de la casa, utiliza sus habilidades con el estilo Gallagher. Tiene una evolución brutal y es fácil empatizar con él. Ian, que al principio no tiene tanto protagonismo, poco a poco va tomando fuerza y, en muchas ocasiones, se convierte en el eje de los Gallagher.
Debbie quizá no sea la más carismática, pero también es una figura indispensable: luchadora, currante, va madurando a base de golpes. Liam, quizás el que pasa más desapercibido y más secundario que principal, también aporta lo suyo.
Kevin y Veronica son esenciales en la serie con sus propias tramas, el bar y su cercanía con los Gallagher. Tienen sus propios conflictos y te sacan unas buenas carcajadas con los enredos de sus vidas. Mickey, el novio de Ian, es otro secundario que a veces parece principal por el peso que gana en pantalla.
Shameless es una serie caótica, políticamente incorrecta, satírica y con una crítica social profunda. Porque no todo son risas: también hay drama, melancolía, nostalgia y momentos que te hacen cuestionar muchos aspectos de la vida, la familia y la sociedad.
Shameless fue un cohete que entró de lleno en mi lista de obras maestras (por debajo de Los Soprano y Breaking Bad), pero ahí está, en ese olimpo. Una serie con once temporadas que no se hace larga ni tediosa en ningún momento. Muy llevadera, muy dinámica.
Para mí, sin duda, un 10 de 10.

5,7
20.407
5
23 de abril de 2025
23 de abril de 2025
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¿Por qué últimamente se está volviendo tendencia hacer secuelas o precuelas de todo? No encuentro la necesidad de esta secuela. Hay historias que acaban bien como acaban, y Gladiator es un claro ejemplo. Últimamente parece que se está perdiendo la costumbre de dejar los finales a la imaginación del espectador. ¿Por qué hay que contarlo todo?
Gladiator quedó muy bien y cerró casi todas sus tramas. Era más gustoso dejar en la mente del espectador qué pasaría con el hijo de Máximo. Pero no, tenían que venir y hacer una secuela. Y el fallo de esta película ha sido llamarse Gladiator. Si hubiera tenido otro nombre, quizá habría funcionado mucho mejor. Pero cuando eliges un nombre de semejante peso, tienes que estar a la altura.
La película tampoco me parece mala. Me parece entretenida, divertida, simpática y muy llevadera. La verdad es que no se hace aburrida y consigue mantenerte atento desde que empieza, pero no porque sea una obra maestra o un peliculón, sino porque mete mucha acción. Y claro, ver gladiadores luchando contra mandriles en un coliseo es, visualmente, muy atractivo.
Después, para mi gusto, el desarrollo del personaje principal va demasiado rápido, y no tiene ni una cuarta parte del carisma y magnetismo que tenía Russell Crowe en la primera. Tampoco veo un villano tan odioso y perverso como el que interpretó Joaquin Phoenix. Además, la trama me parece forzada y bastante predecible desde el inicio. Viniendo de Ridley Scott, me esperaba algo un poco más trabajado, especialmente teniendo 24 años para hacerlo.
A ver, como blockbuster es una película que cumple, es entretenida. Pero claro, llevando ese nombre, no te esperas solo un blockbuster. Si hubiese sido una película de acción más, sin esa carga, habría funcionado mejor.
Y lo digo muy en serio: por favor, dejemos de intentar que nada termine. Esto está pasando en todo. Si alguien hace una película, tiene que hacer una segunda, o una trilogía. Si es una serie, hay que hacerle secuela, o precuela, o un spin-off dentro del mismo universo. Al final, lo que consiguen es dañar el legado de las obras originales.
Tenemos que aprender a apreciar las cosas tal como son, sin buscar compulsivamente su continuación. Hay historias que terminan, y punto. Y hay que dejarlas ahí. Ya se sabe… muchas veces, segundas partes nunca fueron buenas.
En fin, como película para ver, entretenerse y disfrutar de acción por todos lados, está muy bien. Pero si esperas algo a la altura de Gladiator, lo siento por decepcionarte: no le llega ni a los tobillos.
Gladiator quedó muy bien y cerró casi todas sus tramas. Era más gustoso dejar en la mente del espectador qué pasaría con el hijo de Máximo. Pero no, tenían que venir y hacer una secuela. Y el fallo de esta película ha sido llamarse Gladiator. Si hubiera tenido otro nombre, quizá habría funcionado mucho mejor. Pero cuando eliges un nombre de semejante peso, tienes que estar a la altura.
La película tampoco me parece mala. Me parece entretenida, divertida, simpática y muy llevadera. La verdad es que no se hace aburrida y consigue mantenerte atento desde que empieza, pero no porque sea una obra maestra o un peliculón, sino porque mete mucha acción. Y claro, ver gladiadores luchando contra mandriles en un coliseo es, visualmente, muy atractivo.
Después, para mi gusto, el desarrollo del personaje principal va demasiado rápido, y no tiene ni una cuarta parte del carisma y magnetismo que tenía Russell Crowe en la primera. Tampoco veo un villano tan odioso y perverso como el que interpretó Joaquin Phoenix. Además, la trama me parece forzada y bastante predecible desde el inicio. Viniendo de Ridley Scott, me esperaba algo un poco más trabajado, especialmente teniendo 24 años para hacerlo.
A ver, como blockbuster es una película que cumple, es entretenida. Pero claro, llevando ese nombre, no te esperas solo un blockbuster. Si hubiese sido una película de acción más, sin esa carga, habría funcionado mejor.
Y lo digo muy en serio: por favor, dejemos de intentar que nada termine. Esto está pasando en todo. Si alguien hace una película, tiene que hacer una segunda, o una trilogía. Si es una serie, hay que hacerle secuela, o precuela, o un spin-off dentro del mismo universo. Al final, lo que consiguen es dañar el legado de las obras originales.
Tenemos que aprender a apreciar las cosas tal como son, sin buscar compulsivamente su continuación. Hay historias que terminan, y punto. Y hay que dejarlas ahí. Ya se sabe… muchas veces, segundas partes nunca fueron buenas.
En fin, como película para ver, entretenerse y disfrutar de acción por todos lados, está muy bien. Pero si esperas algo a la altura de Gladiator, lo siento por decepcionarte: no le llega ni a los tobillos.
8
22 de abril de 2025
22 de abril de 2025
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Kneecap es una reivindicación de los derechos y de nuestras tan queridas raíces. Se basa en la realidad y cuenta con actores debutantes que, sinceramente, no parecen serlo, gracias a las brillantes actuaciones que ofrecen en esta obra. Lo tiene todo: sexo, drogas, anarquía, rap… pero no son los primeros que han intentado jugar con esta premisa. Muchos lo han hecho antes y se han estrellado.
Sin embargo, en el caso de Kneecap ocurre todo lo contrario. De hecho, se asemeja mucho al estilo de la obra maestra Trainspotting (aunque, evidentemente, no está a su nivel; eso está reservado para muy pocos). Esos cortes, esos flashes visuales, la narración… todo está espectacularmente logrado. Las escenas en el estudio y la de la pelea son impresionantes.
La película no solo trata el tema del rap, sino también el gran conflicto británico, mostrando que se puede hacer una historia de este tipo sin que esté totalmente centrada en el IRA. Vuelvo a recalcar el mérito de los actores, que, sin ser profesionales en este ámbito, lo han bordado. No solo han estado a la altura, sino que han hecho papeles de diez. Michael Fassbender también está muy bien en su rol.
Kneecap hace reflexionar sobre el riesgo que implica, muchas veces, luchar por tus derechos, tus raíces y tu patria. Muy pocos se atreven a hacerlo por la presión social, las amenazas o los intentos de silenciarles. Pero ellos lo hacen, contra viento y marea, por lo que sienten que es suyo.
Un muy merecido 8 sobre 10.
Sin embargo, en el caso de Kneecap ocurre todo lo contrario. De hecho, se asemeja mucho al estilo de la obra maestra Trainspotting (aunque, evidentemente, no está a su nivel; eso está reservado para muy pocos). Esos cortes, esos flashes visuales, la narración… todo está espectacularmente logrado. Las escenas en el estudio y la de la pelea son impresionantes.
La película no solo trata el tema del rap, sino también el gran conflicto británico, mostrando que se puede hacer una historia de este tipo sin que esté totalmente centrada en el IRA. Vuelvo a recalcar el mérito de los actores, que, sin ser profesionales en este ámbito, lo han bordado. No solo han estado a la altura, sino que han hecho papeles de diez. Michael Fassbender también está muy bien en su rol.
Kneecap hace reflexionar sobre el riesgo que implica, muchas veces, luchar por tus derechos, tus raíces y tu patria. Muy pocos se atreven a hacerlo por la presión social, las amenazas o los intentos de silenciarles. Pero ellos lo hacen, contra viento y marea, por lo que sienten que es suyo.
Un muy merecido 8 sobre 10.

6,3
23.223
7
22 de abril de 2025
22 de abril de 2025
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Martin McDonagh cada vez sorprende más. Esta vez, McDonagh —cuyo talento ya pudimos ver en Escondidos en Brujas y Almas en pena de Inisherin— nos ha vuelto a sorprender gratamente con una comedia negrísima, llena de subtramas frescas e ingeniosas, un guion muy original y un reparto excelente.
Siete psicópatas es una sátira muy buena y novedosa, con un ritmo excelente y fluido al estilo de los hermanos Coen. Tiene ese toque de violencia que encaja perfectamente con cada uno de los personajes; ninguno de ellos pasa desapercibido. Colin Farrell está muy bien en su papel de guionista bloqueado y en crisis, que no encuentra inspiración y sale a buscarla guiado por su amigo (Sam Rockwell), quien, con una actuación increíble, incluso llega a eclipsar un poco al resto. Su personaje es carismático, con una locura que gira en torno al humor negro, haciendo que no puedas parar de reír.
Christopher Walken también brilla en su papel, interpretando a un personaje que busca redención y la paz que tanto ansía. Y qué decir de Woody Harrelson, que, como siempre, no decepciona, siendo uno de los personajes más graciosos e irónicos.
Siete psicópatas es una grata sorpresa. Desde el inicio se percibe ese estilo entre los hermanos Coen y Guy Ritchie, y sabes que no te va a dejar indiferente. No solo es entretenida, graciosa, satírica y original, sino que es una muy buena opción para pasar un buen rato. Para mí, el final pierde algo de fuerza y decae un poco, pero lo cortés no quita lo valiente: no es Escondidos en Brujas ni Almas en pena de Inisherin, pero es una película notable.
Le doy un 7 sobre 10.
Siete psicópatas es una sátira muy buena y novedosa, con un ritmo excelente y fluido al estilo de los hermanos Coen. Tiene ese toque de violencia que encaja perfectamente con cada uno de los personajes; ninguno de ellos pasa desapercibido. Colin Farrell está muy bien en su papel de guionista bloqueado y en crisis, que no encuentra inspiración y sale a buscarla guiado por su amigo (Sam Rockwell), quien, con una actuación increíble, incluso llega a eclipsar un poco al resto. Su personaje es carismático, con una locura que gira en torno al humor negro, haciendo que no puedas parar de reír.
Christopher Walken también brilla en su papel, interpretando a un personaje que busca redención y la paz que tanto ansía. Y qué decir de Woody Harrelson, que, como siempre, no decepciona, siendo uno de los personajes más graciosos e irónicos.
Siete psicópatas es una grata sorpresa. Desde el inicio se percibe ese estilo entre los hermanos Coen y Guy Ritchie, y sabes que no te va a dejar indiferente. No solo es entretenida, graciosa, satírica y original, sino que es una muy buena opción para pasar un buen rato. Para mí, el final pierde algo de fuerza y decae un poco, pero lo cortés no quita lo valiente: no es Escondidos en Brujas ni Almas en pena de Inisherin, pero es una película notable.
Le doy un 7 sobre 10.

6,9
10.990
8
21 de abril de 2025
21 de abril de 2025
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¿Alguien le ha dicho a stephen graham que también se pueden hacer papeles normalitos? Este hombre esta muy infravalorado, en todos los papeles que le veo últimamente se sale en adolescencia, condena, mil golpes, peaky blinders y ahora esto. Es que te hace conectar y empatizar con esa tensión del personaje aunque no quieras, enseguida conectas con la desesperación y frustración que siente el personaje, como el mundo se le viene encima y no sabe como pararlo, esa impotencia que hasta te hace a ti sentirte a ti incomodo. Ritmo genial, reparto muy bueno, y el plano secuencia es impresionante es que pega con la película al 100 por 100. Hierve sabe manejar el ritmo y ir llevando al espectador del thriller al drama y del drama al thriller con mucha facilidad, yendo poco a poco y ir sacando emociones y sentimientos, y reflejandolos en todo los personajes (ira, frustración, desesperación, vergüenza, tension, tristeza, soledad).me parece que todo lo que promete esta pelicula lo cumple con creves y no solo no deja indiferente a nadie sino que es un peliculon y como he dicho ya antes un stephen graham que no decepciona y saca de nuevo su mejor versión
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